Luchar contra la pobreza: me lo pido. Combatir la explotación infantil: me lo pido. Apoyar el desarrollo de comunidades desfavorecidas: me lo pido. Defender salarios justos: me lo pido. Promover la igualdad de género: me lo pido. Proteger el medio ambiente: me lo pido.
Tal vez mi carta a los Reyes Magos, dirigida como siempre a Baltasar, te parezca una utopía. No he sido tan buena como para ser yo quien descubra, como intentaron los antiguos alquimistas, la panacea universal que cure todos los males del mundo. Eso sonaría ilusorio, pretencioso y, si me apuras, hasta burda demagogia. Lo que sí puedo hacer es aferrarme con fuerza a la segunda definición que nos brinda la RAE: la “representación imaginativa de una sociedad futura de características favorecedoras del bien humano”. Pero imaginar no basta, imaginar no cambia vidas.
Lo que sí las cambia son pequeños gestos que sumados se convierten en grandes logros. Inocuos terremotos de generosidad que además sacuden conciencias. Una conciencia social, la de saber que hay vida más allá de nuestra zona de confort, que debería estar presente los doce meses del año pero que, desgraciadamente, solo suele aparecer ahora, entre arbolitos, lucecitas y villancicos. Una vez asumido, ¿le damos la vuelta a la vorágine consumista de estas fechas y hacemos algo realmente útil?
Regalos solidarios que cambian vidas
A no ser que vivas como un ermitaño encerrado en tu cueva, difícilmente te librarás de comprar regalos en Navidad. Familiares, amigos, compromisos varios… Regalar es sinónimo de felicidad. Para quien recibe el presente, para quien lo hace y, si optas por mis sugerencias, aparecerá un tercer actor en escena. Un desconocido que no podrá darte las gracias en persona ni mostrarte su sonrisa ante tu gesto. Eso es lo de menos. No lo necesitas. Te basta con saber que tu acción no acaba sino empieza al pasar la tarjeta de crédito.
¿Algunas propuestas para compras navideñas solidarias? Cestas con productos que plantan semillas de esperanza, bolsos y textiles que educan y ayudan a mujeres que viven en desventaja desde el momento de nacer en la India, cosméticos elaborados por productores de Sudáfrica, Guatemala, Burkina Faso o Tanzania que utilizan técnicas de agricultura ecológica, tés, cafés, chocolates y turrones sin colorantes ni aditivos artificiales que llenan estómagos faltos de comida, joyas que abren pozos…
Afortunadamente hay muchas ONGs que aprovechan con acierto estas fechas para lanzar sus campañas poniendo a nuestro alcance productos de comercio justo, social y medioambientalmente responsables. Como hablar de todas sí sería imposible, permíteme centrarme en dos con las que colaboro desde hace mucho tiempo: Oxfam Intermón y la Fundación Vicente Ferrer.
Oxfam Intermón lleva más de 20 años apostando por el comercio justo como herramienta fundamental para el desarrollo de las comunidades de los países pobres. Un comercio que asegura la dignidad, la igualdad y la transparencia en las relaciones de trabajo, y permite mejorar las condiciones de vida de los productores. Para que te hagas una idea del trabajo que realizan, te daré un dato: durante el pasado ejercicio, esta organización realizó compras por valor de más de 2,6 millones de euros a 112 grupos de productores de 36 países de África, Asia y Latinoamérica.
Para sumarte a su propuesta “Regala comercio justo, comparte el origen del bienestar”, solo tienes que visitar la red de tiendas que tienen por todo el país o entrar en su tienda online. Consulta el Catálogo Navidad 2016 y elige el regalo perfecto: alimentación, cosmética, moda, juguetes… Todos salimos ganando compartiendo bienestar. Tú adquieres productos de calidad elaborados con materias primas de origen natural; el productor, un salario digno; se frena la explotación infantil, y entre todos nos preocupamos por la salud del planeta.
Recuerda: El cambio climático afecta más a quienes tienen menos
Por su parte, la Fundación Vicente Ferrer (FVF) es una ONG de desarrollo comprometida con el proceso de transformación de una de las zonas más pobres de la India en los estados de Andhra Pradesh y Telangana. Basada en la filosofía de la acción, esta organización, creada en 1969, centra sus esfuerzos en conseguir que cada día más personas en condiciones de pobreza extrema se beneficien de los proyectos de cooperación que llevan a cabo en ámbitos como la educación, sanidad, vivienda, ecología, mujer y personas con discapacidad.
Las tiendas solidarias de la Fundación Vicente Ferrer comercializan los artículos de Colaboración Activa, procedentes de los talleres de Anantapur. Un proyecto que quiere combatir la triple discriminación que sufren las mujeres en la India. Por ser mujeres, por pertenecer a un grupo en riesgo de exclusión social y por sufrir alguna discapacidad.
Apadrina: Con solo de 18€ al mes puedes mejorar la vida del niño/a que apadrines, y también la de toda su comunidad. #NoSinEducación
Bolsos, fulares, cuadernos, pulseras y pendientes, artículos de decoración… Está en tu mano ayudarles en su lucha por transformar la sociedad en humanidad. Acércate a alguna de sus tiendas, conoce su catálogo de productos a través de su tienda online y colabora. Porque todo suma, porque tu acción cuenta. Porque cualquier momento es bueno para hacer algo realmente útil.
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