Más allá del blog tour a Cesenatico: la precuela boloñesa y demás historietas

Más allá del blog tour a Cesenatico: la precuela boloñesa y demás historietas

20 junio, 2013

Todo viaje tiene un previo, un desarrollo y un después. Ahora estoy en el momento remember de mi blog tour a Cesenatico y, tal y como prometí, me dispongo a relatarte un puñado de historietas que pueden ser dignas de ser contadas (o no). Vaya por delante que voy a saltarme un poco el estilo narrativo que acostumbro a utilizar y que voy a contártelo como si te tuviera enfrente en la barra de un bar. En petite comité. O lo que es lo mismo, pienso ofrecerte la extended version que tuvieron que soportar amigos y familiares a mi regreso. ¿Mi intención? Acordarme de ello cuando pinte canas y hacerte partícipe de cómo un retraso en un vuelo puede acabar convertido en el guión de una película con aspiraciones a ser filmada por los Coen. Además, si mis abnegados allegados se echaron unas risas bien aparentes, no es justo que tú, que me lees y das vida a esta bitácora, te quedes al margen de la fiesta. Si quieres salir corriendo, ahora es el momento. ¿Te quedas? ¡Genial! Arrancamos.

Chapter 1 

El vuelo (Creo que hubiéramos llegado antes nadando)

Cast: Sara, Kiba y yo

El modo más rápido para llegar a la hermosa Cesenatico es en avión. En 2h30m aproximadamente, te plantas en Bolonia desde Madrid y desde allí tienes que coger el tren (otras dos horas y pico) para disfrutar de la bella vita. El viaje es largo sí pero, tras mis dos entradas anteriores, espero haberte convencido de que esta población costera de Emilia-Romagna vale la pena y mucho.

Nosotras lo teníamos todo calculado. Aterrizaríamos en Bolonia a las 18:15. Teniendo en cuenta los 20 minutos que tarda el Aerobús en llegar a la estación de Bologna Centrale, coger el tren a Rimini de las 18:58 sería imposible pero al de las 20:06 llegaríamos de sobra. ¡Ilusas! El primer grupo de transporte aéreo en España, tercero en Europa y sexto del mundo en términos de facturación (no lo digo yo, lo dice su web), decidió regalarnos un bonito retraso de hora y media. Cuadrante al carajo.

Llegar, lo que se dice llegar, llegamos

Nos plantamos frente a la máquina expendedora de billetes a las 20:14 -miré la hora en el móvil, señoría. El último tren a Cesenatico, vía Ferrara y Ravenna, salía en dos minutos. Comprar el billete, localizar la vía…Ni Speedy Gonzales lo hubiera conseguido. Ya era un hecho. Estábamos literalmente tiradas en Bolonia. ¿Contactar con la organización del blog tour? Descartado, menuda faena hacerles recorrer 200 km para venir a buscarnos. ¿Un taxi? No creas que no se nos pasó por la cabeza, pero pagar 150€ para llegar al camping como que no. Además, ya me imaginaba la escena. Aparecemos a las mil, lógicamente ya no nos espera nadie, y acabamos despertando al vigilante de seguridad para contarle la película de que somos dos blogueras españolas que tenemos reservado un Riviera Cottage. Demasiado friki hasta para mí…

Chapter 2

Kiba’s eye  (De suero fisiológico a soluzione fisiologica va un mundo)

Cast: Kiba, el farmacéutico espeso y yo

Podríamos habernos cabreado, maldecir porque las horas que íbamos a pasar en Cesenatico menguaban por momentos etc., etc. Pero no. Yo estaba en plena borrachera de sueño, un curioso  fenómeno que me ocurre cuando voy mal dormida pero me lo estoy pasando genial- y decidí tomármelo toooodo con mucha calma. Al fin y al cabo estaba de viaje, tenía tabaco y Sara, esa chica que había conocido en persona seis horas antes en Barajas, resultó ser un encanto de niña que, como yo, no estaba dispuesta a que ninguna compañía aérea le fastidiase la escapada.

En esas estábamos cuando nos acordamos que antes de coger el tren queríamos pasar por una farmacia a comprar suero para la preciosa mascota de cuatro patas de Sara. Kiba tenía una pequeña infección en el ojo y nosotras, a estas alturas, todo el tiempo del mundo.

Kiba, la mascota viajera de Sara

Al lado de la estación había una así que allá fui, arengada por Sara que decía que mi italiano era buenísimo. Enseguida me di cuenta que el “a little” que me respondió el farmacéutico boloñés en respuesta al manido “do you speak english?” fue más que generoso. No me entendía ni pa trás. A modo de resumen: probé con “acqua per gli occhi”, “physiologic saline solution”, le dije que tenía un pequeño “dog”, él interpretó “doc” y acabó preguntándome que si me había enviado el doctor por qué no me había dicho el nombre del medicamento… Apuff… Por mucho que lo intentaba no podía aguantar la risa. La situación era almodovariana. Tirada en Bolonia, sin saber dónde iba a dormir, comprando suero para un perro y frente a un tipo que me miraba como si fuera una marciana. No sé cómo pero acabé repitiendo de forma compulsiva “suero fisiológico”, alternándolo con algún “guau, guau” para ver si así lo pillaba. Hasta que se obró el milagro y el hombre me espetó con toda su pachorra: ”Ahhhh… Soluzione fisiologica”. No sabía si darle un beso o matarle. No hice ni una cosa ni otra. Sonreí y salí a la calle victoriosa con mi colirio en la mano.

Chapter 3

Una hamburguesa de camuflaje, Autopromotec y una expedición casi imposible (Cuando todo parecía perdido… va la cosa y empeora)

Cast: Sara, Kiba, dos buenos samaritanos, Alberto y yo

El tema de la cena lo solucionamos en un pispás. En toda estación que se precie tiene que haber un McDonald’s y la de Bolonia acataba esta premisa. Eso sí, en la puerta lucía una bonita señal de cani non ammessi. En situaciones normales hubiésemos buscado una alternativa, pero como ésta de normal no tenía nada, activamos el modo ponerse el mundo por montera, metimos a Kiba en su trasportín y que fuera lo que Dios quisiera (versión para creyentes) o lo que decida el Karma (para seguidores de Me llamo Earl). Ni se enteraron de la presencia de Kiba…

Ahora venía la prueba final de nuestro particular Pekín Express a la italiana: encontrar alojamiento. A priori no parecía nada del otro mundo y presumimos que ganaríamos nuestro amuleto sin complicaciones. ¡Zas en toda la boca! No contábamos con un duro rival: Autopromotec 2013, una feria bienal de equipamientos y productos para el automóvil que no tenía otra fecha para celebrarse que justo ese fin de semana. No bastaba con el handicap de que aceptaran a nuestro adorable perrito, además teníamos que luchar por una cama a las once de la noche.

Tras varios intentos frustrados, empecé a pensar en un plan B, C y D. El B: mandar un S.O.S. por Twitter. El C: como era viernes y estábamos en una de las ciudades universitarias por excelencia de Europa, muy mal se nos tendría que dar para no encontrar algún couchsurfero por el centro de Bolonia. El D: volver al aeropuerto y dormir allí con Alberto. Y es que el tercer integrante de la Camping People ya sabía, por la hora de llegada de su vuelo, que le iba a tocar dormir en el aeropuerto por narices. Antes de que preguntes, . Fue el último en salir de Madrid y el primero en llegar al Cesenatico Camping-Village. De hecho, lo sacamos de la cama cuando por fin llegamos a nuestro destino a la mañana siguiente. Así somos los blogueros. Gente abierta y sin complejos… Si hay que conocer a alguien en pijama, se le conoce y punto. Y más aún si resulta ser un crack como él. Conocimiento previo: un puñado de MD en Twitter.

Avión, tren, barco, taxi...

Sigo. Cuando la esperanza de ver una sábana se apagaba por momentos, apareció nuestro particular ángel de la guarda nº 1. Un encantador italiano que paseaba a su cachorro. Fue él quien nos habló de una pensión cercana. Tras arrastrarnos por los 800 metros que nos separaban de ella -el cansancio era ya demoledor-, conocimos a nuestro ángel de la guarda nº 2. Estaba detrás del mostrador, materializado en forma de recepcionista. No pienses que no doy el nombre de la pensión por no hacerles publicidad gratuita. Al revés, según las normas, no admiten perros y no quiero causarle ningún problema a este buen samaritano que hizo la vista gorda con Kiba. Si quieres saber cuál era, te lo digo en privado.

Y hasta aquí nuestra precuela boloñesa. A la mañana siguiente alcanzamos nuestro objetivo y nos incorporamos, por fin, al blog tour #cesenaticobellavita. Económicamente hablando, llegar a Cesenatico fue una ruina. Personalmente y pese a todo, una gozada. Hacía tiempo que no me reía tanto. Bendita sensación, por cierto. Ya puedes levantarte de tu butaca y encender el móvil. La comedia ha terminado.

THE END

Nota mental 1: Lo poco que pude ver de Bolonia me gustó mucho. Tengo que volver.

Nota mental 2: Que nadie se confunda. La organización de este blog tour fue espléndida. Ellos no tuvieron nada que ver con nuestra odisea boloñesa.

Nota mental 3: Si me dieran un Oscar al mejor guión, en mi speech, obviamente, compartiría la preciada estatuilla con el fantástico elenco de co-protagonistas que me acompañaron en esta aventura: Sara, Alberto y Kiba.

 

Con mis compañeros de viaje. Cesenatico Un jump desde Cesenatico

19 Comentarios

  1. pak

    aventuras viajeras!!, jaja, muy buena… las compañías aéreas se empeñan en hacer que nuestros viajes sean entretenidos. Yo tuve una bastante parecida pero peor, perdí el vuelo con otros 2 de los viajeros estando en la misma puerta de embarque… la organización se las vio y se las deseó para conseguir que llegásemos pero me reí cosa mala.

    menos mal que tuvo final feliz 😉

    Responder
    • Alícia Bea

      Pues sí. Muchas veces se empeñan en complicarnos la vida que da gusto. Un libro con este tipo de anécdotas seguro que tendría filón porque lo vuestro en la puerta de embarque debió ser de traca. Muchas gracias por pasarte por mi pequeño rincón viajero. Vuelve y vuela por aquí cuando quieras 😉

      Responder
  2. Edu y Eri

    Jajaja pobrecitas! 😛 Lo único malo es que apenas visteis cosas en Bolonia, que es una ciudad que merece mucho la pena. Aun así, está genial que todos estos contratiempos os los tomáseis con humor. Sois grandes! 🙂 Nos ha encantado el post y, sobretodo, nos hace mucha ilusión el éxito que ha tenido. Te lo mereces!

    Responder
    • Alícia Bea

      Gracias, chicos. Sí que fue una lástima no ver nada de Bolonia pero ya tengo excusa para volver. Más pena me da que al final no nos pudieseis acompañar. A ver si en la próxima coincidimos. ¡Un abrazo!

      Responder
  3. Helena

    Pues sí que me he echado unas risas, no lo voy a negar.
    Hay veces que las cosas se tuercen y parece que no sale una a derechas. Vaya tela. Pero por lo menos llegasteis… y pudisteis disfrutar del fin de semana.
    Un saludo 😉

    Responder
    • Alícia Bea

      Me alegra que hayas pasado un rato divertido porque de eso se trataba, Helena. Fuimos la viva imagen de «al mal tiempo buena cara». Un saludo 😉

      Responder
  4. María (callejeando por el mundo)

    Que bueno Alicia, lo que me he reído. En cuanto a lo del momento «sueño», a mi cuando me ataca me da por reírme, pero reírme bien, y de todo y por todo, todo me hace gracia y hay momentos en los que mejor es… no reírse.

    Pese a la tortura que pasasteis el relato ha sido de 10!!

    Enhorabuena.

    Responder
    • Alícia Bea

      Muchas gracias, María. Como algún día nos juntemos todos los que sufrimos/disfrutamos de la «borrachera de sueño» puede ser tremendo 😉

      Responder
  5. José Carlos DS

    Está claro que las dificultades y contratiempos en buena compañía son menos, desde luego menuda odisea para llegar al destino, pero ahí tenéis anécdotas para contar, que es uno de los alicientes de salir de viaje 🙂

    Saludotes!

    Responder
    • Alícia Bea

      ¡Ya ves! Lo mejor de todo es que no conocíamos fuera de la Red y mira la que acabamos formando. Me encanta la gente que, además de profesional, es divertida y estos dos fichajes que me acompañaron palabrita que lo son. Saludotes de vuelta!

      Responder
  6. Madaboutravel

    Brutal, Alícia! Menudas aventuras con Sara y Kiba 😉 Pese a todo, me alegro de que os lo tomarais con tanta filosofía y al final disfrutarais del viaje. Conozco a más de uno y una (no soy yo) que ante tantas contrariedades se hubiera amargado el viaje a sí mismo y a todo el que lo rodeara.

    Un gran abrazo

    Responder
    • Alícia Bea

      Gracias, Patricia! Yo solo tengo 1/3, bueno contando a Kiba 1/4, de mérito. Sin ellos, te aseguro que el cuento hubiera sido otro. Otro gran abrazo de vuelta (ganas de conocerte in person)

      Responder
  7. XprimeViajes - Alberto

    No sabes cuánto me he reído! Es genial, aunque ya sabía esta historia, leerla no tiene precio, GENIAL!!! Sin duda, merecía un capítulo extra en el libro de la Bella Vita. Me encanta cómo describes el momento en el que nos conocimos, yo en pijama, hiperdormido y dándonos abrazos como si nos conociésemos de toda la vida y fuese un bonito y esperado reencuentro. jajaja Sin duda, tenemos que repetir. Que alegría formar parte de la camping people

    Responder
    • Alícia Bea

      Jajajaja. ¡Qué panzada de reír! Si llego a saber que un blog valía para esto, empiezo antes… Tú le has puesto el broche de oro al momento: «dándonos abrazos como si nos conociésemos de toda la vida y fuese un bonito y esperado reencuentro». Otra cosa no, pero cariñosos somos un rato Jajaja

      Responder
  8. Marta A.

    Jajajajajaja!!!!
    Buenísimo!!! Me encantan estos pequeños contratiempos porque siempre traen consigo momentos almodovarianos (como bien dices). A mí también me pasa lo de embriagarme de sueño y pensar que dormir en la calle, por ejemplo, puede ser una experiencia de lo más normal 😛
    Un abrazo Alicia!!!

    Responder
    • Alícia Bea

      Jajaja, Marta. Me alegra comprobar que no soy la única. Cuando pillo el momento tonto, me sale la vena clown y puedo llegar a ser peligrosa 😉

      Responder
  9. Sara Rodriguez

    La verdad es que el viaje no tuvo desperdicio, y lo mejor de todo, es que de cada fatalidad sacamos una sonrisa. ¡Fue la mejor manera de conocernos! 🙂

    Responder
    • Alícia Bea

      No podría imaginar una mejor, Sara. Ahora ya queda para la posteridad. Espero la reacción de Alberto ;P

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¡Hola! Soy Alícia, periodista freelance especializada en viajes. En esta web encontrarás todos los destinos que he visitado y todo lo que necesitas saber para organizar tu próxima aventura. Información práctica, guías, rutas, consejos, gastronomía, hoteles, descuentos… ¡Buen viaje!

PLANIFICA TUS VIAJES CONMIGO

ALOJAMIENTOS

ACTIVIDADES

CAMBIO DE MONEDA

TARJETA DE DATOS

VUELOS BARATOS

LO MÁS LEÍDO

19 Comentarios

  1. pak

    aventuras viajeras!!, jaja, muy buena… las compañías aéreas se empeñan en hacer que nuestros viajes sean entretenidos. Yo tuve una bastante parecida pero peor, perdí el vuelo con otros 2 de los viajeros estando en la misma puerta de embarque… la organización se las vio y se las deseó para conseguir que llegásemos pero me reí cosa mala.

    menos mal que tuvo final feliz 😉

    Responder
    • Alícia Bea

      Pues sí. Muchas veces se empeñan en complicarnos la vida que da gusto. Un libro con este tipo de anécdotas seguro que tendría filón porque lo vuestro en la puerta de embarque debió ser de traca. Muchas gracias por pasarte por mi pequeño rincón viajero. Vuelve y vuela por aquí cuando quieras 😉

      Responder
  2. Edu y Eri

    Jajaja pobrecitas! 😛 Lo único malo es que apenas visteis cosas en Bolonia, que es una ciudad que merece mucho la pena. Aun así, está genial que todos estos contratiempos os los tomáseis con humor. Sois grandes! 🙂 Nos ha encantado el post y, sobretodo, nos hace mucha ilusión el éxito que ha tenido. Te lo mereces!

    Responder
    • Alícia Bea

      Gracias, chicos. Sí que fue una lástima no ver nada de Bolonia pero ya tengo excusa para volver. Más pena me da que al final no nos pudieseis acompañar. A ver si en la próxima coincidimos. ¡Un abrazo!

      Responder
  3. Helena

    Pues sí que me he echado unas risas, no lo voy a negar.
    Hay veces que las cosas se tuercen y parece que no sale una a derechas. Vaya tela. Pero por lo menos llegasteis… y pudisteis disfrutar del fin de semana.
    Un saludo 😉

    Responder
    • Alícia Bea

      Me alegra que hayas pasado un rato divertido porque de eso se trataba, Helena. Fuimos la viva imagen de «al mal tiempo buena cara». Un saludo 😉

      Responder
  4. María (callejeando por el mundo)

    Que bueno Alicia, lo que me he reído. En cuanto a lo del momento «sueño», a mi cuando me ataca me da por reírme, pero reírme bien, y de todo y por todo, todo me hace gracia y hay momentos en los que mejor es… no reírse.

    Pese a la tortura que pasasteis el relato ha sido de 10!!

    Enhorabuena.

    Responder
    • Alícia Bea

      Muchas gracias, María. Como algún día nos juntemos todos los que sufrimos/disfrutamos de la «borrachera de sueño» puede ser tremendo 😉

      Responder
  5. José Carlos DS

    Está claro que las dificultades y contratiempos en buena compañía son menos, desde luego menuda odisea para llegar al destino, pero ahí tenéis anécdotas para contar, que es uno de los alicientes de salir de viaje 🙂

    Saludotes!

    Responder
    • Alícia Bea

      ¡Ya ves! Lo mejor de todo es que no conocíamos fuera de la Red y mira la que acabamos formando. Me encanta la gente que, además de profesional, es divertida y estos dos fichajes que me acompañaron palabrita que lo son. Saludotes de vuelta!

      Responder
  6. Madaboutravel

    Brutal, Alícia! Menudas aventuras con Sara y Kiba 😉 Pese a todo, me alegro de que os lo tomarais con tanta filosofía y al final disfrutarais del viaje. Conozco a más de uno y una (no soy yo) que ante tantas contrariedades se hubiera amargado el viaje a sí mismo y a todo el que lo rodeara.

    Un gran abrazo

    Responder
    • Alícia Bea

      Gracias, Patricia! Yo solo tengo 1/3, bueno contando a Kiba 1/4, de mérito. Sin ellos, te aseguro que el cuento hubiera sido otro. Otro gran abrazo de vuelta (ganas de conocerte in person)

      Responder
  7. XprimeViajes - Alberto

    No sabes cuánto me he reído! Es genial, aunque ya sabía esta historia, leerla no tiene precio, GENIAL!!! Sin duda, merecía un capítulo extra en el libro de la Bella Vita. Me encanta cómo describes el momento en el que nos conocimos, yo en pijama, hiperdormido y dándonos abrazos como si nos conociésemos de toda la vida y fuese un bonito y esperado reencuentro. jajaja Sin duda, tenemos que repetir. Que alegría formar parte de la camping people

    Responder
    • Alícia Bea

      Jajajaja. ¡Qué panzada de reír! Si llego a saber que un blog valía para esto, empiezo antes… Tú le has puesto el broche de oro al momento: «dándonos abrazos como si nos conociésemos de toda la vida y fuese un bonito y esperado reencuentro». Otra cosa no, pero cariñosos somos un rato Jajaja

      Responder
  8. Marta A.

    Jajajajajaja!!!!
    Buenísimo!!! Me encantan estos pequeños contratiempos porque siempre traen consigo momentos almodovarianos (como bien dices). A mí también me pasa lo de embriagarme de sueño y pensar que dormir en la calle, por ejemplo, puede ser una experiencia de lo más normal 😛
    Un abrazo Alicia!!!

    Responder
    • Alícia Bea

      Jajaja, Marta. Me alegra comprobar que no soy la única. Cuando pillo el momento tonto, me sale la vena clown y puedo llegar a ser peligrosa 😉

      Responder
  9. Sara Rodriguez

    La verdad es que el viaje no tuvo desperdicio, y lo mejor de todo, es que de cada fatalidad sacamos una sonrisa. ¡Fue la mejor manera de conocernos! 🙂

    Responder
    • Alícia Bea

      No podría imaginar una mejor, Sara. Ahora ya queda para la posteridad. Espero la reacción de Alberto ;P

      Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Forlì, un mañana en el corazón de la Romagna

Continuando con la serie de reportajes dedicados a la provincia italiana de Forlì-Cesena, nos acercamos ahora hasta Forlì, una de las ciudades que pude conocer durante el #buonvivere blog tour y que te recomiendo visitar si tienes previsto viajar a Emilia-Romagna....

leer más

Cesena, el legado de los Malatesta

Cesena es uno de los motivos por los que he vuelto, una vez más, enamorada de Italia. Una ciudad que se mueve al ritmo de las dos ruedas -casi imposible captar una imagen suya sin que una bicicleta se cuele en tu encuadre-, de rancio abolengo, de edificios únicos y de...

leer más