Qué ver en Saint-Denis, uno de los barrios más sorprendentes de París

Qué ver en Saint-Denis, uno de los barrios más sorprendentes de París

¿Qué ver en Saint-Denis? Si te haces esta pregunta, aquí tienes todas las claves para conocer los rincones más atractivos de esta localidad situada al norte de París que nos propone una serie de experiencias menos conocidas y trilladas, pero tremendamente interesantes. Y es que acercarse a Saint-Denis es una escapada perfecta para los viajeros que ya conocen la capital francesa, que se suma a la inabarcable oferta cultural del centro histórico. En definitiva, un viaje más allá del París de la Torre Eiffel, Montmartre o Le Marais que todos conocemos, y que nos acerca a ese otro París, el de los parisinos, a través de diferentes culturas y modos de vida.

Ayuntamiento de Saint-Denis

Saint-Denis: un retrato multicultural del Grand Paris

Quien busque más vie en rouge se equivoca de itinerario. En Saint-Denis, donde los los turistas son solo una anécdota, la vida se muestra fuera de ruta, sin artificios y seductoramente cotidiana. Sin estereotipos, con un atractivo mestizaje fruto de 150 nacionalidades que refleja la diversidad y el ambiente cosmopolita del Grand Paris. ¿Por qué no visitar esta parte de la periferia parisina? Paul Éluard, considerado el maestro de la poesía surrealista, y el pintor Claude Monet ya lo hicieron en su día.

Plaza Victor Hugo

¿Dónde está Saint-Denis? A dos pasos del centro de París

Saint-Denis es uno de los distritos que forman parte del Grand Paris, una unidad administrativa que pertenece a la región Île-de-France y que engloba la capital y su zona metropolitana. Está situado, por tanto, fuera del bulevar Periférico, la gran autopista que rodea la capital a lo largo de 35 kilómetros y que, con más de un millón de vehículos al día, es uno de los tramos más concurridos de Europa, y forma parte del departamento Seine-Saint-Denis.

Qué ver en Saint-Denis: la Basílica Catedral de Saint-Denis

La primera prueba que constata que desplazarse al extrarradio de una de las grandes damas de la vieja Europa tiene grandes recompensas es la Basílica Catedral de Saint-Denis, un tesoro de la historia y el arte francés. Esta antigua abadía benedictina, consagrada a Saint Denis, uno de los santos más célebres de Francia y primer obispo de París, está considerada la cuna del arte gótico ya que marca las directrices de una nueva forma de entender la arquitectura religiosa que pronto se replicaría en otras catedrales europeas.

Basilica de Saint-Denis

El principal precursor de esta obra maestra del primer arte gótico fue el abad Suger, un influyente personaje de la época que la reconstruyó en el siglo XII convirtiéndola en un impresionante himno a la luz, el medio por el que lo divino llega a lo terrenal. Excepcionales vidrieras, bóvedas de crucería, arcos ojivales que permiten salvar mayores espacios, ausencia de muros entre las capillas del presbiterio, rosetones…

Basilica de Saint-Denis. Que ver en Saint-Denis

Según cuenta la leyenda, Saint Denis fue torturado y decapitado en el año 272 en Montmartre -en la actual calle de los Mártires- por la autoridad romana que temía el avance del cristianismo. Tras su ejecución, se levantó, recogió su cabeza y caminó seis kilómetros hasta la actual basílica que alberga su sepultura. Sea como sea, lo cierto es que la abadía se convirtió en un importante centro de peregrinación que propició el desarrollo de la ciudad a su alrededor.

Tumbas de Luis XVI y Maria Antonieta. Basilica de Saint-Denis

Otra de las singularidades de esta basílica, que se pasó a ser en catedral en 1966, es que alberga una necrópolis en la que están enterrados la mayoría de los reyes y reinas de Francia, entre ellos Carlos V, Catalina de Medici, Luis XVI y María Antonieta. De hecho, su colección de arte funerario es única en Europa y nos permite ver su evolución desde el siglo XII hasta las grandes obras del Renacimiento.

Cripta de la Basilica de Saint-Denis. Paris

CONSEJOS VIAJEROS → Para no perderte ni un detalle de la Basílica Catedral de Saint-Denis, puedes contratar con Explore Paris un recorrido temático dirigido por un experto de 1h30 de duración. Y si quieres hacer la visita por libre y evitar las colas que se suelen formar para acceder al templo, aquí puedes comprar las entradas sin sobreprecios ni costes ocultos.

Qué ver en Saint-Denis, París: el mercado de las pulgas de Saint-Ouen

En el departamento de Seine-Saint Denis, también reclama nuestra presencia el mercado de las pulgas de Saint-Ouen, el mercado de antigüedades más grande del mundo. Y es que, más que hablar de un mercado, podríamos definirlo como un mercado de mercados que se extiende a lo largo de 7 hectáreas. Los más conocidos son Dauphine, Paul Bert-Serpette, Malassis y Biron, pero hay muchos más como Antica y Cambo -ambos especializados en mobiliario- o Le Passage, con ropa de segunda mano.

En este universo para hipsters fashionistas y cazadores de tesoros se puede comprar todo tipo de productos de diferentes estilos y épocas: joyas antiguas, objetos de decoración, muebles, libros, artículos de colección, discos, ropa vintage… Visitar galerías de arte contemporáneo, ver interesantes muestras de arte urbano, comer, tomar una copa o escuchar a una banda de jazz en directo son otras de las tentaciones que nos propone Saint-Ouen, una parada imprescindible en este recorrido que recoge qué ver en Saint-Denis. ¿Una curiosidad? Se dice que fue aquí donde se originó el apelativo «mercado de las pulgas«. Hay dos versiones al respecto. La primera tiene que ver con la higiene tanto de los vendedores como de las mercancías, y la segunda con el agobio de un visitante que, al ver tanta gente reunida en un mismo sitio, lo comparó con una colonia de pulgas.

Mercado de las pulgas de Saint-Ouen

Si no quieres perderte por sus sinuosos callejones y pasillos, pero sí conocer todos sus secretos, te puede interesar contratar una visita guiada de 2 horas de duración. Acceso: estación Porte de Clignancourt (línea 4).

En Saint-Denis la vida se muestra fuera de ruta, sin artificios y seductoramente cotidiana

Qué ver en Saint-Denis: el Estadio de Francia

Todo futbolero que se precie ya sabe que el Estadio de Francia (Stade de France) es todo un icono del deporte francés. Inaugurado en 1998 con un partido Francia-España, tiene más de 80.000 asientos cubiertos y acoge todo tipo de eventos deportivos y espectáculos.

Si quieres conocer el backstage de este mítico estadio, apúntate a esta visita guiada. Podrás disfrutar de una estupenda panorámica desde las gradas, entrar al vestuario de los jugadores, cruzar el túnel que conduce al campo, recorrer su museo, y escuchar todo tipo de anécdotas sobre su historia, su arquitectura y las estrellas que han pisado su césped.

Estadio de Francia. Que ver en Saint-Denis

El canal de Saint-Denis y el Parc de la Villette

Además de callejear por encantadoras vías como la Rue du Farbourg Saint-Denis o Petites Ecuries, disfrutar de conciertos y exposiciones o curiosear en mercadillos de todo tipo, Seine-Saint Denis también nos invita a conectar con la naturaleza en sus parques y espacios verdes. ¿Dos ejemplos? El Parc de la Villette y el canal de Saint-Denis, dos citas imprescindibles en este compendio de qué ver en Saint-Denis.

El parque de La Villette, ubicado entre la Porte de la Villette y la Porte de Pantin, es un inmenso e innovador parque urbano diseñado por Bernard Tschumi en el que la naturaleza, la ciencia, el arte y la cultura van de la mano. La Ciudad de las Ciencias y la Industria, la Géode -una excepcional sala de cine con una pantalla hemisférica de 1000 m² ubicada en una gigantesca esfera de acero-, la Ciudad de la Música o el Cabaret Sauvage son algunos de sus atractivos a los que se suman zonas de juegos infantiles y senderos que resultan perfectos para desconectar del frenético ritmo de la ciudad.

Ciudad de las Ciencias y la Industria © Paris Tourist Office. Fotografo Jacques Lebar

Por su parte, el canal de Saint-Denis, que comunica la Villette con el Sena, se ha convertido en un agradable lugar para relajarse ya sea paseando, en bici o recorriéndolo en barco. Aviso para navegantes: desde principios de julio hasta finales de agosto, el festival Verano del Canal (L’Été du Canal) anima las orillas del canal de Saint-Denis y del Ourcq con cruceros, actividades para toda la familia, talleres y conciertos.

CONSEJO VIAJERO → Una magnífica forma para pulsar el ambiente que se vive en esta zona es realizar un paseo guiado de dos horas por la Rue Saint-Denis, un antiguo eje real que conecta el céntrico Grand Châtelet con la ciudad de Saint-Denis. Puedes reservarlo aquí con Explore Paris. Acceso en transporte público: Châtelet (Metro, y RER).

¿Dónde comer en Saint-Denis?

Mi recomendación se encuentra justo enfrente de la Basílica de Saint-Denis y es todo un clásico. Se trata de Le Mets Du Roy, un acogedor restaurante decorado con un gusto exquisito cuyo nombre podría traducirse como «Los alimentos del rey». ¿Qué vamos a encontrar en su carta? Pues básicamente sabores tradicionales elaborados con mucho mimo. Entre sus imprescindibles: el magret de pato, el solomillo de ternera Aubrac y la tarta Tatín con helado de caramelo. (Rue de la Boulangerie, 4. Metro: Basílica, línea 13).

Le Mets Du Roy. Donde comer en Saint-Denis

¿Es peligroso visitar Saint-Denis?

Aunque esta ciudad es tristemente conocida por los atentados terroristas de noviembre de 2015, por propia experiencia puedo decir que no es peligroso visitar Saint-Denis y mucho menos de día. Eso sí, como apunta el sentido común y el propio Ministerio de Asuntos Exteriores, es aconsejable adoptar un mínimo de precauciones como no llevar toda la documentación, dinero y tarjetas en un mismo sitio, estar alerta al usar un cajero automático, nada de mochilas a la espalda ni carteras en el bolsillo trasero de los pantalones, evitar zonas poco concurridas… En definitiva, actuar con la misma cautela que debes tener en los alrededores de la Torre Eiffel, por poner un ejemplo. En todas partes hay sinvergüenzas que intentan aprovecharse del despiste de los turistas. Y, para más tranquilidad, contrata un buen seguro de viaje.

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¿Cómo llegar a Saint-Denis en transporte público?

Puedes consultar toda la información de las diferentes líneas de metro, RER y tranvías en tiempo real en la web de la empresa pública RATP. Estas son algunas de las opciones que puedes utilizar para llegar a Saint-Denis:

  • Metro línea 13 →, Basilique de Saint-Denis
  • RER D → Estación de Saint-Denis
  • Tranvía línea T1 → Estación Basilique de Saint-Denis
  • Tranvía línea T5 →Estación Marché de Saint-Denis

Y hasta aquí este recorrido por la periferia norte de la capital francesa en busca de nuevas propuestas culturales y diversas geografías urbanas. Ahora que ya sabes qué ver en Saint-Denis, ¿te animas a descubrir la que será una de las sedes de los Juegos Olímpicos París 2024?

El Valle del Loira y Leonardo da Vinci: una escapada inolvidable en Francia

El Valle del Loira y Leonardo da Vinci: una escapada inolvidable en Francia

El Valle del Loira y Leonardo da Vinci. ¿Puede haber mejor combinación para un viaje inolvidable? La respuesta es no. Seguir los pasos del genio de la Toscana en Francia te llevará a conocer algunos de los castillos más hermosos del también llamado Valle de los Reyes, a profundizar en su figura y a comprender por qué Da Vinci -que siempre afirmó que el agua es el vehículo de la naturaleza– escogió las orillas del Loira, el más grande de los ríos franceses, para pasar sus últimos años.

El Valle del Loira y Leonardo da Vinci

El Valle del Loira y Leonardo da Vinci: del personaje al mito

Si ha habido un hombre capaz de destacar en cada disciplina que abordase, ese fue Leonardo da Vinci. Pintor, científico, inventor, arquitecto, botánico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, poeta, visionario… Da Vinci encarna como nadie el ideal del hombre del Renacimiento, la expresión absoluta del talento, y su legado, como su controvertida e inaprensible personalidad, sigue fascinando a todos los que se interesan por su persona.

Biografia de Leonardo da Vinci

La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte»

– Leonardo da Vinci

Basta acercarse a la región Centro Valle del Loira para comprobarlo. Más aún este año ya que es el principal escenario de las conmemoraciones del quinto centenario de su muerte. Una fecha que coincide en el tiempo con dos efemérides claves en la historia de Francia: el nacimiento de Catalina de Médici y el inicio de la construcción del Castillo Real de Chambord.

El Valle del Loira, el destino final de un artista multidisciplinar

Da Vinci llegó a Francia en 1516 a lomos de un burro y portando consigo tres de sus obras maestras –San Juan Bautista, Santa Ana y La Gioconda-, y un buen fardo de frustraciones y decepciones. A sus 63 años decidió cruzar el puente de plata que le tendió su país natal, una Italia fascinada por el talento de Miguel Ángel y Rafael que no valoraba su arte, se escandalizaba por sus revolucionarios estudios de anatomía y no entendía su particular visión del mundo.

La corte francesa, en cambio, puso el reino a sus pies. El joven Francisco I, aleccionado por su madre Luisa de Saboya, le brindó su protección y una oferta irrecusable: el cargo de primer pintor, ingeniero y arquitecto del rey, una pensión de 700 escudos de oro, una lujosa residencia y total libertad para dar rienda suelta a su creatividad.

Castillo de Amboise. Valle del Loira

En el Valle del Loira, Leonardo da Vinci encontró la paz que tanto ansiaba y un lugar para soñar, pensar y trabajar rodeado de espléndidos paisajes que lo acompañaron hasta el fin de sus días. Por ello, la región y el país entero rescata este año su memoria y su testamento intelectual con una interesante agenda cultural que incluye más de 700 eventos: exposiciones únicas, ciclos musicales, gastronomía…

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El Castillo Real de Amboise, la sofisticación del primer Renacimiento francés

Construido sobre una antigua fortaleza que domina el Loira y la ciudad medieval, el castillo de Amboise, residencia real y cumbre del art de vivre francés, es la primera sorpresa que nos depara esta ruta ligada al genio italiano.

Castillo Real de Amboise. El Valle del Loira y Leonardo da Vinci

Castillo de Amboise. Leonardo da Vinci y el Valle del Loira

La deslumbrante colección de mobiliario gótico y renacentista de las diferentes salas -recreadas gracias a la tecnología del Histopad-, las terrazas y los amplios jardines con vistas panorámicas al valle, las imponentes torres, su ubicación junto al apacible centro histórico de Amboise… Todo el conjunto que enmarca este castillo erigido entre los siglos XV y XVI es realmente sublime. Por algo fue el palacio favorito de Francisco I y de muchos otros monarcas de las casas de Valois y Borbón.

Capilla de Saint-Hubert. Castillo de Amboise. Valle del Loira

También lo fue para Leonardo da Vinci que quiso ser enterrado en sus dominios. Y es aquí, en una sencilla tumba que custodia la capilla de Saint-Hubert, bajo una lápida de mármol decorada con su rostro, donde reposa aquel hijo bastardo, denostado por el Vaticano, que llegó a ser uno de los grandes prohombres de la historia. Si conoces su prolífica obra, resulta imposible no emocionarse al recordar lo injusto de sus palabras: «He ofendido a Dios y a la humanidad porque mi trabajo no tuvo la calidad que debía haber tenido«.

Tumba de Leonardo da Vinci en el castillo de Amboise © Leonard de Serres

Clos Lucé, la última morada de Leonardo da Vinci

La lujosa mansión que Francisco I puso a disposición del maestro es Clos Lucé, antigua residencia de verano de los reyes de Francia. Situada a solo 400 metros de Amboise, en este castillo con alma de palacio Da Vinci pasó los que probablemente fueron los años más felices de su vida hasta que falleció en mayo de 1519, a los 67 años, dejando tras de sí un legado excepcional.

Clos Luce. El Valle del Loira y Leonardo da Vinci

Su dormitorio, los talleres en los que trabajaba sin descanso, su estudio de pintura, la cocina en que Mathurine -hasta aquel momento cocinera real- preparaba su comida vegetariana, el soberbio oratorio de Ana de Bretaña, la gran sala renacentista, la biblioteca y el gabinete de curiosidades, el sótano donde se exponen de sus inventos, el pasadizo secreto que comunicaba con el castillo de Amboise y que, según dicen, Francisco I utilizaba para visitar a «su padre» lejos de las miradas de la corte… Sin duda, si hay un lugar en el que el espíritu de Da Vinci sigue vivo cinco siglos después de su muerte, es este, su hogar en suelo francés.

Estudio de Leonardo da Vinci. Clos Luce, Francia

Pasadizo secreto de Clos Luce. Valle del Loira

Pero la magia de Clos Lucé no acaba en las nobles dependencias de la villa señorial. Continúa a cielo abierto, a lo largo de un vasto jardín que nos sumerge en la mente de aquel que tanto ansió conocer el funcionamiento de la naturaleza y del hombre.

El Hombre de Vitruvio en los jardines de Clos Luce. El Valle del Loira y Leonardo da Vinci Maquetas móviles de sus visionarios inventos a tamaño real, lienzos que cuelgan de los árboles jugando, como el propio pintor, con la luz y las sombras, audios con sus reflexiones, el manto vegetal que reproducía en sus dibujos el Da Vinci botánico, su proyecto de ciudad ideal…Un paseo iniciático e inspirador como pocos, a la altura de un polímata que entendía el arte y la ciencia como un todo indisoluble.

TE INTERESA → Si visitas Clos Lucé antes del 2 de septiembre, podrás admirar el tapiz de la Última Cena, una valiosa tela, tejida con hilos de seda y oro, que por primera vez en su historia sale de los Museos Vaticanos para formar parte de una exposición única. Esta obra maestra, encargada por Francisco I, tiene las mismas medidas que el fresco que realizó Da Vinci en el refectorio de Santa Maria delle Grazie de Milán.

Chambord, la colosal obra maestra de Francisco I

Según Leonardo Da Vinci existen tres clases de personas: «aquellas que ven, aquellas que ven lo que se les muestra y aquellas que no ven». En el Valle del Loira, no hay lugar para estas últimas porque es imposible no caer rendido ante la belleza de castillos como el de Chambord, una maravilla arquitectónica situada en el corazón de La Sologne.

Castillo de Chambord. Valle del Loira

Aunque empezó a construirse el mismo año en que murió Da Vinci, son muchos los que le atribuyen el diseño de uno de sus elementos más destacados: la escalera central de doble espiral que permite que las personas puedan subir y bajar sin cruzarse. Sea como fuere, lo que está claro es que Chambord es uno de los castillos más espectaculares de esta ruta.

La famosa escalera helicoidal del castillo de Chambord. El Valle del Loira y Leonardo da Vinci

Castillo de Chambord. Valle del Loira, Francia

Y es que lo que empezó siendo un pabellón de caza acabó convirtiéndose en la mayor mansión del valle. Un palacio ideado por Francisco I para demostrar su poder que se traduce en más de 400 habitaciones, 365 chimeneas, terrazas panorámicas y seis torres que se alzan a los pies de sus preciosos jardines. Todo ello, como no podía ser de otra manera, rodeado de naturaleza. Más de mil hectáreas de bosque que le aportan una atmósfera realmente única.

Jardines del castillo de Chambord. Valle del Loira, Francia

GASTROTIP → ¿Te has preguntado alguna vez cómo era la gastronomía francesa durante el Renacimiento? Encontrarás la respuesta en la carta del Restaurant de l’Agriculture de Tour-en-Sologne, un magnífico establecimiento que se ha sumado a las celebraciones del V Centenario con un menú renacentista que nos permite descubrir las recetas de la época y el rico patrimonio culinario del Valle del Loira. Suflé de ricotta con queso parmesano y jamón de Parma, fricasé de pollo al limón, peras al vino y la mejor tarta Tatin que he probado nunca.

Los sabores del Renacimiento en el Valle del Loira

Colinas, viñedos, frondosos bosques, suntuosos castillos que ejemplifican la exquisitez del Renacimiento francés, apacibles pueblos en los que desearías alargar tu estancia, su superb cuisine… El quinto centenario de la muerte de Leonardo da Vinci es la excusa perfecta para conocer este excepcional destino declarado Patrimonio de la Humanidad. Su nombre: Val de Loire. Su apellido: el jardín de Francia.

Más información: Valle del Loira.

48 horas en Avignon, del Medievo a la vanguardia en el corazón de la Provenza

48 horas en Avignon, del Medievo a la vanguardia en el corazón de la Provenza

Dicen que la Provenza es la región de los sentidos y que su corazón late en Avignon, una pequeña ciudad tomada por el arte que navega entre su monumental pasado medieval y su vanguardista presente. Que fue una segunda Roma. Que es creativa, vital y acogedora. Lo dicen y es cierto. Para animarte a que lo descubras por ti mismo y sepas qué ver en Avignon, qué hacer o dónde comer, aquí tienes estas 48 horas que concentran l’art de vivre del sur de Francia. A orillas del Ródano y bajo la misma luz que cautivó a Van Gogh y Cézanne.

Día 1: Qué ver en Avignon

9h Hoy toca madrugar un poco porque tenemos una agenda muy completa en la capital del departamento de Vaucluse. El punto de partida es la Place du Palais, epicentro del antiguo Avignon. La estampa no puede ser más hermosa. Enfrente, el impresionante Palacio de los Papas, a su lado Notre-Dame des Doms, y en un lateral de la gran explanada, el Petit Palais. O lo que es lo mismo, dos monumentos Patrimonio Mundial de la UNESCO y una catedral románica del siglo XII.

El mayor palacio gótico de Europa, símbolo del poder de la Cristiandad en el s. XIV, sede de nueve papados… Reserva al menos un par de horas para visitar el Palacio de los Papas, un conjunto arquitectónico con trazas de fortaleza que, tras el traslado de la Santa Sede a Avignon, enmarcó la etapa de mayor esplendor de la ciudad.

¿Cómo era en tiempos de la corte papal? El Histopad tiene la respuesta. Una tableta táctil que nos traslada 700 años atrás para descubrir como lucían en la Edad Media sus solemnes y austeras estancias. El resultado, una reconstrucción histórica espectacular con imágenes en 360°, personajes y sonidos que nos acompaña mientras visitamos el salón de audiencias, los aposentos del Papa, la sala del Gran Tinel o los frescos de la capilla Saint-Martial… Y, por si fuera poco, desde la terraza, toda ciudad a tus pies. Por algo es uno de los diez monumentos más visitados de Francia.

11h Y de las piedras centenarias del palacio al verdor del jardín des Doms, un refugio natural de estilo inglés donde la historia sitúa el origen de la ciudad. Subir hasta aquí tiene recompensa: aire puro, terrazas, y unas vistas magníficas que sobrevuelan Avignon y los paisajes que se extienden desde el Ródano hasta el Mont Ventoux. Para bajar, toma la Rue des Escaliers Sainte-Anne que desemboca en uno de los centros culturales más interesantes de Avignon, Utopia, un cine de arte y ensayo que programa películas en versión original, debates y conferencias.

12:30h Para iniciarte en el universo de la gastronomía provenzal y tomarle el pulso a la ciudad, ve al mercado de Les Halles, un paraíso gourmet por el que desfilan los mejores productos del sur de Francia. Aceite de oliva, frutas y verduras, increíbles quesos, especialidades típicas como la tapenade (pasta de aceitunas) o las dulces papalines

¿Un imprescindible? Exacto y por eso no hay lista de qué ver en Avignon que no invite a traspasar el impresionante jardín vertical que decora su fachada y entrar en este popular marché que nació para sorprender y complacer al paladar. Mi recomendación: quédate a comer en la Cuisine Cent’ Halles y disfruta de los sabores de la Provenza in situ. Cierra a las 13:30h, tenlo en cuenta (Place Pie, 18).

Les Halles. Avignon. Francia

16h Y de postre, dos citas que ejemplifican la variedad museística de Avignon. En solo cinco minutos llegarás a la primera, el Museo Angladon, un precioso palacete del XVIII que alberga la colección privada del modisto y mecenas parisino Jacques Doucet en la que destacan las obras de grandes genios de la pintura moderna como Van Gogh, Picasso, Degas o Cézanne. Todo ello en un singular espacio en el que también tienen cabida las artes decorativas y mobiliario de los siglos XVIII, XIX y XX.

Museo Angladon. Avignon. Francia

17h La segunda, el museo du Petit Palais que cuenta con una notable colección de pinturas y esculturas de la Edad Media y el Renacimiento italiano. Un secreto: toma un café o un té en el encantador jardín de Autour d’un Thé, un Voyage, y relájate en uno de los rincones más bonitos de Avignon.

18h Tras este interesante recorrido artístico, enfila tus pasos hacía el río para conocer otro de los símbolos de la región: el puente Saint Bénezet, patrimonio Mundial por la UNESCO y conocido en todo el mundo por su famosa canción. Aunque hoy en día solo quedan en pie cuatro de los 22 arcos de esta estratégica construcción del siglo XII, su belleza sigue siendo innegable. Compruébalo con la realidad aumentada de Avignon 3D, una máquina del tiempo en formato app que permite descubrir cómo era este paso de peregrinos y comerciantes en el Medievo.

∗ Totalmente adaptado para personas con movilidad reducida.

Mi momento en Avignon: el puente Saint Bénezet
Cae la tarde en el puente Saint Bénezet. El sol inicia su hipnótico baile de colores sobre el Ródano, y un mistral enfurecido golpea mis mejillas empujándome a abandonar sus dominios. Ignoro su mensaje, me aferro a la barandilla y sigo contemplando cómo Avignon despide el día. El peso de la historia me ancla al suelo y este fiel testigo me habla de ella: de sus 900 metros iniciales, de las crecidas del río, de sus reconstrucciones, de cuando era el único modo de alcanzar el mar desde Lyon… Y sin avisar, mi ayer también se hace presente y me traslada a las clases de francés del colegio, y a aquella canción que aprendí de pequeña: «Sur le pont d’Avignon, on y danse, on y danse…»

Puente Saint-Benezet al atardecer. Avignon. Francia

21h A la hora de cenar, acércate a Le Carré du Palais, un complejo enoturístico que con solo un año de vida ya se ha convertido en un imprescindible de Avignon. Degustar en el bar alguna de sus más de 600 referencias de las D.O.C. Côtes du Rhône y Valle del Ródano, probar los menús maridados de su restaurante gourmet, participar en una cata en la cámara acorazada del antiguo Banco de Francia… Escojas la opción que escojas el resultado será una experiencia superbe enmarcada en un emblemático edificio histórico (Place du Palais, 1).

22.30h Antes de retirarte a descansar, aprovecha para dar una vuelta por el centro y enamórate, un poco más si cabe, de esta dama provenzal. O, si el día te ha sabido a poco, tómate una copa y asiste a un espectáculo en alguna de sus salas permanentes para hacerte una idea de lo que se vive en julio, cuando Avignon acoge uno de los festivales de teatro contemporáneo más importantes de Europa.

Día 2: Qué ver en Avignon

10h La consigna de esta mañana es clara: pasea por el viejo Avignon y piérdete las veces que haga falta para descubrir qué esconde la ciudad intramuros. Iglesias, palacetes, puntos de encuentro que ponen rostro al estilo de vida provenzal como la Place de l’Horloge o Saint-Pierre, callejuelas adoquinadas que llevan el nombre de los gremios de la Edad Media… Hablando de los oficios del Medievo, sería imperdonable no recorrer la Rue des Teinturiers donde no solo corre el agua del canal de la Sorgue, también el eco de los tintoreros que trabajaban aquí, el trinar de los pájaros y los aplausos del teatro Albatros.

Esta especie de museo a cielo abierto está lleno de tiendas de decoración muy al gusto de los parisinos como Vox Populi (Bonnetterie, 35 bis) o CQFD, una concept-store con diseños exclusivamente franceses (Place de la Principale, 16). Otras tentaciones son los chocolates y calissons de La Cure Gourmande (Place du Change, 28), los cosméticos y perfumes de lavanda de Le Château du Bois (Grande Fusterie, 61), y el increíble catálogo de vinilos y cómics de La Licorne (Rue des Fourbisseurs, 64) que casi se mezcla con el olor que desprende Cafés au Brésil -el tostadero más antiguo de Avignon (Fourbisseurs, 64).

¿Dónde quemaría mi tarjeta? En Les Plumes du Paon, una galería-boutique que reúne a una treintena de diseñadores y que forma parte de Les Fabricateurs, un proyecto que agrupa a artistas de distintas disciplinas y que refleja el dinamismo creativo de la ciudad (Rue de la Bonneterie, 91).

12h Si antes de comer te apetece tomar el aperitivo, el sitio que buscas es Mon Bar, un clásico local de barrio, desenfadado y bohemio, donde nadie se siente extraño (Portail-Matheron, 17).

13:30h  Hora de ir al Grand Café Barretta, una antigua cafetería que frecuentaba la flor y nata de la burguesía de finales del XVIII. Hoy, tras su reapertura, la clientela salta de la terraza -inmejorable balcón para ver y ser visto- al elegante comedor para catar, entre otros, su selección de cinco quesos con mermelada casera (Place Saint Didier, 12). ¿Otra opción a tan solo cinco minutos? La cocina tradicional de Balthazar, un pequeño bistrot muy popular por su buen servicio y sus acertados precios (Place des Corps Saints, 74).

15h Alimenta ahora tu espíritu visitando la Colección Lambert, un museo de arte contemporáneo que exhibe la excepcional colección que reunió el galerista parisino Yvon Lambert entre de la década de los sesenta y principios del siglo XXI. Basquiat, Miquel Barceló, Sol LeWitt, Andrés Serrano… Todos los grandes nombres de la pintura, escultura y fotografía están aquí, en los palacetes de Caumont y Montfaucon (Rue Violette, 5).

Collection Lambert. Avignon. Francia. Vaucluse Tourisme

16h Más allá de la belleza que encierran sus más de cuatro kilómetros de muralla, Avignon guarda varios ases en la manga que nos obligan a cruzar el Ródano. Lugares como la isla de la Barthelasse, el pulmón verde de la ciudad, a la que se puede llegar en barco y de forma gratuita desde el embarcadero de St. Bénezet. O Villeneuve-lès-Avignon, un pintoresco pueblo en el que podrás probar el aceite de oliva que produce uno de los molinos más antiguos de la Provenza, el Chartreuse (Maison Bronzini, Rue de la République, 74).

¿Más ideas para esta última tarde? Un crucero fluvial para ver la silueta de Avignon desde una nueva perspectiva, una clase de cocina provenzal en la Maison de la Tour (Rue de la Tour, 9), surcar las aguas del Ródano en kayak…

20h Para concluir esta escapada y despedirte de Avignon con buen sabor de boca, prueba la cocina creativa de L’Agape, un cálido restaurante en el que el chef Julien Gleize reinterpreta con acierto algunos clásicos de la gastronomía gala basándose en productos frescos de proximidad (Place des Corps-Saints, 21).

¿Cómo llegar a Avignon?

La forma más rápida y cómoda para llegar Avignon -y al resto de los principales destinos de Francia- son los trenes de alta velocidad de Renfe-SNCF en Cooperación. Todo son ventajas: llegas al centro de la ciudad, sin esperas y en confortables butacas equipadas con mesa y tomas eléctricas, puedes llevar hasta tres maletas y, además, te desplazas en el medio de transporte que realiza menores emisiones de CO2. Si a ello le sumas el toque romántico que siempre va asociado a viajar sobre raíles y los paisajes que acompañan el trayecto, la opción de coger un avión queda totalmente descartada.

Rumbo a Avignon con Renfe-SNCF.jpg

¿Dónde dormir en Avignon?

¿Dónde dormir en Avignon?
Durante mi viaje a Avignon me alojé en el Hotel de L’Horloge, un magnífico cuatro estrellas situado en pleno centro. Confortables habitaciones, coquetas salas de lectura, wifi gratuita y lo mejor, un completo y sabroso petit déjeuner provençal (Rue Félicien David, 1).

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Como ves, 48 horas en esta ciudad de Francia dan para mucho. Ahora que ya sabes qué ver en Avignon, la pregunta es obvia. ¿A qué esperas para conocer este precioso rincón de la Provenza?

Más información: Avignon Tourisme