Qué ver en Matarraña, la comarca de Teruel que te enamorará

Qué ver en Matarraña, la comarca de Teruel que te enamorará

Preciosos pueblos medievales cincelados en piedra, aire puro, espacios naturales custodiados por imponentes montañas, sabores que se inspiran en la gastronomía tradicional del Bajo Aragón… La España vaciada guarda un tesoro en su interior, un paraíso slow en forma de comarca situado en la provincia de Teruel. ¿Quieres conocerlo? Entonces sigue leyendo porque voy a mostrarte todo lo que tienes que ver en Matarraña, una de las propuestas de turismo rural más atractivas de nuestra geografía.

Valderrobres
Vista de Valderrobres desde el castillo

La comarca del Matarraña, mucho más que la Toscana española

El atlas de nuestro imaginario colectivo está lleno de comparaciones -algunas forjadas a golpe de calzador y otras más afortunadas. Y a esta tierra fronteriza, nexo histórico entre el interior y la costa del Mediterráneo, le tocó ser conocida como la Toscana española. A mí no me acaba de convencer este símil y me consta que a muchos de sus vecinos, tampoco.

Valdetormo. Comarca de Matarraña. Teruel
Relax y desconexión en Valdeltormo

La razón es simple: Matarraña es mucho más que sus paisajes de postal. Son sus tradiciones, el chapurriau que hablan sus gentes, su lucha por la despoblación, sus emprendedores, su aceite, su vino y su jamón. Y suma y sigue, porque si de algo va sobrada esta comarca turolense es de carácter y personalidad.

Ruta del Parrizal de Beceite. Que en Matarraña
Ruta del Parrizal de Beceite

¿Visitar Matarraña en tres días?, ¿en cinco? Aunque no tengo la respuesta para la pregunta del millón, si te sirve de referencia, yo hice una ruta de cinco días y me dejé muchísimo por ver, sentir y disfrutar.

Ruta por los pueblos que tienes que ver en Matarraña

Dieciocho pueblos de trazado medieval unidos por carreteras que arañan el terruño en cada curva. Menos de 9.000 habitantes y un paisaje de verdes, marrones y ocres donde se dan la mano los vientos mediterráneos y el cierzo, se escucha el silencio y se respira la calma.

Esta bien podría ser la radiografía escénica del Matarraña/Matarranya, una comarca en la que todo está cerca y todo merece ser descubierto. Poblados ibéricos, viñedos y olivares, arte rupestre, fantásticos alojamientos que ofrecen refugio en medio de la naturaleza, la luz de sus días, la oscuridad que ilumina sus cielos… Y, cómo no, cada una de las poblaciones que conforman su geografía y que, sin pretenderlo, dan tregua al estrés y avivan los sentidos.

Panoramica de La Fresneda desde la ermita de Santa Barbara.
Panorámica de La Fresneda desde la ermita de Santa Bárbara

La ruta que te propongo para llegar al Matarraña es la misma que hice en su día partiendo de Teruel capital. Aunque la opción más rápida es tomar la N-420 hasta Alcañiz, si vas por Gúdar-Javalambre, podrás visitar algunas de las poblaciones más hermosas de esta comarca como Rubielos de Mora o Mosqueruela y, ya en tierras de Castellón, la preciosa Morella.

¿Listo para descubrir los pueblos que tienes que visitar en Matarraña? Comenzamos.

Beceite

La primera parada de esta ruta es Beceite cuya estampa, que se adapta al terreno como un guante, nos anuncia la serena belleza de los pueblos de la comarca. Solo hay que cruzar el viejo puente de piedra, el primero que salva el río Matarraña desde su nacimiento en los Puertos de Beceite, para comprobarlo. Callejeando sin prisa y disfrutando de cada uno de los rincones que conforman este encantador conjunto histórico artístico. Calles empedradas que concatenan muestras de arquitectura popular, portales de la muralla rematados con capillas, el barroco de la iglesia de San Bartolomé que preside la plaza de la Constitución, el legado de sus fábricas de donde salió el papel para los grabados de Goya o los naipes de Heraclio Fournier…

Portal de Villanueva. Beceite. Que ver en Matarraña.
Callejeando por Beceite te topas con rincones como el portal de Villanueva
Beceite, comarca de Matarraña
Plaza de la Constitución e iglesia de San Bartolomé de Beceite

Pero si por algo destaca Beceite es por el paisaje montañoso que se extiende extramuros. De hecho, aquí comienza una de las sendas más bucólicas de la comarca que te mostraré más adelante: El Parrizal.

🏨 Alojamientos recomendados en Beceite:

  • Font del Pas: hotel situado junto al río Matarraña con jardín. Acogedoras habitaciones con vistas
  • Casa Ronda: encantador apartamento de dos dormitorios totalmente equipado

Valderrobres

Hablar de Valderrobres es hablar del pueblo más hermoso del Matarraña, de un stendhalazo con mayúsculas que más que una villa parece un lienzo pintado con mi mimo para deslumbrar. Esa es la imagen que me vino a la mente cuando lo vi desde el arrabal, justo antes de cruzar su famoso y robusto puente de piedra.

Valderrobres. Que ver en la comarca del Matarraña
Valderrobres, la joya del Matarraña

A partir de ahí, el centro histórico de la capital del Matarraña despliega sus alas desde lo alto de la colina tejiendo un laberinto de calles empinadas, escaleras flanqueadas por macetas y plazas donde los vecinos se reúnen al caer la tarde. Forja, madera, piedra, casonas nobiliarias y cuestas y más cuestas. Allá donde mires reconocerás su pasado medieval, más aún si lo haces desde su impresionante castillo-palacio del siglo XV. Una de las grandes joyas del gótico aragonés que nos regala una inolvidable panorámica que sobrevuela el casco antiguo y se pierde en los Puertos de Beceite.

Valderrobres, uno de los pueblos más bonitos de la comarca del Matarraña
Valderrobres forma parte de la asociación Los Pueblos más Bonitos de España

¿Otros imprescindibles de Valderrobres? La plaza España, las calles San Antonio, San Roque y Santa Teresa, la iglesia de Santa María la Mayor y las terrazas de la plaza Autonomía de Aragón donde podrás tapear de lujo con Valderrobres de fondo.

🏨 Hoteles recomendados en Valderrobres:

  • Hotel El Castell: céntricas y cálidas habitaciones con preciosas vistas
  • La Casa de Sebastián: habitaciones amplias de estilo clásico situadas en el centro histórico
  • Fonda La Plaza: ubicado en un antiguo edificio de piedra del siglo XIV a 200 metros del castillo
  • Fuente del Miro: hotel con cafetería y restaurante de cocina tradicional

Cretas

Tras tantas subidas y bajadas, agradecerás darte un tranquilo paseo por las calles llanas de Cretas. Un pequeño pueblo, habitado por poco más de 500 vecinos, que también luce ese aire medieval y renacentista tan propio del Matarraña, pero esta vez rodeado de olivares y almendros que florecen en primavera. Recorre la calle Mayor. Detente frente a la iglesia de la Asunción, a los pies del portal capilla de San Antonio de Padua y prueba las casquetas. Contempla la señorial Casa Turull, haz un alto en el camino en su magnífica plaza Mayor, y deja que los cipreses te acompañen hasta alcanzar la ermita de la Misericordia. Pocos viajes al Medio resultan menos exigentes y más evocadores que el que nos propone Cretas.

Cretas, un precioso pueblo de Matarraña
Cretas, puro encanto rural
Cretas. Matarraña. Teruel
Iglesia de la Asunción y portal capilla de San Antonio de Padua

Dos últimas recomendaciones: si te gusta bucear en la historia, acércate al yacimiento íbero de Els Castellans, y al barranco del Calapatá para ver las pinturas rupestres de Arte Levantino que alberga la Roca dels Moros.

Calaceite

Olivares y almendros marcan el camino a seguir hasta llegar a Calaceite, un must-see que no puede faltar en la respuesta a qué ver en Matarraña. Por muchas razones. La principal es porque su casco antiguo, escondido en la falda de un cerro, es uno de los más atractivos y mejor conservados de la comarca. De ahí su declaración como conjunto histórico-artístico, y su inclusión en la red de Pueblos Más Bonitos de España.

Calaceite. Matarraña
Calaceite está considerado la capital cultural del Matarraña

Pero hay más. En los años 70, Calaceite vivió una época de intensa actividad cultural con la llegada de un buen número de intelectuales que encontraron aquí la inspiración que buscaban. Como el escritor chileno José Donoso, que fue un vecino más durante 17 años, y que solía recibir a amigos como García Márquez, Buñuel o Vargas Llosa. En reconocimiento a todos ellos se erigió la encantadora plaza de Los Artistas.

Calaceite. Que ver en Matarraña
Calaceite, a cada paso una sorpresa

Callejuelas que trepan sobre los adoquines, casas palaciegas, bosques de pórticos y arcos ojivales, la espectacular fachada barroca de la iglesia de la Asunción, la arquitectura señorial que engalana la calle Maella…. Es muy difícil escapar a los tópicos en Calaceite y muy fácil trasladarte a otra época. Experimenta esta sensación contemplado la puesta de sol desde el poblado ibérico de San Antonio.

🏨 Alojamientos recomendados en Calaceite:

  • Hotel del Sitjar: situado en la plaza principal de Calaceite. Biblioteca, salón con chimenea y billar
  • Hotel Cresol: encantador hotel rural con habitaciones con techos de madera y paredes de piedra
  • Casa l’Escorretger: apartamento de dos dormitorios totalmente equipado. Admiten mascotas

Valdeltormo

Nuestro viaje por el Matarraña continúa en dos poblaciones, Valdeltormo y Valjunquera, que compensan su menor monumentalidad con grandes dosis de autenticidad ya que no son muchos los que se aceran a conocerlas. Todo un error porque en esta comarca sería imperdonable pensar que, visto un pueblo, vistos todos.

Valdeltormo. Que ver en Matarraña. Teruel
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Valdeltormo (La Vall del Tormo), situado a 438 metros de altitud y con casi 300 habitantes que se niegan a cambiar el campo por la ciudad y la agricultura por la industria, es un claro ejemplo de que toda esta zona merece ser descubierta en modo fuera de cobertura. Prueba de ello son las muestras de arquitectura popular del barrio del castillo, la preciosa estampa que conforma su iglesia barroca, y el antiguo ayuntamiento que alberga un museo dedicado a la cultura ibérica. Algo lógico teniendo en cuenta la cercanía de los yacimientos de Les Torrasses, el Cerrau y el Tossal de Santa Bárbara, a los que se suma la Torre Cremada con sus fantásticas vistas. Y si prefieres caminar, acércate a la vieja estación de tren y recorre algún tramo de la Vía Verde del Vall de Zafán. A pie o en bici, tú decides.

Calle Mayor de Valdeltormo
Calle Mayor de Valdeltormo

Valjunquera

Situado a menos de 10 kilómetros del anterior, Valjunquera es otro remanso de paz tallado en piedra que bien merece un hueco en tu agenda. Sobre todo, si te interesa profundizar en el pasado de esta singular comarca. Y es que aquí, excavado en la roca sobre la que se asienta la torre de la iglesia de San Miguel, se encuentra el Centro de Interpretación de la Memoria Histórica del Matarraña. Una fantástica oportunidad para conocer los usos y costumbres de la zona a través 3.000 fotografías fechadas entre finales del siglo XIX y la década de los sesenta del XX (Plaza Inauguraciones, s/n).

Valjunquera
Valjunquera, el guardián de la memoria

Tras este baño de historia, fíjate en los detalles de su magnífica portada-retablo de dos cuerpos, charla con los vecinos en la lonja del antiguo ayuntamiento -hoy Casa Cultural-, y sigue el camino del calvario hasta la ermita de la Mare de Déu.

Valjunquera. Que ver en Matarraña
La iglesia de San Miguel es uno de los mejores exponentes del barroco de la comarca

La Fresneda

Abre bien los ojos porque llegamos a La Fresneda, otro de los platos fuertes del Matarraña. Una población que promete desde el primer minuto, cuando, por sorpresa, divisas su silueta desde la carretera. Pequeña, enclavada en la ladera de un cerro y con un casco antiguo, declarado conjunto histórico-artístico, que resulta sencillamente arrebatador.

La Fresneda. Que ver en la comarca del Matarraña
Un alto en el camino en La Fresneda

Casas señoriales, porches, abigarrados tejados, la iglesia de Santa María, su hermosa y curiosamente triangular plaza Mayor donde se alza el monumental ayuntamiento de estilo gótico-renacentista con sus cárceles medievales, su luz… Así es La Fresneda, un capricho para los sentidos que merece parada y fonda si lo que buscas es empaparte de paz.

Casa de la Encomienda. La Fresneda
Casa de la Encomienda

Imprescindible: recorrer el sendero flanqueado por cipreses que conduce a la ermita de Santa Bárbara para contemplar una de esas panorámicas que no se olvidan: el pueblo, los restos de su antiguo castillo y el valle del Silencio, surcado por el río Matarraña y sembrado de olivos centenarios.

Ráfales

El punto final de este viaje, que es más bien un punto y seguido porque quiero volver para conocer todo lo que me dejé por ver en Matarraña, es Ráfales. Una joya medieval, regada por el río Tastavins, que se suma al resto de sorpresas que se dan cita en este rincón fronterizo de Aragón. Haciendo gala de una acertada combinación de naturaleza y patrimonio, su conjunto histórico-artístico resulta fascinante ya que la mayoría de las casas conservan su estructura original.

Plaza Mayor de Rafales. Que ver en Matarraña
Plaza Mayor de Ráfales
Museo del Aceite de Rafales
Exterior del Museo del Aceite de Ráfales

El precioso portal de La Moneja, el de San Roque, la coqueta plaza Mayor donde se alza la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora y la Casa Consistorial adosada a la antigua muralla, su mazmorra del XVI que forma parte de la Ruta de las Cárceles… Completa tu recorrido disfrutando de las vistas que nos brinda la ermita de San Rafael, practicando senderismo en Els Estrets, y no olvides dejarte caer por El Molí de l’Hereu. Una antigua almazara reconvertida en un hotel con spa que cuenta con un interesante Museo del Aceite.

🏨 Hotel recomendado en Ráfales: Hotel Molí de L’Hereu: encantador hotel con restaurante, spa y jardín.

  • Muchas de estas poblaciones ofrecen visitas guiadas. Si las contratas, además de obtener información de primera mano, contribuirás a apoyar la economía local. Igual que si pruebas su contundente gastronomía en sus excelentes restaurantes, y disfrutas de la impresionante red de alojamientos del Matarraña. Casas de turismo rural, hoteles con encanto, campings…

Espacios naturales imprescindibles del Matarraña

La naturaleza es parte indisoluble de la magia de esta comarca que limita con Tarragona y Castellón, y que demuestra que la belleza también está en el interior, aunque el mar quede muy cerca.

Paisajes del Matarraña
Una muestra de los paisajes del Matarraña

Inmensos pinares que esconden fincas de viñedos y olivos en los que se practica la agricultura ecológica, ríos como el propio Matarraña que le da nombre, el Algars, el Ulldemó y el Tastavins, rutas para todo tipo de senderistas y ciclistas, barrancos, un manto verde que varía en función de la altitud, los agrestes Puertos de Beceite… La diversidad de paisajes de este pequeño territorio es toda una invitación para practicar deporte y reconectar con el medio rural. Dos ejemplos:

Parrizal de Beceite

Una de las rutas más famosas de la comarca del Matarraña es el Parrizal de Beceite. De fácil acceso y apta para ir con niños, el camino remonta el río Matarraña mostrando un paraje de ensueño formado paredes de roca, cañones, pinturas rupestres y pozas de aguas cristalinas.

Aunque merece la pena hacer el recorrido completo desde Beceite, muchos optan por dejar el coche en el parking para centrarse en la ruta de las pasarelas de madera. Un sendero lineal que transcurre a lo largo de 6 kilómetros (ida y vuelta) y que finaliza en un portentoso cañón conocido como los Estrechos del Parrizal. ¿Un delirio visual? Exacto.

Pasarelas del Parrizal de Beceite. Marraña. Teruel
Pasarelas de madera del Parrizal

En pro de la conservación de este espacio natural, el aforo es limitado por lo que deberás comprar tu entrada con antelación en la web oficial del ayuntamiento de Beceite.

Pantano de Pena

Desde Beceite, una pista forestal asfaltada conduce a otro rincón imprescindible del Matarraña: el pantano de Pena. Este embalse, situado en el cauce del río del que toma su nombre, a los pies de Puertos de Beceite, resulta perfecto para una jornada de picnic, un baño en sus playas fluviales -si la temperatura lo permite-, o para dar un paseo en kayak viendo cómo cambia el color de sus aguas dependiendo del momento del día. Si quieres recorrerlo pedaleando, la ruta en bici parte de la presa y la dificultad es baja.

Embalse de Pena. Que ver en la comarca del Matarraña
Embalse de Pena

Otros espacios naturales que no debes perderte son La Pesquera, un conjunto de pozas formadas por la erosión el río Ulldemó en los alrededores de Beceite, El Salt de La Portellada, una preciosa cascada de 20 metros, y las piscinas naturales del río Algars, un paraje de gran valor paisajístico y biológico situado entre Lledó y Arens de Lledó.

Y hasta aquí mis recomendaciones de los lugares que tienes que ver en Matarraña. ¿A qué esperas para acercarte a este paraíso slow? Una comarca de Teruel donde las carreteras secundarias esconden tesoros esenciales, y que lucha por defender sus paisajes al grito de «no a las centrales eólicas».

Mapa de la comarca del Matarraña

Sigue viajando por Teruel

Si te has quedado con ganas de saber qué más tienes que ver en Teruel, aquí tienes un puñado de sugerencias para descubrir esta sorprendente provincia aragonesa.

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Castillo de Peracense, la fortaleza roja de Teruel

Castillo de Peracense, la fortaleza roja de Teruel

El castillo de Peracense es uno de los más bellos y mejor conservados de la provincia de Teruel. Una joya, muy poco conocida, que bien merece una escapada a la comarca aragonesa del Jiloca para descubrir qué lo hace tan único y espectacular. En este artículo encontrarás toda la información que necesitas para organizar tu visita. Cómo llegar, horarios, compra de entradas, qué ver en los alrededores, dónde comer… Estoy convencida de que cuando llegues al final, querrás conocerlo sí o sí.

Castillo de Peracense
El castillo de Peracense es uno de los lugares de mayor interés turístico de la provincia de Teruel

Un paseo por la historia

La historia de esta imponente fortaleza medieval, que se alza en lo alto de la localidad de Peracense, corre en paralelo a la del resto de castillos de Teruel. Y es que son muchas las fortificaciones que se construyeron para proteger este territorio de los constantes conflictos con Castilla y con las taifas musulmanas.

Las primeras referencias del castillo nos trasladan a la Edad del Bronce, celtibérica y romana, y prosiguen en la Edad Media, momento en el que su valor defensivo aumenta por su situación fronteriza. Años más tarde, tras la reconquista, pasó a ser una prisión y un cuartel del ejército. Luego cayó en desuso, sufrió saqueos y se utilizó como cantera de piedras de afilar.

Castillo de Peracense
El recinto superior, la zona más protegida del castillo

Afortunadamente, a partir de 1987 empezaron las labores de restauración que continúan en la actualidad con excavaciones arqueológicas y nuevas rutas que hacen de este castillo del siglo XIII un sensacional enclave para viajar en el tiempo y disfrutar de los impresionantes paisajes que lo rodean.

Vistas del castillo de peracense desde la ruta 3
El castillo de Peracense, un escenario de película

Aviso para navegantes: tras publicar una foto del castillo en mi cuenta de Instagram, muchos seguidores me preguntaron si aquí se rodó Juego de Tronos. La respuesta es no, aunque esta fortaleza roja bien podría acoger el Trono de Hierro.

Visitar el castillo de Peracense

Cuando visites esta portentosa muestra de arquitectura militar medieval, lo primero que llamará tu atención es su estratégica ubicación ya que se asienta sobre una gran mole de roca de arenisca roja llamada rodeno. Su construcción, en el mismo material, hace que se mimetice completamente con el paisaje que lo rodea. Un entorno natural de formas imposibles que pertenece a Sierra Menera y que se encuentra muy cerca del cerro de San Ginés desde donde obtendrás las mejores vistas.

Paisaje que rodea el
Hipnotizada con el paisaje que rodea el castillo

Gracias al aprovechamiento de la topografía del terreno, el castillo se convirtió en una atalaya prácticamente infranqueable. Para comprobarlo, solo tienes que observarlo desde la distancia. Quizás te pase como a mí y te parezca un barco varado en la montaña e incluso te cueste distinguir donde termina la roca y empieza el castillo.

Ahora que ya lo tenemos localizado, la pregunta es ¿qué encontramos en el interior de su gran perímetro amurallado? La respuesta es tres recintos concéntricos que organizan su sistema de defensa en un total de 4.000 m2.

Recinto inferior

Para sumergirnos en el contexto de la época, la gran explanada del recinto inferior nos recibe con una exposición permanente de armas de asedio a tamaño real, entre las que destacan la rueda de fuego, un qaws al-ziyar árabe, y el gran ariete. Todas ellas están flanqueadas por un primer cinturón de murallas de 3 metros de espesor con torreones, saeteras y paseos de ronda almenados.

Exposición de armas de asedio
Exposición de armas a tamaño real “Bajo Asedio”

Las antiguas caballerizas -ahora zona de servicios-, el foso y la ya mencionada cantera de piedras son otros puntos de interés de este primer contacto con esta fortaleza que resulta inexpugnable por sus costados norte y este.

Recinto intermedio

En el sector central del castillo, que antaño albergaba los dormitorios, cocinas y talleres, se encuentra el actual museo que cuenta con reproducciones de piezas arqueológicas y una sala de exposiciones de fotografías.

Museo del castillo
Museo del castillo
Torre del Hospital. Castillo de Peracense
La Torre del Hospital conectaba los recintos intermedio y exterior en el flanco oeste de la fortaleza

Tras profundizar en la dilatada historia que narran sus paneles, te recomiendo subir a la Torre del Hospital y a la terraza del propio museo para disfrutar de la peculiar silueta que adopta el castillo en su tramo final.

Falsa Torre del Homenaje del castillo de Peracense
Vista de la falsa Torre del Homenaje desde el recinto intermedio

Además de los restos de la capilla, la cárcel y la necrópolis, otro elemento característico del recinto intermedio es el aljibe principal de la plaza de armas que recogía algo tan primordial como el agua. Con una profundidad de 4 metros, podía almacenar hasta 60.000 litros, y para llenarlo se construyó una red de pequeños canales que todavía pueden apreciarse.

Recinto superior

De difícil acceso, fácil de proteger y con amplias panorámicas que controlan todo el territorio. Así es el recinto superior del castillo de Peracense, que, como podrás intuir, albergaba las estancias principales. La residencia familiar del alcaide, la sala mayor, el polvorín, más aljibes…

Recinto superior y aljibe
Recinto superior y aljibe

Aunque el acceso original se realizaba a través de un puente levadizo, hoy son unas escaleras las que permiten llegar a la parte más alta atravesando una falsa Torre del Homenaje, que en realidad es un enorme muro defensivo con una única puerta.

Tras ascender por los diferentes niveles de este recinto, llegamos al punto más alto de la fortaleza: la terraza superior. Es aquí, a 1.365 metros sobre el nivel del mar, donde tu cámara echará humo para captar la belleza de una vista de 360º del valle del Jiloca con todo el castillo bajo tus pies.

Recinto superior del castillo de Peracense
La terraza superior recogía el agua de lluvia y la distribuía a los aljibes

Seguramente pienses que estas vistas ya justifican una escapada a este seductor rincón de Aragón, pero las sorpresas continúan y todavía te esperan más perspectivas de escándalo.

Senderos del castillo de Peracense

Si te gusta caminar, no dudes en recorrer alguno de los cinco senderos señalizados que discurren alrededor del castillo. Y es que no solo podrás admirarlo desde diferentes encuadres, también te adentrarás en uno de los conjuntos paisajísticos más singulares de Aragón. Escoge el que mejor que se adapte a tus necesidades, ponte ropa y calzado cómodo y deja que el entorno haga el resto.

Senderos del castillo de Peracense
Senderos del castillo de Peracense

Ruta 1 – Subida al mirador de los Panderones: suave ascensión entre densos matorrales de jara que desprenden un agradable aroma (ida y vuelta 480 metros).

Ruta 2 – Ronda del Asalto: ruta circular que rodea la base del castillo bajo sus espectaculares roquedos (590m).

Ruta 3 – Camino de la Villeta: senda perimetral que combina magníficas vistas del castillo y destacados enclaves como las ruinas de la ermita de la Villeta, la Cueva de Maleno o el camino viejo de Ródenas (1.750 m).

Ruta 3. Senderos del castillo de Peracense
Restos de la ermita de la Virgen de la Villeta

Ruta 4 – Camino viejo del castillo de Peracense: como su nombre indica durante siglos fue la ruta que conectaba Peracense y el castillo. Atraviesa el despoblado medieval y el monte de cuarcitas de «La Calzada» (2.900 m ida y vuelta).

Vista de Peracense desde el castillo
Vista de Peracense desde el castillo

Ruta 5 – Senda de la Peña de la Montera: un breve y cómodo paseo por las antiguas canteras de esta peña donde se extraían las piedras para construir el castillo. Su color rojizo es debido al óxido de hierro que contienen (200 m ida y vuelta).

Ruta 5. Castillo de Peracense
Ruta 5. Castillo de Peracense

Recreaciones medievales y visitas nocturnas

Con la paulatina vuelta a la normalidad, las actividades que se solían celebrar en el castillo antes de la pandemia regresan poco a poco a este escenario para dotarlo de un patrimonio cultural excepcional. Una de las más destacadas son las jornadas de recreación medieval «Peracense Siglo XIII», un evento que organiza cada verano la Asociación Fidelis Regi y que nos tras traslada a la Edad Media. Las visitas nocturnas teatralizadas, que incluyen la observación de las Perseidas, los torneos de softcombat, el mercado medieval… Si esta fortaleza es una sorpresa continua, los eventos que alberga no se quedan atrás.

Qué ver en los alrededores del castillo de Peracense

Sería imperdonable abandonar este enclave turolense sin conocer los alrededores del castillo donde se dan cita más paisajes hipnóticos y encantadores pueblos como el propio Peracense o Ródenas.

Peracense y el cerro de San Ginés

El peculiar cromatismo rojizo del castillo también envuelve a Peracense, un pueblecito de aire medieval que invita a callejear entre muestras de arquitectura popular. Sus principales puntos de interés son la iglesia de San Pedro, el ayuntamiento y la imponente carrasca milenaria que resiste el paso del tiempo en las afueras.

Portal de Don Pascual. Peracense
Portal de Don Pascual. Peracense

Al sur del pueblo se levanta el cerro de San Ginés, la cumbre del valle del Jiloca. Aunque se puede llegar a este bello mirador natural en coche, la experiencia es mucho gratificante si se hace a pie siguiendo una ruta circular de 8 km. ¿La recompensa? Peracense y Ródenas a vista de pájaro y, entre ambos, el castillo.

Ródenas

Muy cerca de aquí, a menos de 6 km, puedes visitar Ródenas. Este encantador pueblo forma parte del Parque Cultural de Albarracín, un territorio protegido que cuenta con un valioso patrimonio geológico y paleontológico, y que también incluye los municipios de Tormón, Bezas, Albarracín y Pozondón.

Rodenas, alrededores de Peracense
La casa del Olmo es una impresionante edificación en piedra de rodeno

Paseando por el pueblo verás que su arquitectura serrana también sigue los dictados de la piedra de rodeno dando forma a preciosas casas solariegas como la bajomedieval casa del Olmo o la casa de los Julianes. Otros puntos de interés son la iglesia parroquial de Santa Catalina, el aljibe y el antiguo horno comunal, que acoge el Centro de Interpretación Los Encantos del Rodeno.

Albarracín y el Paisaje protegido de los Pinares de Rodeno

¿Cuánto vale una hora de tu tiempo? Porque es lo que necesitarás para llegar al que para muchos es el pueblo más bonito de España: Albarracín. Murallas, estrechas callejuelas empinadas, balcones de forja, soberbios portones, techumbres de madera… Un sueño medieval a orillas del río Guadalaviar que enamora a quien lo pisa.

Albarracin
La belleza de Albarracín es incuestionable

Ya que has llegado hasta aquí, no dudes en recorrer el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, uno de los conjuntos paisajísticos y culturales más espectaculares de Aragón. Como espectaculares son los cientos de pinos resineros que afloran sobre areniscas de color vino, las rocas que retan a la ley de la gravedad y las pinturas rupestres de sus abrigos.

Paisaje Protegido de los Pinares del Rodeno
Pinturas rupestres en el Paisaje Protegido de los Pinares del Rodeno

Teruel

¿Qué decir de la coqueta y acogedora capital aragonesa? Pues que Teruel sorprende y mucho. Son pocos los que imaginan que es la cuna del arte mudéjar, que en su casco antiguo el medievo y el modernismo se dan la mano, que es tranquila y amable, que sobrevive con nobleza en la España vaciada y que tiene mucho que contar.

Teruel
La plaza del Torico, santo y seña de Teruel

Cómo llegar al castillo de Peracense y dónde aparcar

El Castillo de Peracense está situado a 62 km (48 min) de Teruel capital. La ruta más rápida en coche es la que discurre por la A-23, y continúa por la A-1511 y TE-V-9022 hasta C. Arrabal en Ródenas.

Si el punto de partida es Albarracín, cuenta con unos 55 minutos para recorrer los 54 km de distancia por la A-1512, TE-V-9031, A-1511 y TE-V-9022.

De Zaragoza al castillo hay 143 km. Toma la A-23 hacia TE-V-9024 (salida 160) y sigue por la TE-V-9024.

Mirador accesible del castillo de Peracense
Mirador accesible del castillo de Peracense

Puedes dejar el coche en el parking gratuito que hay en el exterior de la fortaleza. Otra opción es aparcar en el casco urbano de Peracense y subir andando por el ya mencionado Camino viejo del castillo de Peracense.

Aunque el castillo no está adaptado, las personas con movilidad reducida pueden aparcar junto al sendero que conduce al mirador accesible del castillo y disfrutar de unas preciosas vistas.

Horarios de apertura del castillo de Peracense

El castillo de Peracense puede visitarse todo el año en los siguientes horarios:

  • 1 de enero al 16 de abril: 10:30-14:00 y 15:30-18:00h
  • 17 de abril al 30 de junio: 10:30-14:00 y 16:00-20:30h
  • 1 de julio al 15 de septiembre: 10:30-14:00 y 16:00-21:00h
  • 16 septiembre al 15 de octubre: 10:30-14:00 y 15:30-19:00h
  • 16 de octubre al 31 de diciembre: de 10:30-14:00 y 15:30-18:00h
Acceso al castillo de Peracense
Acceso al castillo de Peracense

* Dada la situación actual, te recomiendo que confirmes los horarios de apertura en el teléfono de información 620 863 078 o enviando un correo a info@castillodeperacense.es

Precios y compra de entradas para visitar el castillo de Peracense

Toma nota del precio de las entradas:

  • Entrada general: 3,5€
  • Jubilados, Carnet Joven y grupos (más de 15 adultos): 3€
  • Niños (6-14 años): 2 €
  • Menores de 6 años: entrada gratuita
Compra de entradas para visitar el castillo de Peracense
Compra de entradas para visitar el castillo de Peracense

Respecto a la compra de entradas, puedes adquirirlas en el propio castillo porque normalmente no hay problemas de aforo. Otra opción es realizar tu reserva online en Spain Heritage Network, la plataforma de castillos y palacios de España. Eso sí, tendrás que abonar 1€ + IVA más por los gastos de gestión.

Dónde comer cerca del castillo de Peracense

Mi recomendación es que te acerques a la vecina población de Ródenas y reserves mesa en el restaurante Los Poyales. En su carta encontrarás deliciosas raciones como huevos rotos con foie, torreznos o buñuelos de bacalao, y platos más contundentes como el arroz meloso con calamar y bogavante y el jarrete de ternasco. Este establecimiento es accesible y cuenta, además, con una amplia terraza exterior (Aro la Balsa, 1).

Restaurante Los Poyales
Los Poyales, una magnífica opción para comer muy cerca del castillo de Peracense

Y hasta aquí toda la información que he recopilado para que puedas organizar tu visita al castillo de Peracense. Ahora ya lo sabes, Teruel tiene su propia fortaleza roja y te está esperando para sorprenderte.

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Qué ver en Gúdar Javalambre: una comarca de Teruel tan desconocida como sorprendente

Qué ver en Gúdar Javalambre: una comarca de Teruel tan desconocida como sorprendente

Altas cumbres y valles, cielos impolutos, algunos de los pueblos más bonitos de España, gastronomía serrana, actividades en plena naturaleza… Si te preguntas qué ver en la comarca de Gúdar Javalambre, sigue leyendo porque voy a mostrarte mil y un motivos para viajar al sur de Teruel.

Puertomingalvo. Gudar Javalambre
Puertomingalvo, una de las joyas de Gúdar Javalambre

Qué ver en Gúdar Javalambre o cómo enamorarte del sur de Teruel

Gúdar Javalambre es un destino que reclama ser descubierto en clave slow, disfrutando de sus paisajes, de la tranquilidad, del aire puro, del patrimonio que lucen sus villas, de su gastronomía -con el jamón de Denominación de Origen y la trufa negra como protagonistas… Y, cómo no, del astroturismo ya que esta comarca está certificada como ‘Destino y Reserva Starlight‘, y luce un cielo estrellado y limpio de contaminación lumínica que refrenda su carta de presentación: «Aquí tocamos las estrellas».

Gudar Javalambre
Pura belleza, así son los paisajes de Gúdar Javalambre

Pueblos de la comarca de Gúdar Javalambre

Uno de los grandes atractivos de esta comarca son las pequeñas poblaciones que llenan de vida la sierra de Gúdar y la de Javalambre plantándole cara a la despoblación rural. Y es que, aunque a primera vista puedan parecer similares dada la orografía montañosa del terreno, cada una tiene su toque especial. Ese que te obliga a detener el paso y a adentrarte en sus callejuelas donde lo cotidiano se torna extraordinario a los ojos del viajero que procede de una gran ciudad. Porque aquí no hay semáforos, ni atascos, ni gente anónima. Aquí encontrarás niños jugando en la calle, vecinos que se saludan por su nombre y, pese a la escandalosa falta de comunicaciones, una calidad de vida envidiable.  

A continuación te presento algunos de lo pueblos que tienes que ver en Gúdar Javalambre aunque hay muchos más que espero poder enseñarte muy pronto. ¿Me acompañas?

Mosqueruela

Empezamos este recorrido a 1.475 metros de altitud, en Mosqueruela, una villa medieval, situada a caballo entre la sierra de Gúdar y el Maestrazgo. Fundada en 1265 por orden del rey Jaime I y declarada Conjunto Histórico Artístico, este pueblo resume la esencia de esta comarca aragonesa: tranquilidad, aire puro, patrimonio, un cielo único y bellos entornos naturales, como comprobarás en cada curva de la carretera que conduce a este Pueblo Mágico de España.

Portal de San Roque. Mosqueruela
Portal de San Roque, entrada principal de la muralla de Mosqueruela

Una vez allí podrás recorrer su longeva historia en cada uno de sus rincones. Su pasado musulmán en algunos torreones y puertas de la muralla, el poder que alcanzó gracias a la ganadería en los palacios de los siglos XVI y XVII que se alzan en las calles Ricos Hombres e Isabel Blesa, la iglesia de la Asunción con trazas góticas y barrocas, la calle y plaza Mayor con sus típicos soportales… Una interesante visita que, además, esconde una sorpresa gastronómica que te desvelaré más adelante.

Iglesia  de la Asuncion de Mosqueruela
Iglesia de la Asunción de Mosqueruela

Puertomingalvo

Hablar de Puertomingalvo es hablar de una de las joyas de esta comarca como demuestra su temprana inclusión en la asociación de Los Pueblos Más bonitos de España. Y es que su imagen es de las que se quedan en la retina: encaramado sobre un promontorio rocoso, coronado por un castillo y rodeado por la singular naturaleza del Geoparque del Maestrazgo.

Puertomingalvo. Gudar Javalambre
Callejear por Puertomingalvo es sumergirse en su pasado medieval

La sensación de estar en un lugar tocado por las musas aumenta a medida que te adentras en su cuidado Conjunto-Histórico Artístico. Un viaje que te traslada 500 años atrás entre fachadas de piedra, aleros de madera, arquitectura popular, portales de la antigua muralla y muestras del gótico levantino como el ayuntamiento.

Puertomingalvo
El ayuntamiento de Puertomingalvo, del siglo XV, es una magnífica muestra de arquitectura civil

Precisamente la casa consistorial, además de la oficina de turismo, alberga el Centro de Interpretación de los Castillos del Maestrazgo y una colección de arte contemporáneo muy interesante que te recomiendo visitar antes de subir al castillo que custodia unas vistas de escándalo. ¿Un imprescindible que ver en Gúdar Javalambre? Sin duda.

Castillo de Puertomingalvo
El castillo de Puertomingalvo data del siglo XIII

Linares de Mora

Si quieres enamorarte de Gúdar Javalambre a primera vista, sube al mirador de la ermita de Santa Ana y deja que tu mirada sobrevuele la coqueta silueta de Linares de Mora.

Desde allí podrás apreciar su conjunto urbano, declarado Bien de Interés Cultural, que se alza en el valle del río Linares, en plena sierra de Gúdar, y detalles que lo caracterizan como el color blanco de sus casas que contrasta con los tejados de teja roja árabe.

Linares de Mora. Gudar Javalambre
Panorámica de Linares de Mora desde el mirador de la ermita de Santa Ana

Aunque solo por capturar esta imagen de postal vale la pena acercarse a Linares, no lo dudes y regálate la experiencia de pasear por sus estrechas calles que huelen a pan recién horneado. Así descubrirás muestras de su patrimonio como el puente medieval, la iglesia barroca de la Inmaculada Concepción, las ruinas del castillo, sus portales y, sobre todo, cómo viven sus escasos, pero afortunados habitantes.

Linares de Mora. Que ver en Gudar Javalambre
Callejeando por Linares de Mora se descubren preciosos rincones como este

Alcalá de la Selva

La carretera de acceso, enmarcada por una fértil vega, es solo la antesala. Su caserío, que se desparrama valle abajo a los pies del castillo, toda una sorpresa. Así es Alcalá de la Selva, verde, serrana y muy vinculada al turismo de nieve por la cercanía de las pistas de esquí de la vecina localidad de Valdelinares.

Alcala de la Selva. Que ver en Gudar Javalambre
Alcalá de la Selva, bella por dentro y por fuera

Que sea uno de las dos poblaciones de Gúdar Javalambre que pertenecen a la red de Pueblos Mágicos de España ya te da una idea de la singularidad de esta villa de pasado musulmán situada en el curso alto del río Alcalá. La iglesia de San Simón y San Judas, el Humilladero, ermitas como la de San Roque o Nuestra Señora de Loreto… De nuevo se impone pulsar el tranquilo ritmo alcalaíno, llenar tus pulmones de aire puro y dejarte llevar.

Pista de esqui artificial en Alcala de la Selva
¿Aprender a esquiar en cualquier época del año? En esta pista artificial es posible

Antes o después de callejear por Alcalá, acércate al barrio de la Virgen de la Vega donde podrás aprender a esquiar durante todo el año en una pista artificial y tirarte por un tubby en las instalaciones del Albergue Más Blanco. Tras este rato de diversión y deporte, que puedes extender recorriendo alguno de sus senderos o jugando al golf, no olvides visitar el imponente santuario barroco que le da nombre.

Rubielos de Mora

Pórtico de Aragón, histórica, patrimonial, detenida en el tiempo… Rubielos de Mora es otra de las grandes citas que te esperan en Gúdar Javalambre. Una villa que demanda callejear sin prisa para comprobar por qué también está considerada uno de los pueblos más bonitos de España. Y es que Rubielos se ha esforzado como pocas para preservar su arquitectura con un brillante resultado: lucir uno de los conjuntos urbanos más atractivos de todo Aragón, refrendado por el premio Europa Nostra y por formar parte de la red de Cittaslow. Palacetes y casas solariegas que la convirtieron en la Corte de la Sierra, el monumental portal de San Antonio, la ex colegiata de Santa María la Mayor, el claustro del antiguo convento de los Carmelitas Descalzos, las escuelas modernistas, la renacentista casa consistorial con su preciosa lonja…  Rubielos de Mora es historia viva a cada paso.

Rubielos de Mora
Rubielos de Mora, un encantador viaje al pasado
Rubielos de Mora.  Gudar Javalambre
Claustro del antiguo convento de los Carmelitas Descalzos

Una historia que, además, cobra vida cada mes de agosto con la celebración de la Feria Medieval, un fin de semana en el que literalmente la villa regresa al medievo con un gran mercado de artesanía, representaciones teatrales y, cómo no, con todos los vecinos ataviados con trajes de la época.

Otros imprescindibles: visitar el Museo Salvador Victoria, que recorre el universo abstracto de este pintor rubielano, y subir al mirador de la Cruz para contemplar su fisonomía a vista de pájaro.

Olba

Otra de las sorpresas de Gúdar Javalambre es Olba, un edén que se esconde entre escarpadas montañas. Sus diferentes barrios, unidos por el curso del río Mijares, aparecen en las laderas del valle o en las ondas de los meandros creando un entorno ideal para disfrutar del ecoturismo.

Olba. Que ver en Gudar Javalambre
Iglesia de Santa Catalina

Tras callejear en busca de la iglesia barroca de Santa Catalina, el ayuntamiento y sus ermitas, no olvides bajar hasta el río para disfrutar de un precioso paisaje de ribera salpicado de chopos, álamos, sauces y madreselvas. Olba es sinónimo de naturaleza y así merece ser descubierta.

Paisajes de Olba
Paisajes de Olba

Mora de Rubielos

Si hay una villa que siempre aparece en todas las listas de imprescindibles que visitar en la comarca de Gúdar Javalambre, esta es Mora de Rubielos, su capital y el pueblo donde nació mi padre.

Mora de Rubielos
Mora de Rubielos, la capital de Gúdar Javalambre

Mi recomendación es que nada más llegar realices una visita guiada por su colosal castillo, erigido en el siglo XIV por los Fernández de Heredia. Defensivo, palaciego y testigo de una dilatada historia, la fortaleza más monumental del sur de Aragón también es una venta abierta a las artes escénicas. ¿Te imaginas a Ara Malikian tocando en su gran patio de armas? Yo lo he vivido en el marco del Festival de Puerta al Mediterráneo, que se celebra en este singular espacio y en Rubielos de Mora cada mes de agosto, y te aseguro que es una experiencia única.

Castillo de Mora de Rubielos
Plaza de armas del castillo de Mora de Rubielos

Otro de los regalos que te brinda la visita al castillo es que desde aquí se divisa toda la población. Una reliquia viva de la Edad Media en la que destaca la ex colegiata de Santa María -Monumento Nacional y obra maestra del gótico levantino-, las casonas hidalgas de la calle de Las Parras, el ayuntamiento, y los diferentes portales que antaño la delimitaban. Una última pista: sube al Calvario hasta alcanzar las torres del segundo recinto amurallado para disfrutar de otra bonita panorámica de este pueblo mágico de España.

Manzanera

En el corazón de Sierra de Javalambre, a 996 metros de altitud, Manzanera hace gala de una seductora combinación de historia y naturaleza. Y es que, además de importantes vestigios de su pasado medieval, entre los que destaca el Portal de Abajo con sus torreones almenados, cuenta con un término municipal cuajado de hermosos rincones. Bosques de alta montaña, enclaves esteparios, más de 20 especies de orquídeas silvestres, árboles monumentales, fuentes…

Manzanera
Portal de Abajo. Manzanera
Fuente La Tejeda
Fuente La Tejeda

Todo ello enmarcando una población cuyo origen se remonta a la Edad de Bronce a tenor de los diferentes yacimientos encontrados, que ostenta el título de villa gracias a Jaime I y que fue duramente castigada durante la Guerra Civil.

La Puebla De Valverde

¡Qué suerte tienes de tener pueblo! Con el paso de los años, soy cada vez más consciente de qué significa ese comentario que me lanzan de forma recurrente cuando hablo de La Puebla de Valverde. De las nubes de Los Simpsons, del pregón que anuncia la llegada de algún vendedor al son de una jota, de los atardeceres y, sobre todo, de mi gente, de esos amigos con mayúsculas que crecimos juntos verano a verano.

La Puebla de Valverde. Que ver en Gudar Javalambre
La Puebla de Valverde
La Puebla de Valverde. Gudar Javalambre

He cambiado el tono para hablar de esta pequeña población de la sierra de Javalambre porque, al fin y al cabo, estoy hablando de mí. De un rincón de Aragón perfecto para cambiar el asfalto por naturaleza, el despertador por las campanas de la iglesia de Santa Emerenciana, y la contaminación por un cielo que cada noche cubre de estrellas los portales de Teruel y de Valencia, los restos de la antigua calzada romana y un término municipal salpicado de masías y campos de carrascas. Así es mi preciado refugio turolense, el pueblo de mi madre. El punto final de este recorrido por las villas de Gúdar Javalambre -de momento-, y el punto y seguido de mi vida.

Naturaleza en estado puro: rutas, deporte y experiencias únicas

Vegas, cascadas, las cotas más altas de la provincia de Teruel, árboles que retan al paso del tiempo, casi 1.000 km de rutas señalizadas… Este territorio montañoso que se distingue por la belleza de sus paisajes es el escenario perfecto para practicar deportes como escalada, descenso de barrancos, senderismo o rutas en BTT. Sin olvidar el esquí, el rey de los deportes de invierno que cuenta con dos estaciones: Valdelinares y Javalambre.

¿Algunas ideas para disfrutar de la naturaleza en Gúdar Javalambre?

  • Árboles monumentales: la comarca cuenta con 17 árboles singulares -una distinción que se concede a aquellos ejemplares que destacan por su porte, dimensiones, simbolismo o rareza. Uno de ellos es el Pino del Escobón, un majestuoso pino laricio situado a 3 km de Linares de Mora. Su altura es de 28 metros, tiene más de 400 años y se necesitan cuatro adultos para abrazar su tronco. ¿Otro ejemplo? La Sabina del Desmayo de Manzanera.
Pino del Escobon y Sabina del Desmayo
Pino del Escobón y Sabina del Desmayo
  • Vía Verde de Ojos Negros: esta ruta que conecta Teruel con Valencia siguiendo las vías del antiguo ferrocarril minero discurre por La Puebla de Valverde, Sarrión y Albentosa donde se encuentra el mayor viaducto de toda la línea férrea. Una maravilla de la ingeniería que se eleva a más de 50 metros sobre el río.
Viaducto de Albentosa
Viaducto de Albentosa desde la Vía Verde de Ojos Negros
  • Ruta Fuente del Gavilán-Balneario el Paraíso (Manzanera): menos de 9 km (ida y vuelta) salpicados de fuentes como el Gavilán, el Cañuelo y las Especias, árboles monumentales, como la ya mencionada Sabina del Desmayo, y merenderos, muy recomendable en cualquier época del año.
Fuente del Gavilan. Manzanera
Ruta Fuente del Gavilán
  • Shinrin-yoku: un baño de bosque es una experiencia contemplativa que despierta los sentidos, reduce el estrés y nos conecta con la naturaleza que puedes realizar de la mano de Teresa Laguna de la Casa de los Moyas. ¿Dónde? En un paraje espectacular de Olba a la vera del río Mijares.
Baño de bosque en Olba
Baño de bosque en Olba

Qué ver en Gúdar Javalambre: las estrellas, por supuesto

Tendrás que levantar la mirada para descubrir una de las grandes señas de identidad de Gúdar Javalambre: su cielo. De día, el más azul que puedas imaginar, y tras el adiós del sol, una ventana oscura abierta al firmamento. Y es que este territorio Starlight es una de las mejores zonas de Europa para ver las estrellas. De hecho, en Arcos de las Salinas, a 2.000 metros de altitud, se encuentra el Observatorio Astrofísico de Javalambre, y Galáctica, un centro de interpretación que divulga el conocimiento del cosmos.

Astroturismo en Gudar Javalambre
Ermita de la Virgen de la Pradas de San Agustín © Juan Carlos Leguey
Sesion de light painting en Gudar Javalambre
Sesión de light painting con Juan Carlos Leguey, miembro de AFONOCTE (Asociación de fotógrafos nocturnos de España)

Conscientes de este regalo de la naturaleza, los pueblos de Gúdar Javalambre han apostado por la defensa de la calidad del cielo nocturno reduciendo al máximo la contaminación lumínica y creando una red de miradores astronómicos. ¿El resultado? Un destino estelar de referencia que resulta perfecto para el astroturismo. Una modalidad de turismo sostenible y responsable que nos permite navegar por el universo entre ciencia y mitología.

Dónde comer y dónde dormir en Gúdar Javalambre: alojamientos y restaurantes recomendados

Mas de Cebrián (Puertomingalvo)

Un entorno envidiable en medio de la naturaleza, habitaciones de ensueño, dormir envuelto en un mar de estrellas y despertar con el canto de los pájaros, relajarte en un spa con vistas al infinito y una oferta gastronómica que ensalza las delicias del terreno. Así es el Mas de Cebrián, una antigua masía rehabilitada situada en el término de Puertomingalvo donde la paz lo es todo. Bikefriendly, accesible y con sello Starlight. Lo llaman hotel, sí, pero para mí es un paraíso.

Mas de Cebrian. Puertomingalvo
¿Te imaginas descansando en una habitación como esta?

Restaurante Existe (Mosqueruela)

Cuando visites Mosqueruela, incluye en tu agenda la cocina de autor con productos ecológicos de proximidad y de temporada del restaurante Existe. A frente de este referente culinario están Alberto y María, dos emprendedores que en plena pandemia decidieron levantar la persiana y luchar contra la despoblación de la zona con sus deliciosas elaboraciones.

Restaurante Existe. Mosqueruela
Alberto Montañés, chef del restaurante Existe de Mosqueruela

Su carta es una explosión de sabores que desfilan en forma de arroces, croquetas de jamón de Teruel, albóndigas de jabalí con salvia o alcachofas a la brasa. Imprescindible: su tarta de queso vasca.

Masía La Torre (Mora de Rubielos)

Lo que antaño fue una antigua masía dedicada a la ganadería y la agricultura es hoy Masía La Torre, un alojamiento rural con mucho encanto ubicado en un paraje natural de Mora de Rubielos. La piedra y la madera aportan calidez, el diseño de las habitaciones invitan al descanso y las posibilidades de turismo activo van desde rutas en bici a relajados paseos por su entorno.

Masia La Torre. Mora de Rubielos. Teruel
Masía La Torre es sinónimo de tranquilidad
Masia La Torre. Teruel

¿Un plus? La gastronomía de su restaurante de km0, que reinterpreta los platos tradicionales, está recomendada por el Consejo Regulador de la D.O.P. Jamón de Teruel.

La Trufa Negra**** (Mora de Rubielos)

Esta comarca turolense es la principal productora mundial de trufa negra, un manjar, conocido como el oro negro, que en La Trufa Negra de Mora de Rubielos cuidan y preparan con mimo. Y es que, en este hotel no solo es la estrella del restaurante Melanosporum, también de sus experiencias de trufiturismo.

La Trufa Negra. Mora de Rubielos.
La Trufa Negra
La Trufa Negra. Mora de Rubielos. Teruel

¿Te imaginas saborear unas patatas rotas con jamón D.O. Teruel y huevos trufados, y luego relajarte en su coqueto spa? Un lujo a tu alcance en el centro de una de las poblaciones que sí o sí tienes que ver en Gúdar Javalambre.

La Fonda de la Estación *** (La Puebla de Valverde)

Si quieres descubrir a qué sabe Gúdar Javalambre, tienes una cita en el restaurante La Fondica de La Fonda de la Estación. En los fogones, el chef Edu Marco. Sobre el mantel, una cocina de mercado elaborada con productos de proximidad y un toque de vanguardia que complace por su calidad.

Restaurante La Fondica. Gudar Javalambre
Sabores de La Fondica: hummus de berenjena, merluza sobre crema Dubarry, alcachofas con crema de coliflor y risotto de setas con crujiente de boniato
Hotel La Fonda de la Estacion. La Puebla de Valverde

¿Y el hotel? Un edificio recuperado de finales del siglo XIX que alojaba a los viajeros que llegaban en tren, y que hoy sigue conquistando a los huéspedes con sus acogedoras habitaciones, el gusto por los detalles y su esmerado servicio. Su ubicación: en los alrededores de La Puebla de Valverde, junto a la Vía Verde de Ojos Negros y a un paso de la estación de esquí de Javalambre.

Y hasta aquí este recorrido turolense. Ahora que ya sabes qué ver en la comarca de Gúdar Javalambre, solo resta una pregunta: ¿cuándo nos vemos por aquí?

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Teruel es una de las capitales de provincia más bonitas de España. Y no porque lo diga yo -hija de turolenses- sino porque todo aquel que se anima a visitarla coincide en que es un gran destino para una escapada en clave slow. Si quieres saber qué la hace única, súmate a este viaje virtual que concentra todos los atractivos que tienes que ver en Teruel.

Qué ver en Teruel

La capital del arte mudéjar, los restos del primer dinosaurio hallado en España, la patria de Isabel y Diego, su patrimonio modernista, el mayor pub temático de U2 del mundo… Por mucho que te sorprenda, Teruel es todo esto y mucho más. Porque existir, existe, y te aseguro que, si le das una oportunidad, acabarás enamorándote de ella. Algo normal, por otra parte, teniendo en cuenta que habrás conocido la Ciudad del Amor.

Jardin de los Botanicos
Jardín de los Botánicos

Pasear sin prisa por su precioso centro histórico saltando del medievo al modernismo, salvar viaductos y cruzar portales de la antigua muralla, descubrir qué se cuece en sus fogones, recorrerla a la luz de la luna… No hagas caso de las recomendaciones que dicen que brindarle un solo día es suficiente. Verla, la verás, pero solo de puntillas, como un mero lugar de paso. Y Teruel no lo merece. Al contrario, se impone disfrutarla a su propio ritmo. Solo así podrás impregnarte de la tranquilidad que se respira en esta pequeña ciudad, y conocer la nobleza de una gente que se enfrenta con orgullo al olvido y a las injusticias de la España vaciada.

Viaducto viejo o de Fernando Hué

Mi primera recomendación es que te adentres en el corazón de la ciudad cruzando el viaducto viejo que se construyó para facilitar la expansión urbanística de Teruel. Y no solo porque es una de las obras de ingeniería de principios del siglo XX más importantes de España, sino porque lo harás a pie, como un turolense más, disfrutando de su envergadura y del paisaje que lo rodea.

Viaducto Viejo
Vista del viaducto viejo desde el viaducto nuevo

Así llegarás a la Glorieta y desde allí, en solo siete minutos, a la plaza más famosa y concurrida de Teruel.

Plaza del Torico

Si Marrakech tiene la plaza Jemaa el-Fna, Dublín, Grafton Street, y Barcelona, la plaza Sant Jaume, Teruel tiene la plaza del Torico, donde todo empieza y acaba. Y sí, se llama así -aunque su nombre oficial sea plaza de Carlos Castel- porque el astado que corona la columna de la fuente que la preside es una pequeña escultura de bronce de no más de 50 centímetros.

Pero no te engañes, a pesar de sus humildes proporciones, su peso cultural e histórico es inconmensurable. Y es que verlo anclado en su pedestal nos traslada a la propia fundación de la ciudad con el toro como protagonista de diversas leyendas, a los combates más cruentos de la Guerra Civil, y a un presente mucho más amable en el que sigue presidiendo el día a día de los turolenses y sus fiestas más destacadas, en su papel de eterno símbolo de la ciudad.

Plaza del Torico. Que ver en Teruel
La plaza del Torico, santo y seña de Teruel

Todo ello en el centro geográfico del casco antiguo de Teruel. En una plaza trapezoidal que responde a los dictados del terreno, cuajada de soportales que dan abrigo a comercios, pastelerías, y terrazas perfectas para ver la vida pasar cuando el tiempo lo permite. ¿El mejor lugar para empezar a recorrer esta ciudad que conserva prácticamente intacta su estructura medieval? Sin duda.

Ruta modernista

Además de los aljibes que almacenaban el agua en el siglo XIV, en esta misma plaza podemos contemplar uno de los grandes atractivos de Teruel: su legado modernista. Un nuevo lenguaje arquitectónico que llegó a la ciudad a principios del siglo XX con Pablo Monguió.

Este arquitecto catalán encontró en la burguesía local de la época el mejor aliado para construir auténticas maravillas como la Casa Ferrán, La Madrileña o El Torico, inspirada en la Casa Lleó Morera que Lluís Domènech i Montaner diseñó en Barcelona.

Casas modernistas de Teruel
De izq. a dcha. La Madrileña, El Torico y Casa Ferrán
Casa Ferran. Teruel
Detalle de Casa Ferrán

Pero este nuevo movimiento de libertad y dinamismo no solo brilla alrededor del Torico. También se extiende por el resto del trazado urbano donde se cruzan al paso otros ejemplos como la Casa Bayo, la Casa Escriche, las Escuelas del Arrabal o la iglesia del Salvador en Villaspesa, que avalan la inclusión de Teruel en la Ruta Europea del Modernismo.

Qué ver en Teruel: Mausoleo de los Amantes

Si hay una historia que identifica a Teruel más allá de sus fronteras, es la de sus famosos amantes, Diego de Marcilla e Isabel de Segura, cuyo trágico destino se recrea fielmente cada año en las imprescindibles Bodas de Isabel. Una fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, en la que toda la ciudad regresa al siglo XIII para revivir los usos y costumbres del medievo.

Bodas de Isabel de Segura. Teruel
Escena de las exequias fúnebres de Diego y muerte de Isabel 

De hecho, su estela romántica sigue tan viva que una visita a Teruel no estaría completa sin visitar el Mausoleo de los Amantes donde reposan bajo unas delicadas esculturas de Juan de Ávalos cuyas manos, como su amor imposible, no llegan a tocarse.

Mausoleo de los Amantes. Que ver en Teruel
Mausoleo de los Amantes

Además de recorrer los espacios expositivos que profundizan en el contexto de la época, la entrada incluye la visita a la iglesia y a la Torre de San Pedro que nos sumergen de lleno en un arte único en España que te sorprenderá por su belleza: el mudéjar turolense.

Iglesia de San Pedro. Teruel
La iglesia de San Pedro es un templo de estilo gótico mudéjar decorado con pinturas murales

Descubre el mudéjar en Teruel

Declarada Patrimonio Humanidad en 1986 por su excepcional valor universal, la arquitectura mudéjar es la gran joya del patrimonio de Teruel. Un estilo nacido de la convivencia entre culturas que alcanza su máximo esplendor en esta capital aragonesa de la mano de los musulmanes que permanecieron aquí durante la Reconquista cristiana.

Torre de la Catedral de Teruel
Detalle de la torre de la Catedral

Ladrillo, madera, yeso y cerámica vidriada. Materiales pobres trabajados con refinamiento, que hacen enmudecer a la piedra y alzar la mirada, en forma de esbeltas torres que te guiarán por el casco histórico.

Torre de San Pedro

Una de ellas es la Torre de San Pedro, la más antigua de las torres mudéjares turolenses y la que sirvió de modelo a las posteriores. En ella podemos ver el elemento que mejor las caracteriza y que las hace únicas: un pasadizo abovedado en la base que permite el paso en una ciudad que en su día estaba delimitada por las murallas.

Torre de San Pedro. Teruel
San Pedro, la decana de las torres mudéjares de Teruel

Sus 25 metros de altura, su sobria decoración con frisos de esquinillas y arcos ciegos entrecruzados… Si tienes ocasión, sube hasta el cuerpo de campanas y accede al ándito que rodea la iglesia a la que está adosada por el exterior. Salvar los 74 escalones de su escalera de caracol tiene recompensa.

Torre y Catedral de Santa María de Mediavilla

Conduce ahora tus pasos hasta la encantadora plaza de la Catedral. Allí te espera la inconfundible silueta mudéjar de la antigua parroquia de Santa María de Mediavilla. La torre -que se diferencia de la de San Pedro por la linterna octogonal que la corona-, el cimborrio y la techumbre también ostentan el título de Patrimonio de la Humanidad.

Catedral de Teruel
Catedral de Teruel, una de las muestras más destacadas del mudéjar turolense

Precisamente, el artesonado de madera que cubre la nave central, decorado con motivos geométricos y figurativos que aluden al Teruel medieval, es una de las joyas más importantes de este este estilo que, sin duda, tienes que ver cuando visites Teruel.

Techumbre de la Catedral de Teruel
La techumbre de la Catedral se considera la capilla sixtina del arte mudéjar.

Una vez allí recuerda pasar bajo la torre para llegar a otro coqueto rincón: la recoleta plaza del Venerable Francés de Aranda, más conocida como plaza del Obispo.

Plaza del Venerable Francés de Aranda
Plaza del Obispo

Torre de San Martín

En apenas un par de minutos avanzamos un siglo en el tiempo para descubrir la riqueza decorativa de la Torre de San Martín que atraviesa la Cuesta de la Andaquilla dando paso al portal de Daroca y a la antigua morería.

Torre de San Martin
Torre de San Martín

Sus dos torres concéntricas, el verde y blanco de la cerámica, los lazos que forman estrellas de ocho puntas, las escaleras que llevan al campanario… Pura armonía almohade que recorta el cielo de Teruel en la plaza del Seminario, y que antaño vigilaba el acceso a la ciudad.

Torre de El Salvador

El broche de oro a esta ruta del mudéjar turolense lo pone la Torre de El Salvador que unía los portales de Guadalaviar y Zaragoza pasando por la plaza del Torico. Aunque su estructura es similar a la de San Martín, esta se eleva sobre una trabajada bóveda de crucería -y no de cañón apuntado-, y luce una profusa decoración de elementos de influencia islámica.

Torre de El Salvador. Que ver en Teruel
Torre de El Salvador

No dudes en entrar a visitarla porque en su interior alberga un didáctico centro de interpretación de la arquitectura mudéjar. Tampoco olvides subir hasta el último tramo. Tu cámara echará humo captando las magníficas vistas de la ciudad que se divisan desde el campanario.

Torre de El Salvador
Desde el campanario de la Torre de El Salvador podrás otear Teruel a vista de pájaro

Escalinata neomudéjar

Con cien años de vida a su espalda, la Escalinata de Teruel sigue dando la bienvenida a los viajeros que llegan a la ciudad en tren, y abrazando a los turolenses que se animan a subir sus 120 escalones.

Esta monumental obra del ingeniero José Torán es una carta abierta que resume, peldaño a peldaño, la identidad de la propia ciudad entre torreones, escudos, cerámicas vidriadas y farolas de forja.

Escalinata de Teruel
Detalle de la Escalinata, la obra más representativa del neomudéjar turolense

El rincón más fotografiado de este canto al neomudéjar turolense en el que no faltan aportes modernistas es, sin duda, el altorrelieve en piedra de los Amantes, que la despide antes de desembocar en el paseo del Óvalo.

Museo de Teruel

Otra opción muy recomendable para profundizar en el discurso artístico, tanto de la capital como de la provincia, es visitar el Museo de Teruel. Ubicado en un palacio renacentista de 1592, su colección permanente presenta un itinerario arqueológico y etnográfico que cubre más de 300.000 años de historia y cultura turolense, y también exhibe interesantes exposiciones temporales de arte contemporáneo (Plaza Fray Anselmo Polanco, 3).

Museo de Teruel
Museo de Teruel

Flanagan’s Temple U2

¿Sabías que el mayor templo del mundo dedicado a U2 no está en Dublín, sino en Teruel? Pues así es. Se llama Flanagan’s, es el único Official Irish Pub de la ciudad, y está situado en una casa señorial del siglo XVII. Fotografías, carteles de conciertos, vinilos, objetos de coleccionista… Un local en el que todo gira en torno a Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen, ideal para tomarte una pinta de Guinness o una copa (Ainsas, 2).

Pub Flanagan’s
Pub Flanagan’s

Qué ver en Teruel con niños: Dinópolis

Si quieres motivar a los más pequeños de la casa para viajar a Teruel, cuéntales que aquí les espera Dinópolis, un parque temático centrado en el fascinante mundo de los dinosaurios. El Museo Paleontológico -que exhibe la mayor cantidad de fósiles originales de dinosaurios gigantes de Europa-, espectáculos de animación como el T-Rex Show, recorridos temáticos como El Viaje en el Tiempo o El Último Minuto, simuladores en 4D, Tierra Magna con réplicas a tamaño natural de los grandes dinosaurios hallados en Teruel, las atracciones del Sauriopark… Todo un mundo de entretenimiento y divulgación. Compra tus entradas aquí y prepárate para viajar en el tiempo.

Dinopolis. Que visitar en Teruel
T-Rex Show

Pero el legado de los dinosaurios no acaba en esta sede central ubicada a las afueras de la ciudad. Hay siete centros más situados en otras localidades de la provincia como son Legendark (Galve), Inhóspitak (Peñarroya de Tastavins), Región Ambarina (Rubielos de Mora), Bosque Pétreo (Castellote), Mar Nummus (Albarracín), Titania (Riodeva) y Valcaria (Ariño), que albergan importantes hallazgos de relevancia internacional.

Museo Paleontoogico y Sauriopark. Dinopolis
Museo Paleontológico y Sauriopark

Arte, historia, murallas que encierran leyendas, dinosaurios, un centro histórico que merece ser recorrido, una contundente gastronomía… Así es Teruel, una ciudad a escala humana que se alza por encima de los novecientos metros de altitud cerca de la confluencia de los ríos Guadalaviar y Alfambra. Ahora que ya sabes qué ver en Teruel, ¿a qué esperas para descubrir el secreto mejor guardado de Aragón?

Consejo viajero: Si quieres conocer a fondo esta preciosa ciudad aragonesa, puedes contratar esta visita guiada por Teruel que está muy bien valorada por los viajeros.

Dónde y qué comer en Teruel

Hablar de la gastronomía turolense es hablar del jamón de Teruel, un manjar con Denominación de Origen Protegida que se cura con mimo en los secaderos de la sierra. Junto a esta indiscutible seña de identidad -sellada a fuego con la estrella mudéjar de ocho puntas- comparten mantel el cordero, las conservas, las verduras de temporada como el cardo y la borraja, las migas, los potajes, el bacalao, las sopas de ajo y la apreciada trufa negra. Por cierto, si alguien te anima a probar un regañao o unos suspiros de amante, ni lo dudes. No podrás decir que has pasado por Teruel sin catarlos.

Gastronomia de Teruel
Gastronomía turolense

Casas de comida tradicional, restaurantes de cocina fusión, bares de tapas, platos veggies… En Teruel encontrarás todo tipo de propuestas para complacer a tu paladar. ¿Algunas recomendaciones? Los pinchos desenfadados de La Barrica (Abadía, 5), la sabrosa creatividad de Héctor Aínsa al frente de la Gastrotaberna Locavore (Bartolomé Esteban, 10), los platos de temporada y la selección de vinos del Yain (Plaza de la Judería, 9), y las raciones y tapas del Gregory, un clásico del siempre animado paseo del Óvalo.

Dónde aparcar en Teruel

Si quieres aparcar gratis en el centro, lo mejor es dejar el coche en la explanada que hay justo al lado de la estación de tren. Desde allí solo tendrás que cruzar el Jardín de los Botánicos, subir por la Escalinata -o usar el ascensor- y ya estarás en pleno casco antiguo. Otras opciones, esta vez de pago, son las zonas azules y los parkings que hay en la plaza de la Glorieta, en la plaza de San Juan y en la estación de Autobuses (Ronda de Ambeles).

Si no te importa caminar, te aconsejo dejar el coche en la zona del Ensanche y acceder a la zona monumental cruzando a pie el viaducto viejo.           

Qué ver en la provincia de Teruel

Comarca Gúdar- Javalambre: el mayor productor mundial de trufa negra es un destino starlight cuajado de pueblos con encanto perfectos para huir del calor estival.

Qué ver en Matarraña, la comarca de Teruel que te enamorará: un recorrido por este sorprendente rincón de Teruel

Valderrobres, la preciosa capital del Matarraña: descubre por qué está considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

Valderrobres
Valderrobres

Albarracín: un sueño medieval de yeso rojizo, madera y forja, situado en el suroeste de la provincia de Teruel.

La fiesta de los Amantes de Teruel: una espectacular y sorprendente recreación medieval

Grutas de Cristal de Molinos: un universo subterráneo de formas imposibles que la naturaleza ha tejido lentamente en las entrañas del Maestrazgo turolense.

Mirambel, la joya del Maestrazgo turolense

Castillo de Peracense, la fortaleza roja de Teruel

Cantavieja, la capital del Maestrazgo turolense

Las Bodas de Isabel: un viaje al Teruel del siglo XII: cada mes de febrero Teruel revive la historia de sus famosos amantes con la celebración de Las Bodas de Isabel de Segura.

Agosto: cerrado por vacaciones, abierto para mí

Agosto: cerrado por vacaciones, abierto para mí

Justo ahora, hace un año, me encontraba en una de las ciudades más seductoras que se han cruzado en mi camino hasta la fecha: la dulce y serena Kioto, la antigua capital imperial, aquella que custodia el alma del país del sol naciente. La cálida resaca emocional que dejó en mí aún sigue viva y recordar los días que pasé descubriendo la quintaesencia de la belleza nipona aún me roba una sonrisa.

Y lo hace a miles de kilómetros, en un pequeño pueblo de Teruel ubicado en la Comarca de Gúdar-Javalambre, la más meridional de Aragón. Tierra de apreciadas trufas negras, de jamón con Denominación de Origen que no necesita mayor presentación, de cielos libres de contaminación lumínica en los que casi es posible tocar las estrellas con las manos, de gentes nobles que saben apreciar y conservar la belleza natural de sus sierras.

El espectacular cielo de Gúdar-Javalambre Atardece en los campos de cereales de La Puebla de Valverde Lo hace en La Puebla de Valverde, un municipio que no llega a los 600 habitantes y que durante el verano duplica su población con la llegada de los veraneantes. Gentes que como yo no conciben un lugar mejor para perderse y encontrarse, descansar, y dibujar, día a día, uno de los viajes más especiales que puede hacer cualquier persona: el regreso a los orígenes. Gentes que, como yo, saben valorar lo que significa tener pueblo.

La Puebla de Valverde. Teruel Piedra, madera y forja. La Puebla de Valverde Aquí, en estas calles de aires serranos que me vieron crecer verano tras verano, que enmarcaron primeros amores y vivencias que me acompañarán hasta la vejez, es donde germinó la persona que soy hoy en día. Donde encuentro mi refugio y me reencuentro con mis raíces, donde disfruto del presente junto a los míos. Mayores que aún recuerdan los estragos de la Guerra Civil y en cuyos rostros la historia cobra vida; amigos de siempre, de verdad, de los que te preguntan ¿cómo estás? y se paran a escuchar con interés tu respuesta; sus hijos, que me permiten ejercer de tía postiza y malcriarlos cuanto puedo, y mis padres, a los que no veo tanto como quisiera aunque trato de salvar la distancia Madrid-Barcelona a la menor ocasión.

Un viaje deliciosamente slow, sin despertador, sin prisas ni calendario. Donde las tranquilas mañanas dan paso a tardes cuajadas de conversaciones eternas y risas bañadas con cervezas. Un viaje que anhelo revivir y recrear cada agosto porque me da todo lo que necesito, acercándome bastante a aquello que llamamos felicidad.

Portal de Teruel. La Puebla de Valverde Plaza Trucharte. La Puebla de Valverde Un viaje, pintado de lugares comunes, que se transforma en la más placentera de las escalas. Un merecido stopover que necesito tanto como respirar. Para cargar las baterías más importantes, aquellas que no necesitan enchufes, para pararme y desear volver a arrancar, para paladear los grandes momentos que me han regalado el invierno y la primavera. Ver una aurora boreal en la Laponia Noruega, regresar a Finlandia, descubrir el Territorio de la Sidra y la gran fiesta del txotx en Guipúzcoa, recorrer la provincia de Sevilla y la de Cuenca, regresar a casa para volver a enamorarme de mi añorada Costa Brava

Para volver a sentir el tacto de un libro en mis manos, para tropezar con nuevos destinos y tentaciones a través de mis blogs de cabecera, para seguir trasteando con mi Nikon, para volver a visionar mis joyas del cine en silencio, con la única banda sonora del tañido de las campanas. Para olvidarme de las analíticas y sus compinches, para desconectar lo que me permita mi profesión, para saborear el valor de esas pequeñas cosas que a la postre son las más grandes.

De aquí estas líneas que no tienen nada de despedida. Solo es un hasta pronto, un punto y seguido que seguirá hilvanando historias viajeras muy pronto. Porque, como bien sabes, no sé hacer otra cosa que viajar y contarlo. Seguirás aquí a mi vuelta, ¿verdad?

¡Feliz verano!

Las Bodas de Isabel: un viaje al Teruel del siglo XIII

Las Bodas de Isabel: un viaje al Teruel del siglo XIII

Desde 1997, cada mes de febrero Teruel revive la historia de sus famosos amantes proponiéndonos un viaje en el tiempo. Concretamente al siglo XIII. Un viaje cargado de emociones que discurre al son que marcan las campanas, los tambores y los sentimientos. Un viaje al medievo. Al Teruel de 1217. Si me acompañas, trataré de desvelarte todas las claves de esta cuidada recreación histórica declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Vuesa merced, sea bienvenido a las Bodas de Isabel de Segura.

Viaducto peatonal de Teruel. Bodas de Isabel

Paseo del Óvalo. Bodas de Isabel. Teruel

Para ponerte en situación, te mostraré las cifras que se mueven en Las Bodas: 17.000 personas vestidas al modo medieval, 5.000 organizadas en 150 haimas que recrean grupos de la época, 200 puestos de mercado medieval y más de 150 actores aficionados que dan vida a esta historia de amor en los diferentes actos que se desarrollan durante todo el fin de semana.

Así es como Teruel en pleno rinde homenaje a Isabel y Diego en una de las puestas en escena más multitudinarias de España. El escenario para representar la leyenda de los Amantes no puede ser mejor: un casco histórico que conserva su trazado medieval original, salpicado por un conjunto mudéjar que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Jardines de la Escalinata. Bodas de Isabel. Teruel

Bodas de Isabel: una leyenda que merece ser contada

Dicen que es una de las más bellas historias de amor jamás contadas. Escúchala con atención y saca tus propias conclusiones.

Teruel. Siglo XIII. Dos jóvenes vástagos de la nobleza local que se aman desde niños pretenden casarse. Ella es Isabel, la única hija de la familia Segura. Él, Diego, que por ser el segundón de los Marcilla no dispondrá de herencia. El vil metal hace que Don Pedro, padre de Isabel, se oponga al enlace. Aún así, Diego consigue un plazo de cinco años para hacerse rico y marcha a la guerra. Pasan los meses, pasan los años y no llegan noticias del caballero. La familia de Isabel la presiona para que contraiga matrimonio pero ella alega que le había prometido a Diego un lustro de espera. Finalmente, tras el falso anuncio de la muerte de Diego, accede a casarse el día que cumple el plazo con el poderoso Pedro de Azagra, hermano del Señor de Albarracín.

Plaza del Torico. Bodas de Isabel. Teruel

Es entonces cuando regresa Diego a Teruel sin saber las noticias que le esperan. La villa entera está celebrando las nupcias de la pareja. Desesperado y con el corazón roto acude al encuentro de Isabel para pedirle un beso antes de marchar pero ella, aunque lo sigue amando, se lo niega por pertenecer ya a otro hombre. Diego no puede soportar tanto dolor en su corazón y cae muerto. Al día siguiente, en su funeral, una mujer aparece entre la multitud. Es Isabel de Segura que quiere darle a su amado el beso que le negó en vida. Tras besarle, ella también cae fulminada y se desploma sobre el cuerpo de Diego. Ante tal demostración de amor las familias de ambos deciden enterrarlos juntos. A partir de ahora serán conocidos como los Amantes de Teruel.

Hoy pueden visitarse sus restos en un mausoleo adosado a la iglesia de San Pedro. Allí reposan los amantes bajo las magníficas esculturas que Juan de Ávalos regaló a la ciudad. 

Dos escenas de las Bodas de Isabel en imágenes

La comitiva nupcial desde la Puerta de Daroca hasta la Catedral, la boda de Isabel de Segura con Pedro de Azagra, la llegada de Juan Diego de Marcilla, la petición del beso… Aunque todas las escenas que recrean la historia de los amantes son dignas de ser presenciadas, tras mi experiencia en Las Bodas, debo reconocer que las dos que más me emocionaron fueron las exequias fúnebres de Diego y muerte de Isabel, y la Oda a los Amantes.

Y es que el domingo por la mañana, bajo un sol espléndido y gracias a la acreditación que me facilitó la Fundación Bodas de Isabel -entidad pública que organiza esta recreación-, tuve una visión privilegiada de cuanto iba a acontecer en Teruel.

La solemne llegada de la comitiva de los funerales de Diego a una Plaza de la Catedral en la que no cabía ni un alma me trasladó de un plumazo ocho siglos atrás. El llanto de las plañideras, el ruido ensordecedor de los tambores rompiendo el silencio, Diego llevado a hombros entre la multitud… Y la aparición de una Isabel rota que lentamente se acerca a su amado para sellar su amor con un beso. ¿Solté alguna tímida lagrimita? Sí. No me duelen prendas en admitirlo.

Comitiva de los funerales de Diego de Marcilla. Bodas de Isabel. Teruel

Diego de Marcilla. Bodas de Isabel. Teruel

Isabel da a su amado el beso que le negó en vida. Bodas de Isabel. Teruel.

Isabel y Diego descansan juntos para siempre. Bodas de Isabel. Teruel

Desde la Catedral, los dos amantes son trasladados a la vecina Plaza de la Marquesa. Durante el recorrido se repite la misma tónica: no hay un hueco libre, todo el mundo quiere captar una imagen de la pareja. A su llegada, Isabel y Diego son recibidos con pétalos de rosas y desde uno de los balcones del Museo Provincial se lleva a cabo la escena final. El hervidero de gente que copa la plaza escucha atentamente el Romance de Ciego que repasa la trágica historia de estos enamorados, e Isabel y Diego hacen acto de presencia mientras suena una preciosa oda medieval en su honor. El punto y final a esta escena es muy emotivo: una invitación a besarse para honrar a los amantes bajo el estruendo de los tambores. Así lo hacen todos los presentes. Ya no hay lágrimas, solo sonrisas, besos, abrazos y aplausos. Y es que como reza el romance: «el amor se siente vivo más allá de la existencia.»

Tambores y bombos. Plaza de la Marquesa. Bodas de Isabel. Teruel

Pétalos de rosa para los Amantes. Bodas de Isabel. Teruel

Oda a los Amantes. Bodas de Isabel. Teruel

Momento del beso. Bodas de Isabel. Teruel

Una fiesta que se vive en la calle

Estas escenas centrales son solo una parte de los 90 actos que se llevan a cabo durante Las Bodas. Hay más representaciones teatrales, danzas medievales, desfiles, espectáculos para los más pequeños, torneos en la Plaza de Toros, exposiciones de instrumentos de tortura, talleres, demostraciones de cetrería, conciertos… Si a eso le sumas las haimas, los numerosos puestos del mercado medieval y las tabernas que te encuentras a cada paso podrás imaginar que el ambiente es increíble. Tanto que a veces es difícil dar un solo paso.

Representación de la obra Doncellas y donceles. Bodas de Isabel. Teruel

Músicos en la Plaza San Juan. Bodas de Isabel. Teruel

Exposición de instrumentos de tortura. Bodas de Isabel. Teruel

Taberna. Bodas de Isabel. Teruel

Exhibición de aves rapaces. Bodas de Isabel. Teruel

Herrero en la Plaza San Juan. Bodas de Isabel. Teruel

Y es que la implicación de los turolenses en esta fiesta es absoluta. Literalmente, se vuelcan en ella. Prueba de ello son los 150 grupos que forman parte de la Federación de Asociaciones de las Bodas de Isabel de Segura que plantan sus haimas y sus campamentos por toda la ciudad para evocar la vida cotidiana del Teruel medieval. Oficios, órdenes militares, miembros de la iglesia, parroquias, barrios… Todos ellos son colectivos documentados y su participación en Las Bodas conlleva el cumplimiento fiel del rigor histórico. De hecho, para entrar a formar parte de la federación, deben entregar una memoria donde se explica el origen del grupo y su papel en el siglo XIII.

Carniceros de la Villa. Bodas de Isabel. Teruel

Almogávares de Teruel. Bodas de Isabel

Mercatores. Bodas de Isabel. Teruel

Encomienda templaria y hospitalaria. Bodas de Isabel. Teruel

Pobres y marginados. Bodas de Isabel. Teruel

Aquí me vas a permitir un pequeño punto y seguido. Y es que si he podido vivir Las Bodas de Isabel desde dentro ha sido gracias a uno de estos grupos, los Mesegueros. Ellos me abrieron su haima para mostrarme su día a día en este viaje al pasado y hasta me facilitaron un precioso vestido para no desentonar con el entorno. Compartí con ellos sus guisos, sus risas y me contagiaron su pasión por una fiesta a la que la mayoría de edad le ha sentado de maravilla ya que, según los organizadores, ha sido una de las más exitosas de los últimos años.

Mesegueros. Bodas de Isabel. Teruel

Algunas curiosidades de Las Bodas de Isabel

¿Sabías que Las Bodas tienen hasta su propia cerveza? Así es, la Cervisia Ambar. Una cerveza de características medievales especialmente fabricada para esta ocasión que, como manda la tradición, fue bendecida por el obispo y ofrecida a los novios durante los esponsales. El resto de los mortales pudimos probarla tanto en las posadas públicas como en la propia Abadía de San Arnoldo de Ambar que se levantó en la Plaza de la Catedral respetando los austeros cánones benedictinos. A lo largo del fin de semana, los monjes de esta congregación realizaron todo tipo de plegarias y confesiones y recorrieron el centro de la ciudad impartiendo sus indulgencias cerveceras a vecinos y visitantes bajo el lema Ora, Ambar et Labora.

Abadía de San Arnoldo de Ambar. Bodas de Isabel. Teruel Caballos portando los barriles de la Cervisia Ambar. Bodas de Isabel. Teruel

¿Quiénes dieron vida a Isabel y Diego? Como cada año, se realizó un casting para escoger a los actores que han participado en Las Bodas. No hacía falta tener experiencia, solo ganas de vivir la fiesta. Carmen Jara, una estudiante de magisterio, fue la elegida para interpretar a Isabel. Por su parte, Ángel J. Loras, un polifacético policía local de Teruel, fue quien se puso en la piel de Diego de Marcilla.

Los protagonistas de las Bodas de Isabel. Teruel

¿Qué es Europa Enamorada? Fuera de nuestras fronteras, Teruel está liderando un proyecto con otras ciudades como Verona, Sulmona o Montecchio Maggiore denominado Europa Enamorada cuyo objetivo es impulsar una ruta europea de turismo romántico que conecte todas las ciudades que estén marcadas por una historia de amor universal.

Consejos para disfrutar de las Bodas de Isabel

Si con lo que has leído hasta ahora he conseguido animarte para no perderte la próxima edición de Las Bodas de Isabel de Segura, toma nota de mis sugerencias:

Alojamiento. Aunque Teruel cuenta con una buena oferta hotelera, el fin de semana de Las Bodas el número de plazas siempre es inferior a la demanda. Si quieres reservar una habitación en la ciudad deberás hacerlo varios meses antes o te resultará imposible. Incluso los alojamientos de los pueblos más cercanos cuelgan el cartel de completo. Las Bodas se celebran el tercer viernes de febrero.

Comida. Para comer en un restaurante, aplica la regla anterior y reserva mesa con antelación. Si prefieres comer en la calle, perfecto. Encontrarás tabernas y puestos de comida a cada paso. Fíjate bien porque hay haimas solidarias en las que podrás comer divinamente y de paso contribuir a una causa benéfica. Algo imperdonable: irte de Teruel sin probar su exquisito jamón.

Jamón, panceta y otras delicias. Bodas de Isabel. Teruel

Vino caliente para combatir el frío. Bodas de Isabel. Teruel

Ropa. Si tienes ocasión de vestirte de medieval, hazlo. En el mercadillo hay varios puestos que alquilan trajes aunque ya te digo que barato no resulta. Si no te apetece vestirte, recuerda que estamos hablando de febrero en Teruel. Hace mucho frío. Que no te confunda un día soleado  porque en cuanto atardece el mercurio se desploma y llegar a bajo cero es lo más normal. Así que bien abrigado y a ser posible con ropa de repuesto. Con tanta hoguera sí o sí acabarás oliendo a humo.

¿La fiesta sigue por la noche? Seguir sigue, otra cosa es que aguantes con un programa diurno tan completo. Este año se han programado actuaciones en directo en la llamada haima cultural y se ha instalado una carpa nocturna situada junto al Palacio de Congresos.

Y dicho esto, solo queda formularte la pregunta del millón. ¿Nos veremos en las próximas Bodas de Isabel? O como dicen los del terreno, ¿vendrás a medievales? Teruel, la Ciudad del Amor, te espera.

Más información: Fundación Bodas de Isabel

Restaurante Yain. Teruel

Restaurante Yain. Teruel

«El amor es tan importante como la comida pero no alimenta». Con esta frase de Gabriel García Márquez, nos da la bienvenida el restaurante Yain, parada obligada para los incondicionales de la buena mesa y el vino que recalan en la ciudad de los Amantes y de la estrella de ocho puntas, en tierra mudéjar, en Teruel.

El Yain está ubicado en pleno casco histórico, a unos 100 metros de la Plaza del Torico, en la antigua judería turolense. Su nombre en hebreo significa vino. No podía ser otro. Estaba predestinado a llamarse así. Y es que cuando empezaron a construir el restaurante, descubrieron bajo sus cimientos los restos de una bodega judía del siglo XIV, con su trujal y sus ánforas de barro enterradas a modo de tinas de fermentación. Pero la vinculación del Yain con el mundo del vino va mucho más allá. Al frente de este negocio encontramos a Raúl Igual, un joven emprendedor que, a base de tesón y esfuerzo, consiguió alzarse con el premio al mejor sumiller de España en el año 2010.

Raúl Igual. Premio Mejor Sumiller de España 2010. Restaurante Yain. Teruel

Desde que abrió sus puertas, en julio de 2007, Raúl Igual y su equipo han hecho del Yain todo un referente gracias a la pasión con la que promocionan la cultura del vino y los sabores aragoneses. Plato a plato, maridaje a maridaje. Sin grandes aspavientos, con humildad y ofreciendo un trato cercano, profesional y amable que afianza y aumenta su cartera de comensales servicio tras servicio.

Carta del restaurante Yain. Teruel

¿Qué sale de los fogones del Yain? Sencillamente una mezcla afortunada de tradición e innovación. Una cocina de mercado y de temporada que podemos degustar a la carta, en formato menú del día, menú degustación con maridaje, o bien, como hicimos nosotros, con el menú Rueda de Sabores. Este menú consta de tres entrantes para compartir y un segundo a elegir entre ocho platos. En función de la opción elegida, su precio oscila entre 28 y 35€ e incluye postre sorpresa, agua y copa de vino -o cerveza o refresco.

Como entrantes, pedimos ensalada de quesos y membrillo, vieira gratinada y ratatouille de verduras al horno. Los tres estaban buenísimos pero el que derritió mi paladar fue este último con sus verduritas asadas y su vinagreta de tomate y tomillo. Un bocado exquisito.

Ensalada de quesos y membrillo. Restaurante Yain. Teruel

Vieira gratinada. Restaurante Yain. Teruel

Ratatouille de verduras al horno. Restaurante Yain. Teruel

Luego llegaron los segundos. En nuestro caso, confit de pato al Oporto y jarrete de ternasco guisado. Buen producto y esmerada presentación. Para acompañar estas carnes, Raúl nos recomendó un excelente somontano de la zona de Barbastro. El dulce colofón realmente fue una sorpresa: semiesfera de chocolate con café y helado de violetas. Apetitoso y lleno de creatividad.

Confit de pato al Oporto. Restaurante Yain. Teruel

Jarrete de ternasco guisado. Restaurante Yain. Teruel

Semiesfera de chocolate con café y helado de violetas. Restaurante Yain. Teruel

Como ya habrás imaginado, la bodega del Yain es una de las grandes bazas de este restaurante. Ubicada a siete metros bajo la cota del suelo, atesora con mimo en su interior una personalísima selección de caldos que nos ofrece un viaje alrededor del mundo. No solo están presentes muchas de nuestras denominaciones de origen, también hay espacio para referencias extranjeras que copa a copa nos trasladan a países como Francia, Alemania, Australia, Portugal, Italia, Hungría o Nueva Zelanda. Espumosos, generosos, blancos, rosados, tintos, dulces… Entre los cavas está uno de mis preferidos, Agustí Torelló, puro Penedès.

Uno de los salones del restaurante Yain. Teruel

En cuanto al local, puedo decir que me gustó mucho la atmósfera que han creado para cobijar este capricho culinario turolense. Es acogedor, íntimo y de diseño minimalista. Manteles de hilo, vajilla y cristalería moderna y funcional, buena música de fondo… El escenario perfecto para no robar ni un ápice de protagonismo a las verdaderas estrellas del Yain: sus platos y sus vinos.

Una vez más, espero haber despertado tu curiosidad y las ganas de probarlo.

FICHA DEL RESTAURANTE YAIN

Dirección: Plaza de la Judería, 9. Teruel   Web

Información y reservas: 978 62 40 76

Horario: De 13:30 a 15:15h y de 21:00 a 23:00h. Cerrado: Lunes, domingo por la noche y martes por la noche

Adaptado para minusválidos

 

Albarracín, un sueño medieval de yeso rojizo, madera y forja

Albarracín, un sueño medieval de yeso rojizo, madera y forja

En esta ocasión, nos dirigimos al suroeste de la provincia de Teruel para conocer Albarracín, considerado por muchos el pueblo más bonito de España. Un delicioso capricho aragonés que aparece de golpe, sin avisar, detrás de una cerrada curva que discurre a orillas del río Guadalaviar. Encaramado en una colina que se levanta en un paisaje agreste y con la escalonada silueta de su cinturón de murallas dominando el horizonte.

A los pies de las murallas, se extiende una madeja de calles empedradas, la mayoría estrechas y empinadas, que conviene devanar a paso lento, captando cada pequeño detalle de esta población serrana que nos traslada al ambiente de la Edad Media rural. Así, al adentrarnos en su caserío, podremos apreciar como sus casas se apiñan unas con otras adaptándose al terreno y sin apenas dejar pasar los rayos de sol. Si a esta peculiar arquitectura popular le sumamos las encantadoras plazuelas, el Castillo, los torreones, caserones señoriales, escalinatas, pasadizos e iglesias que encontraremos a nuestro paso, enseguida nos daremos cuenta de que estamos ante una de las joyas del viejo Aragón. No en vano fue declarado Monumento Nacional en 1961 y aspira a convertirse en Patrimonio de la Humanidad.

Albarracín. Teruel

Tres elementos serán nuestros compañeros de viaje: el yeso, la forja y la madera. Y es que si hay un color que identifica a Albarracín es el tono rojizo de sus casas que se consigue gracias al yeso que se extrae de la Sierra de Albarracín. El uso de la forja es también una constante. Allá donde mires la encontrarás: en los picaportes, aldabas y clavos que decoran las puertas de las casas, en las trabajadas rejas de las ventanas… Y, cómo no, la madera, presente en los voladizos de los tejados, en los balcones y en soberbios portones.

Aldaba típica con forma de salamandra. Albarracín

Qué ver en Albarracín

El recorrido que te propongo para conocer Albarracín empieza en su animada e irregular Plaza Mayor, un rincón perfecto para darse un respiro entre tanta cuesta y recuperar fuerzas. Aquí se encuentra ubicado el Ayuntamiento que destaca, a diferencia de otras casas consistoriales aragonesas, por su forma de U casi regular. Un balcón corrido recorre toda su fachada con una bella barandilla de forja.

Plaza Mayor. Albarracín

El tiempo parece haberse detenido en Albarracín

Desde la Plaza Mayor parte la calle de la Catedral, una de las vías más importantes de Albarracín que nos conduce hasta el Palacio Episcopal y la Catedral. En el Palacio Episcopal, con su soberbia portada barroca, se encuentra situado el Museo Diocesano. Este palacio es, además, la sede de la Fundación de Santa María, una entidad sin ánimo de lucro que realiza una importante labor de restauración del patrimonio de Albarracín. Muy cerca está La Catedral. En su interior destacan la Capilla del Pilar, el retablo del altar mayor y el de la capilla de San Pedro. Eso sí, si quieres verla por dentro, tendrás que contratar un visita guiada con la Fundación Santa María. A los pies de este templo, hay un amplio mirador que nos ofrece unas magníficas vistas de la villa y del enclave natural que la rodea.

Albarracín con la Catedral al fondo

De vuelta a Plaza Mayor, podemos adentrarnos en las calles Santiago y Portal de Molina que discurren de forma paralela. En la primera se encuentra la iglesia de Santiago, finalizada en siglo XVIII, y el encantador rincón de la Panadería. El Portal de Molina, por su parte, es otra típica calle en la que los  aleros de las casas casi llegan a tocarse. Al final de esta calle nos espera una agradable sorpresa: la Casa de la Julianeta. Ubicada en una esquina, esta casa, la más fotografiada de Albarracín, desafía la ley de la gravedad sin apenas una línea vertical en su estructura y se adapta a las caprichosas pendientes del terreno creando una estampa casi mágica.

Iglesia de Santiago. Albarracín

Casa de la Julianeta. Albarracín

Pasear por la calle del Chorro y la calle Azagra es otra de las cosas que sí o sí debes hacer en tu visita. Precisamente esta última rinde homenaje a la familia cristiana de los Azagra que se hicieron con el control de Albarracín tras casi un siglo de dominación musulmana en el que esta localidad fue una taifa gobernada por el clan bereber de los Banu Razin. Con los Azagra, Albarracín pasó a ser un Señorío Independiente de Castilla y Aragón hasta 1285, fecha en que fue conquistado por Pedro III de Aragón.

Un ejemplo de las estrechas y serpenteantes calles de Albarracín

Después esta breve reseña histórica, toca hablar de las murallas que rodean esta población. No puedes abandonar Albarracín sin recorrer al menos alguno de sus tramos. La calle del Chorro, la Subida a las Torres y el Portal de Molina te marcarán el camino a seguir para coronarlas. El esfuerzo, importante si no estás en buena forma física o tienes vértigo, realmente merece la pena porque desde allí se divisan unas inmejorables panorámicas de toda la vega del Guadalaviar y de la compleja fisonomía de Albarracín. Sus  torreones más importantes son la Torre del Andador y la Torre de Doña Blanca.

Albarracín y sus murallas

Vista de Albarracín y el río Guadalaviar

Tras tal despliegue de energía, nada mejor que parar a comer en alguno de los restaurantes de Albarracín y degustar platos típicos como el ternasco al horno, el cordero a la pastora, la conserva de cerdo, la trucha o las migas con uvas. De postre, prueba las famosas almohábanas de Ben Razín. Están deliciosas.

Para bajar la comida, te sugiero que des un tranquilo paseo junto al río. A su paso por Albarracín, la cuenca del Guadalaviar cuenta con zonas recreativas y hermosos jardines que invitan al descanso. Ya que estás en esta zona, no dejes de entrar en el Café-Galería El Molino del Gato. Solo te diré que tiene una preciosa terraza junto al río. El resto, prefiero que lo descubras tú (calle San Antonio nº 4).

El Guadalaviar es uno de los mejores ríos trucheros de España

Para finalizar, un último consejo: quédate a dormir en Albarracín o, por lo menos, espera a que caiga la noche. La imagen de este pueblo, bajo las luces amarillentas que desprenden sus farolas, sin gente y en silencio, te aseguro que se instalará para siempre en tu retina.

Más información sobre Albarracín:

¿Dónde aparcar?

En la parte baja de Albarracín hay dos zonas de aparcamiento gratuitos. La primera está en la entrada y muy cerca de la Oficina de Turismo (calle San Antonio, 1.) La segunda está un poco más adelante, en las inmediaciones del Parque Municipal.

¿Dónde comer y dormir en Albarracín?

Albarracín cuenta con una amplia oferta de hoteles, casas rurales y bares y restaurantes que puedes consultar en la web del Ayuntamiento.

Visitas guiadas en Albarracín

Aunque resulta muy fácil recorrer Albarracín a tu aire con el mapa que te facilitarán en la Oficina de Turismo, si quieres hacer una visita guiada tienes dos opciones. La empresa El Andador organiza recorridos de hora y media por tan solo 3.50€ por persona e incluye además la visita a la casa noble de los Pérez Toyuela y una degustación de productos típicos de la Sierra de Albarracín. Por su parte, la Fundación Santa María realiza dos tipos de visitas guiadas. La normal, que incluye un recorrido por el casco histórico y la entrada a la Catedral (3.50€), y la visita más itinerario de museos que engloba el Museo de Albarracín, el Museo Diocesano, la Catedral, el Castillo y la Torre Blanca. Su precio: 9,00 €.