Qué ver en Gúdar Javalambre: una comarca de Teruel tan desconocida como sorprendente

Qué ver en Gúdar Javalambre: una comarca de Teruel tan desconocida como sorprendente

Altas cumbres y valles, cielos impolutos, algunos de los pueblos más bonitos de España, gastronomía serrana, actividades en plena naturaleza… Si te preguntas qué ver en la comarca de Gúdar Javalambre, sigue leyendo porque voy a mostrarte mil y un motivos para viajar al sur de Teruel.

Puertomingalvo. Gudar Javalambre
Puertomingalvo, una de las joyas de Gúdar Javalambre

Qué ver en Gúdar Javalambre o cómo enamorarte del sur de Teruel

Gúdar Javalambre es un destino que reclama ser descubierto en clave slow, disfrutando de sus paisajes, de la tranquilidad, del aire puro, del patrimonio que lucen sus villas, de su gastronomía -con el jamón de Denominación de Origen y la trufa negra como protagonistas… Y, cómo no, del astroturismo ya que esta comarca está certificada como ‘Destino y Reserva Starlight‘, y luce un cielo estrellado y limpio de contaminación lumínica que refrenda su carta de presentación: «Aquí tocamos las estrellas».

Gudar Javalambre
Pura belleza, así son los paisajes de Gúdar Javalambre

Pueblos de la comarca de Gúdar Javalambre

Uno de los grandes atractivos de esta comarca son las pequeñas poblaciones que llenan de vida la sierra de Gúdar y la de Javalambre plantándole cara a la despoblación rural. Y es que, aunque a primera vista puedan parecer similares dada la orografía montañosa del terreno, cada una tiene su toque especial. Ese que te obliga a detener el paso y a adentrarte en sus callejuelas donde lo cotidiano se torna extraordinario a los ojos del viajero que procede de una gran ciudad. Porque aquí no hay semáforos, ni atascos, ni gente anónima. Aquí encontrarás niños jugando en la calle, vecinos que se saludan por su nombre y, pese a la escandalosa falta de comunicaciones, una calidad de vida envidiable.  

A continuación te presento algunos de lo pueblos que tienes que ver en Gúdar Javalambre aunque hay muchos más que espero poder enseñarte muy pronto. ¿Me acompañas?

Mosqueruela

Empezamos este recorrido a 1.475 metros de altitud, en Mosqueruela, una villa medieval, situada a caballo entre la sierra de Gúdar y el Maestrazgo. Fundada en 1265 por orden del rey Jaime I y declarada Conjunto Histórico Artístico, este pueblo resume la esencia de esta comarca aragonesa: tranquilidad, aire puro, patrimonio, un cielo único y bellos entornos naturales, como comprobarás en cada curva de la carretera que conduce a este Pueblo Mágico de España.

Portal de San Roque. Mosqueruela
Portal de San Roque, entrada principal de la muralla de Mosqueruela

Una vez allí podrás recorrer su longeva historia en cada uno de sus rincones. Su pasado musulmán en algunos torreones y puertas de la muralla, el poder que alcanzó gracias a la ganadería en los palacios de los siglos XVI y XVII que se alzan en las calles Ricos Hombres e Isabel Blesa, la iglesia de la Asunción con trazas góticas y barrocas, la calle y plaza Mayor con sus típicos soportales… Una interesante visita que, además, esconde una sorpresa gastronómica que te desvelaré más adelante.

Iglesia  de la Asuncion de Mosqueruela
Iglesia de la Asunción de Mosqueruela

Puertomingalvo

Hablar de Puertomingalvo es hablar de una de las joyas de esta comarca como demuestra su temprana inclusión en la asociación de Los Pueblos Más bonitos de España. Y es que su imagen es de las que se quedan en la retina: encaramado sobre un promontorio rocoso, coronado por un castillo y rodeado por la singular naturaleza del Geoparque del Maestrazgo.

Puertomingalvo. Gudar Javalambre
Callejear por Puertomingalvo es sumergirse en su pasado medieval

La sensación de estar en un lugar tocado por las musas aumenta a medida que te adentras en su cuidado Conjunto-Histórico Artístico. Un viaje que te traslada 500 años atrás entre fachadas de piedra, aleros de madera, arquitectura popular, portales de la antigua muralla y muestras del gótico levantino como el ayuntamiento.

Puertomingalvo
El ayuntamiento de Puertomingalvo, del siglo XV, es una magnífica muestra de arquitectura civil

Precisamente la casa consistorial, además de la oficina de turismo, alberga el Centro de Interpretación de los Castillos del Maestrazgo y una colección de arte contemporáneo muy interesante que te recomiendo visitar antes de subir al castillo que custodia unas vistas de escándalo. ¿Un imprescindible que ver en Gúdar Javalambre? Sin duda.

Castillo de Puertomingalvo
El castillo de Puertomingalvo data del siglo XIII

Linares de Mora

Si quieres enamorarte de Gúdar Javalambre a primera vista, sube al mirador de la ermita de Santa Ana y deja que tu mirada sobrevuele la coqueta silueta de Linares de Mora.

Desde allí podrás apreciar su conjunto urbano, declarado Bien de Interés Cultural, que se alza en el valle del río Linares, en plena sierra de Gúdar, y detalles que lo caracterizan como el color blanco de sus casas que contrasta con los tejados de teja roja árabe.

Linares de Mora. Gudar Javalambre
Panorámica de Linares de Mora desde el mirador de la ermita de Santa Ana

Aunque solo por capturar esta imagen de postal vale la pena acercarse a Linares, no lo dudes y regálate la experiencia de pasear por sus estrechas calles que huelen a pan recién horneado. Así descubrirás muestras de su patrimonio como el puente medieval, la iglesia barroca de la Inmaculada Concepción, las ruinas del castillo, sus portales y, sobre todo, cómo viven sus escasos, pero afortunados habitantes.

Linares de Mora. Que ver en Gudar Javalambre
Callejeando por Linares de Mora se descubren preciosos rincones como este

Alcalá de la Selva

La carretera de acceso, enmarcada por una fértil vega, es solo la antesala. Su caserío, que se desparrama valle abajo a los pies del castillo, toda una sorpresa. Así es Alcalá de la Selva, verde, serrana y muy vinculada al turismo de nieve por la cercanía de las pistas de esquí de la vecina localidad de Valdelinares.

Alcala de la Selva. Que ver en Gudar Javalambre
Alcalá de la Selva, bella por dentro y por fuera

Que sea uno de las dos poblaciones de Gúdar Javalambre que pertenecen a la red de Pueblos Mágicos de España ya te da una idea de la singularidad de esta villa de pasado musulmán situada en el curso alto del río Alcalá. La iglesia de San Simón y San Judas, el Humilladero, ermitas como la de San Roque o Nuestra Señora de Loreto… De nuevo se impone pulsar el tranquilo ritmo alcalaíno, llenar tus pulmones de aire puro y dejarte llevar.

Pista de esqui artificial en Alcala de la Selva
¿Aprender a esquiar en cualquier época del año? En esta pista artificial es posible

Antes o después de callejear por Alcalá, acércate al barrio de la Virgen de la Vega donde podrás aprender a esquiar durante todo el año en una pista artificial y tirarte por un tubby en las instalaciones del Albergue Más Blanco. Tras este rato de diversión y deporte, que puedes extender recorriendo alguno de sus senderos o jugando al golf, no olvides visitar el imponente santuario barroco que le da nombre.

Rubielos de Mora

Pórtico de Aragón, histórica, patrimonial, detenida en el tiempo… Rubielos de Mora es otra de las grandes citas que te esperan en Gúdar Javalambre. Una villa que demanda callejear sin prisa para comprobar por qué también está considerada uno de los pueblos más bonitos de España. Y es que Rubielos se ha esforzado como pocas para preservar su arquitectura con un brillante resultado: lucir uno de los conjuntos urbanos más atractivos de todo Aragón, refrendado por el premio Europa Nostra y por formar parte de la red de Cittaslow. Palacetes y casas solariegas que la convirtieron en la Corte de la Sierra, el monumental portal de San Antonio, la ex colegiata de Santa María la Mayor, el claustro del antiguo convento de los Carmelitas Descalzos, las escuelas modernistas, la renacentista casa consistorial con su preciosa lonja…  Rubielos de Mora es historia viva a cada paso.

Rubielos de Mora
Rubielos de Mora, un encantador viaje al pasado
Rubielos de Mora.  Gudar Javalambre
Claustro del antiguo convento de los Carmelitas Descalzos

Una historia que, además, cobra vida cada mes de agosto con la celebración de la Feria Medieval, un fin de semana en el que literalmente la villa regresa al medievo con un gran mercado de artesanía, representaciones teatrales y, cómo no, con todos los vecinos ataviados con trajes de la época.

Otros imprescindibles: visitar el Museo Salvador Victoria, que recorre el universo abstracto de este pintor rubielano, y subir al mirador de la Cruz para contemplar su fisonomía a vista de pájaro.

Olba

Otra de las sorpresas de Gúdar Javalambre es Olba, un edén que se esconde entre escarpadas montañas. Sus diferentes barrios, unidos por el curso del río Mijares, aparecen en las laderas del valle o en las ondas de los meandros creando un entorno ideal para disfrutar del ecoturismo.

Olba. Que ver en Gudar Javalambre
Iglesia de Santa Catalina

Tras callejear en busca de la iglesia barroca de Santa Catalina, el ayuntamiento y sus ermitas, no olvides bajar hasta el río para disfrutar de un precioso paisaje de ribera salpicado de chopos, álamos, sauces y madreselvas. Olba es sinónimo de naturaleza y así merece ser descubierta.

Paisajes de Olba
Paisajes de Olba

Mora de Rubielos

Si hay una villa que siempre aparece en todas las listas de imprescindibles que visitar en la comarca de Gúdar Javalambre, esta es Mora de Rubielos, su capital y el pueblo donde nació mi padre.

Mora de Rubielos
Mora de Rubielos, la capital de Gúdar Javalambre

Mi recomendación es que nada más llegar realices una visita guiada por su colosal castillo, erigido en el siglo XIV por los Fernández de Heredia. Defensivo, palaciego y testigo de una dilatada historia, la fortaleza más monumental del sur de Aragón también es una venta abierta a las artes escénicas. ¿Te imaginas a Ara Malikian tocando en su gran patio de armas? Yo lo he vivido en el marco del Festival de Puerta al Mediterráneo, que se celebra en este singular espacio y en Rubielos de Mora cada mes de agosto, y te aseguro que es una experiencia única.

Castillo de Mora de Rubielos
Plaza de armas del castillo de Mora de Rubielos

Otro de los regalos que te brinda la visita al castillo es que desde aquí se divisa toda la población. Una reliquia viva de la Edad Media en la que destaca la ex colegiata de Santa María -Monumento Nacional y obra maestra del gótico levantino-, las casonas hidalgas de la calle de Las Parras, el ayuntamiento, y los diferentes portales que antaño la delimitaban. Una última pista: sube al Calvario hasta alcanzar las torres del segundo recinto amurallado para disfrutar de otra bonita panorámica de este pueblo mágico de España.

Manzanera

En el corazón de Sierra de Javalambre, a 996 metros de altitud, Manzanera hace gala de una seductora combinación de historia y naturaleza. Y es que, además de importantes vestigios de su pasado medieval, entre los que destaca el Portal de Abajo con sus torreones almenados, cuenta con un término municipal cuajado de hermosos rincones. Bosques de alta montaña, enclaves esteparios, más de 20 especies de orquídeas silvestres, árboles monumentales, fuentes…

Manzanera
Portal de Abajo. Manzanera
Fuente La Tejeda
Fuente La Tejeda

Todo ello enmarcando una población cuyo origen se remonta a la Edad de Bronce a tenor de los diferentes yacimientos encontrados, que ostenta el título de villa gracias a Jaime I y que fue duramente castigada durante la Guerra Civil.

La Puebla De Valverde

¡Qué suerte tienes de tener pueblo! Con el paso de los años, soy cada vez más consciente de qué significa ese comentario que me lanzan de forma recurrente cuando hablo de La Puebla de Valverde. De las nubes de Los Simpsons, del pregón que anuncia la llegada de algún vendedor al son de una jota, de los atardeceres y, sobre todo, de mi gente, de esos amigos con mayúsculas que crecimos juntos verano a verano.

La Puebla de Valverde. Que ver en Gudar Javalambre
La Puebla de Valverde
La Puebla de Valverde. Gudar Javalambre

He cambiado el tono para hablar de esta pequeña población de la sierra de Javalambre porque, al fin y al cabo, estoy hablando de mí. De un rincón de Aragón perfecto para cambiar el asfalto por naturaleza, el despertador por las campanas de la iglesia de Santa Emerenciana, y la contaminación por un cielo que cada noche cubre de estrellas los portales de Teruel y de Valencia, los restos de la antigua calzada romana y un término municipal salpicado de masías y campos de carrascas. Así es mi preciado refugio turolense, el pueblo de mi madre. El punto final de este recorrido por las villas de Gúdar Javalambre -de momento-, y el punto y seguido de mi vida.

Naturaleza en estado puro: rutas, deporte y experiencias únicas

Vegas, cascadas, las cotas más altas de la provincia de Teruel, árboles que retan al paso del tiempo, casi 1.000 km de rutas señalizadas… Este territorio montañoso que se distingue por la belleza de sus paisajes es el escenario perfecto para practicar deportes como escalada, descenso de barrancos, senderismo o rutas en BTT. Sin olvidar el esquí, el rey de los deportes de invierno que cuenta con dos estaciones: Valdelinares y Javalambre.

¿Algunas ideas para disfrutar de la naturaleza en Gúdar Javalambre?

  • Árboles monumentales: la comarca cuenta con 17 árboles singulares -una distinción que se concede a aquellos ejemplares que destacan por su porte, dimensiones, simbolismo o rareza. Uno de ellos es el Pino del Escobón, un majestuoso pino laricio situado a 3 km de Linares de Mora. Su altura es de 28 metros, tiene más de 400 años y se necesitan cuatro adultos para abrazar su tronco. ¿Otro ejemplo? La Sabina del Desmayo de Manzanera.
Pino del Escobon y Sabina del Desmayo
Pino del Escobón y Sabina del Desmayo
  • Vía Verde de Ojos Negros: esta ruta que conecta Teruel con Valencia siguiendo las vías del antiguo ferrocarril minero discurre por La Puebla de Valverde, Sarrión y Albentosa donde se encuentra el mayor viaducto de toda la línea férrea. Una maravilla de la ingeniería que se eleva a más de 50 metros sobre el río.
Viaducto de Albentosa
Viaducto de Albentosa desde la Vía Verde de Ojos Negros
  • Ruta Fuente del Gavilán-Balneario el Paraíso (Manzanera): menos de 9 km (ida y vuelta) salpicados de fuentes como el Gavilán, el Cañuelo y las Especias, árboles monumentales, como la ya mencionada Sabina del Desmayo, y merenderos, muy recomendable en cualquier época del año.
Fuente del Gavilan. Manzanera
Ruta Fuente del Gavilán
  • Shinrin-yoku: un baño de bosque es una experiencia contemplativa que despierta los sentidos, reduce el estrés y nos conecta con la naturaleza que puedes realizar de la mano de Teresa Laguna de la Casa de los Moyas. ¿Dónde? En un paraje espectacular de Olba a la vera del río Mijares.
Baño de bosque en Olba
Baño de bosque en Olba

Qué ver en Gúdar Javalambre: las estrellas, por supuesto

Tendrás que levantar la mirada para descubrir una de las grandes señas de identidad de Gúdar Javalambre: su cielo. De día, el más azul que puedas imaginar, y tras el adiós del sol, una ventana oscura abierta al firmamento. Y es que este territorio Starlight es una de las mejores zonas de Europa para ver las estrellas. De hecho, en Arcos de las Salinas, a 2.000 metros de altitud, se encuentra el Observatorio Astrofísico de Javalambre, y Galáctica, un centro de interpretación que divulga el conocimiento del cosmos.

Astroturismo en Gudar Javalambre
Ermita de la Virgen de la Pradas de San Agustín © Juan Carlos Leguey
Sesion de light painting en Gudar Javalambre
Sesión de light painting con Juan Carlos Leguey, miembro de AFONOCTE (Asociación de fotógrafos nocturnos de España)

Conscientes de este regalo de la naturaleza, los pueblos de Gúdar Javalambre han apostado por la defensa de la calidad del cielo nocturno reduciendo al máximo la contaminación lumínica y creando una red de miradores astronómicos. ¿El resultado? Un destino estelar de referencia que resulta perfecto para el astroturismo. Una modalidad de turismo sostenible y responsable que nos permite navegar por el universo entre ciencia y mitología.

Dónde comer y dónde dormir en Gúdar Javalambre: alojamientos y restaurantes recomendados

Mas de Cebrián (Puertomingalvo)

Un entorno envidiable en medio de la naturaleza, habitaciones de ensueño, dormir envuelto en un mar de estrellas y despertar con el canto de los pájaros, relajarte en un spa con vistas al infinito y una oferta gastronómica que ensalza las delicias del terreno. Así es el Mas de Cebrián, una antigua masía rehabilitada situada en el término de Puertomingalvo donde la paz lo es todo. Bikefriendly, accesible y con sello Starlight. Lo llaman hotel, sí, pero para mí es un paraíso.

Mas de Cebrian. Puertomingalvo
¿Te imaginas descansando en una habitación como esta?

Restaurante Existe (Mosqueruela)

Cuando visites Mosqueruela, incluye en tu agenda la cocina de autor con productos ecológicos de proximidad y de temporada del restaurante Existe. A frente de este referente culinario están Alberto y María, dos emprendedores que en plena pandemia decidieron levantar la persiana y luchar contra la despoblación de la zona con sus deliciosas elaboraciones.

Restaurante Existe. Mosqueruela
Alberto Montañés, chef del restaurante Existe de Mosqueruela

Su carta es una explosión de sabores que desfilan en forma de arroces, croquetas de jamón de Teruel, albóndigas de jabalí con salvia o alcachofas a la brasa. Imprescindible: su tarta de queso vasca.

Masía La Torre (Mora de Rubielos)

Lo que antaño fue una antigua masía dedicada a la ganadería y la agricultura es hoy Masía La Torre, un alojamiento rural con mucho encanto ubicado en un paraje natural de Mora de Rubielos. La piedra y la madera aportan calidez, el diseño de las habitaciones invitan al descanso y las posibilidades de turismo activo van desde rutas en bici a relajados paseos por su entorno.

Masia La Torre. Mora de Rubielos. Teruel
Masía La Torre es sinónimo de tranquilidad
Masia La Torre. Teruel

¿Un plus? La gastronomía de su restaurante de km0, que reinterpreta los platos tradicionales, está recomendada por el Consejo Regulador de la D.O.P. Jamón de Teruel.

La Trufa Negra**** (Mora de Rubielos)

Esta comarca turolense es la principal productora mundial de trufa negra, un manjar, conocido como el oro negro, que en La Trufa Negra de Mora de Rubielos cuidan y preparan con mimo. Y es que, en este hotel no solo es la estrella del restaurante Melanosporum, también de sus experiencias de trufiturismo.

La Trufa Negra. Mora de Rubielos.
La Trufa Negra
La Trufa Negra. Mora de Rubielos. Teruel

¿Te imaginas saborear unas patatas rotas con jamón D.O. Teruel y huevos trufados, y luego relajarte en su coqueto spa? Un lujo a tu alcance en el centro de una de las poblaciones que sí o sí tienes que ver en Gúdar Javalambre.

La Fonda de la Estación *** (La Puebla de Valverde)

Si quieres descubrir a qué sabe Gúdar Javalambre, tienes una cita en el restaurante La Fondica de La Fonda de la Estación. En los fogones, el chef Edu Marco. Sobre el mantel, una cocina de mercado elaborada con productos de proximidad y un toque de vanguardia que complace por su calidad.

Restaurante La Fondica. Gudar Javalambre
Sabores de La Fondica: hummus de berenjena, merluza sobre crema Dubarry, alcachofas con crema de coliflor y risotto de setas con crujiente de boniato
Hotel La Fonda de la Estacion. La Puebla de Valverde

¿Y el hotel? Un edificio recuperado de finales del siglo XIX que alojaba a los viajeros que llegaban en tren, y que hoy sigue conquistando a los huéspedes con sus acogedoras habitaciones, el gusto por los detalles y su esmerado servicio. Su ubicación: en los alrededores de La Puebla de Valverde, junto a la Vía Verde de Ojos Negros y a un paso de la estación de esquí de Javalambre.

Y hasta aquí este recorrido turolense. Ahora que ya sabes qué ver en la comarca de Gúdar Javalambre, solo resta una pregunta: ¿cuándo nos vemos por aquí?

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Villas históricas de León, el legado de un reino que te sorprenderá

Villas históricas de León, el legado de un reino que te sorprenderá

Carácter, historia, arte, naturaleza, sabores tradicionales y un rico legado inmaterial. Estas son las principales señas de identidad de las localidades que forman parte de la red de Villas Históricas del Reino de León, un conjunto de pueblos y ciudades que, como si de museos vivos se tratase, conservan las huellas del pasado y lo mejor de su presente. ¿Me acompañas a descubrirlas?

La ruta que te propongo cruza de oeste a este la provincia de León, pero puedes modificar el recorrido según tus preferencias.

Villas históricas de León

La red de Villas Históricas del Reino de León es una marca turística creada con el objetivo de promocionar y poner en valor las localidades de la provincia que cuentan con una dilatada historia y un destacado patrimonio etnográfico, que se suma al resto de atractivos que consolidan esta provincia como un gran destino turístico: las Reservas de la Biosfera, su gastronomía, las propuestas de enoturismo amparadas por las D.O León y Bierzo…

Mapa villas historicas de Leon

Villafranca del Bierzo, tras los pasos del peregrino

Empezamos esta ruta por las villas históricas de León en Villafranca del Bierzo, que nos da la bienvenida entre montañas, viñedos y bosques de ribera que dan paso a esbeltas torres que anuncian su gran peso en el Camino de Santiago.  Como la de la Colegiata de Santa María, que se alza muy cerca de su precioso castillo-palacio o la iglesia románica de Santiago.

Villafranca del Bierzo. Villas historicas de Leon
Villafranca del Bierzo, uno de los pueblos más encantadores de León

Tras conocer la riqueza monumental de esta pequeña Compostela, se impone callejear por el barrio de Los Tejedores en un viaje al medievo donde resuena el eco de los gremios que antaño lo habitaron. Y, cómo no, recorrer la empedrada calle del Agua por donde discurre el Camino a la sombra de un conjunto monumental cuajado de casonas blasonadas y balconadas de madera, y hacer un alto en el camino para comprobar la calidad de los vinos de la D.O. Bierzo.

Calle del Agua. Villafranca del Bierzo
Calle del Agua

Otras citas imprescindibles en Villafranca del Bierzo son la iglesia de San Juan o iglesia de San Fiz de Visonia, la de San Francisco de Asís y La Anunciada, el convento de la Concepción, y el romántico jardín de La Alameda que acoge cada primavera la Fiesta de la Poesía en homenaje al escritor villafranquino Enrique Gil y Carrasco.

Ponferrada, el feudo de los templarios

A tan solo 25 km y sin dejar el Camino de Santiago llegamos a Ponferrada. El principal atractivo de la capital de la comarca del Bierzo es, sin duda, su casco antiguo que atesora siglos y siglos de historia. Un buen ejemplo es el Castillo de los Templarios que se alza en la confluencia de los ríos Sil y Boeza. No dudes en visitar este Monumento Nacional para sumergirte en los días en los que estos caballeros velaban el puente de hierro (Pons Ferrata) que facilitaba el paso de los peregrinos, y que dio nombre a la ciudad.

Castillo del Temple. Ponferrada. Villas historicas de Leon
El Castillo de Los Templarios está considerado como el más notable del noroeste de España

Alrededor del castillo se concentran los principales monumentos de la villa como la iglesia de San Andrés, que custodia algunos de los más famosos pasos de la Semana Santa ponferradina, o la Basílica de la Virgen de la Encina, dedicada a la patrona del Bierzo. Precisamente, la calle que une este templo con la plaza del Ayuntamiento es una de las más emblemáticas de Ponferrada. Se trata de la calle del Reloj, llamada así porque en ella se encuentra la Torre del Reloj -la única puerta que se conserva de la muralla medieval-, y en la que destacan también el Convento de la Purísima Concepción y la Real Cárcel, que actualmente alberga el Museo del Bierzo.

Basilica de la Virgen de la Encina y calle del Reloj. Ponferrada
Basílica de la Virgen de la Encina y calle del Reloj

Una última recomendación. Si tu visita coincide con la primera luna llena del mes de julio, podrás asistir a la Noche Templaria. Una fiesta en la que los ponferradinos se visten con atuendos medievales para recrear el ambiente templario que vivió en otra época esta ciudad leonesa.

Molinaseca, pura calma en el Bierzo

La primera imagen que nos ofrece Molinaseca no puede ser más bucólica. En primer plano y sobre el río Meruelo, el puente de sillería de los Peregrinos que marca el rumbo para llegar a Santiago; dominando la villa, la majestuosa iglesia de San Nicolás de Bari, y abrazándola, las verdes colinas del Bierzo.

Puente de los Peregrinos e iglesia de San Nicolas de Bari. Molinaseca
Puente de los Peregrinos e iglesia de San Nicolás de Bari

A partir de aquí, la calle Real nos conduce al corazón de esta villa medieval con diez siglos de tradición jacobea. A un casco antiguo, declarado conjunto histórico-artístico, salpicado de estrechos callejones y casonas nobiliarias en que el que conviene caminar a paso lento y, por qué no, tomar un tentempié en la plaza García Rey a los pies del crucero del Santo Cristo que anuncia que el camino prosigue.

Molinaseca. Villas historicas de Leon
Molinaseca

Dos sugerencias más: visitar el Santuario de Nuestra Señora de las Angustias -patrona del pueblo-, y recorrer la senda turística que conduce a las Puentes de Malpaso para disfrutar de la naturaleza que envuelve a Molinaseca.

Astorga, una preciosa villa histórica del reino de León

Hablar de Astorga es hablar de la gloriosa Asturica Augusta -punto de encuentro de las calzadas que comunicaban el noroeste de la península con el resto de Hispania- cuyo legado se puede descubrir siguiendo la Ruta Romana. También es hablar de la capital de la comarca de la Maragatería, y de una ciudad bimilenaria con un patrimonio monumental que embellece su fisonomía.

Palacio Episcopal. Astorga. Villas historicas de Leon
Palacio Episcopal y Catedral de Astorga

Prueba de ello es la magnífica Catedral de Santa María, con su espectacular cabecera -obra maestra del barroco leonés- y su soberbio interior; y el imprescindible Palacio Episcopal de Gaudí, un edificio neogótico construido con granito del Bierzo, en el que se encuentra ubicado el Museo de los Caminos.

Museo de los Caminos. Astorga
Museo de los Caminos en el Palacio Episcopal

Tratándose de Astorga, sería imperdonable no mencionar el tradicional cocido maragato, un contundente plato que nunca falta en los mesones, y que te recuerdo se toma al revés: primero la carne, a continuación los garbanzos, y por último la sopa. Pruébalo antes de seguir descubriendo otros atractivos rincones como las murallas, la plaza Mayor, el convento del Sancti Spiritus y el Museo del Chocolate.

León, donde la historia se escribe con mayúsculas

Pocas ciudades pueden presumir de una historia tan longeva e intensa como León. Más de 2.000 años de arte y cultura que se traducen en un vasto legado forjado por romanos, cristianos, musulmanes y judíos. Una herencia de valor incalculable que toma forma en cada rincón de esta monumental capital de provincia.

Catedral de Santa Maria. Villas historicas de Leon
Santa María es una las catedrales góticas más hermosas de España

La majestuosa catedral de Santa María, las murallas romanas, el Palacio de los Condes de Luna, la plaza Mayor, la Real Colegiata de San Isidoro con sus extraordinarias pinturas románicas, la plaza del Grano, la Casa Botines, el Palacio de los Guzmanes, sus casonas renacentistas y los edificios modernistas de la calle Ancha son solo algunos ejemplos del patrimonio monumental que engalana su centro histórico, allí donde se dan cita el barrio Húmedo y el barrio Romántico.

Casa Botines. Leon
El genio de Antoni Gaudí pervive en cada rincón de Casa Botines

¿Más motivos para hacer parada y fonda en León? El Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC), su Semana Santa -declarada de Interés Turístico Internacional-, y sus deliciosas tapas regadas con un buen vino de la Denominación de Origen León.

Mansilla de las Mulas, encrucijada de caminos

Tras dejar atrás la capital, la siguiente parada de esta ruta por las villas históricas de León nos conduce a Mansilla de las Mulas. Amurallada desde el siglo XII, jacobea y flanqueada por el río Esla. Famosa en el pasado por sus ferias de ganado y en el presente por la calidad de sus tomates, los reyes de la huerta mansillesa. Así es esta coqueta villa que conviene visitar sin mirar el reloj para disfrutar del patrimonio que atesora intramuros.

Murallas de Mansilla de las Mulas
La muralla, con sus torres albarranas, es la mejor fortificación medieval de la provincia de León

Y es que en Mansilla se dan cita iglesias como la de Santa María o el monasterio de San Agustín -que hoy en día alberga el Museo Etnográfico Provincial-, antiguos palomares, molinos y plazas engalanadas con soportales, como la del Grano, del Pozo y de la Leña, perfectas para tomar un bacalao al ajoarriero acompañado de unos chatos de vino. Todo esto, a solo 17 km de León.

Iglesia de Santa Maria. Mansilla de las Mulas. Villas historicas de Leon
Detalle de la iglesia de Santa María

Sahagún, monumental e imprescindible

Otro de los grandes hitos de la red Villas Históricas del Reino de León es Sahagún, una urbe medieval que destaca por su vasto legado monumental. Y es que esta localidad, que atraviesa el Camino de Santiago, nos sorprende con cinco Bienes de Interés Cultural: el Monasterio Real de San Benito, la iglesia de San Tirso, San Lorenzo, el Monasterio de San Pedro de Las Dueñas y la iglesia de La Peregrina, que este Año Santo Jacobeo será una de las sedes de la 25 edición de Las Edades del Hombre.

Arco de San Benito. Sahagun
El Arco de San Benito es una de las portadas de la desaparecida iglesia del Monasterio de San Benito

La larga tradición de Sahagún también cobra vida en celebraciones como la Semana Santa, el Encuentro de Juglares, que nos recuerda que la primera escuela de juglares se fundó en esta villa en 1116, o en las Jornadas Gastronómicas de Cocina Tradicional, el momento perfecto para probar, entre otros, sus famosos pucheros.

Iglesia de San Tirso de Sahagun. Villas historicas de Leon
La iglesia de San Tirso de Sahagún es una de las joyas del arte románico-mudéjar leonés

Grajal de Campos, arte y cultura

Tras visitar Sahagún, el siguiente destino de esta ruta es Grajal de Campos, un singular pueblecito, rodeado de llanuras de cultivos y vinos, que despunta en una pequeña colina junto al río Valderaduey.

De nuevo es su imponente castillo -el primero artillero de España-, el que nos da la bienvenida con su aire renacentista. El mismo estilo que podemos apreciar en el Palacio de los Condes de Grajal, construido por los señores de la villa a comienzos del siglo XVI en plena plaza Mayor. En la actualidad, el antiguo establo y las mazmorras es un albergue que vela el descanso de los peregrinos.

Castillo de Grajal de Campos. Villas historicas de Leon
En la construcción del Castillo se utilizaron técnicas renacentistas de fortificación

El esplendor que antaño vivió la villa también se refleja en la iglesia de San Miguel, un gran templo con planta de cruz latina y tres naves, que luce una curiosa torre de cinco esquinas. O, como dicen los lugareños, una iglesia que «tiene cinco esquinas porque no pudo tener cuatro«.

Palacio de los Condes de Grajal de Campos
Palacio de los Condes de Grajal

Además de realizar una más que recomendable visita guiada a estos tres monumentos, tómate tu tiempo para identificar sus nobiliarias casonas y otros rincones de interés como el Hospital de Nuestra Señora de la Antigua, la caverna mozárabe o la ermita de la Virgen de las Puertas, patrona de Grajal.

Valderas, medieval y encantadora

Sin abandonar la comarca de Tierra de Campos, nos dirigimos ahora al extremo sureste de la provincia de León para conocer Valderas. Una estratégica villa medieval que conserva en piedra su aguerrido pasado. Y es que tras las murallas de la antigua Val de Heras se decidió el destino de nobles y reyes, fue Capital de las Siete Villas de Campos, Napoleón encontró refugio entre sus muros, y fue el hogar de mercaderes franceses y flamencos.

Iglesia de San Juan. Valderas
Iglesia de San Juan

Todo este legado toma forma en los restos del castillo de Altafría, en el arco de las Arrejas -una de las pocas puertas de España que aún conserva el rastrillo- y en Ia iglesia de San Juan del Mercado. Y, cómo no, en la plaza Mayor, centro neurálgico de la villa, donde se alza la iglesia de Santa María del Azogue y el antiguo consistorio, un precioso edificio de sillería de estilo herreriano.

Antiguo Consistorio y palacio de los Osorio de Valderas
Antiguo consistorio de Valderas y Palacio de los Osorio

Mención especial merece el Palacio de los Osorio, una casona reconocible por su singular balcón esquinero, y en el terreno gastronómico, el exquisito bacalao que preparan en los fogones de Valderas.

Alija del Infantado, a orillas del Órbigo

El puente de la Vizana, que salva el curso del río Órbigo, nos conduce al último destino de esta ruta por las villas históricas de León: Alija del Infantado. Este municipio, que se asienta en plena Ruta de la Plata, fue en su día una próspera ciudad señorial como atestigua el Castillo de los Pimentel -un robusto bastión que se construyó sobre el primitivo Palacio de los Ponces-, la iglesia de San Verísimo y la de San Esteban, cuyo artesonado está considerado una joya mudéjar.

Puente de La Vizana de Alija del Infantado
Puente de La Vizana

Pero los atractivos de Alija no terminan aquí ya que cuenta con interesantes ejemplos de arquitectura popular y con un rosario de fuentes famosas por sus propiedades mineromedicinales.

Castillo de los Pimentel. Alija del Infantado
El imponente Castillo de los Pimentel

Como curiosidad, dentro de su patrimonio inmaterial destaca el antiquísimo Ritual del Jurru que tiene lugar en Carnaval. En esta fiesta de Interés Turístico Provincial se libra una batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma y los diabólicos jurrus persiguen a todo aquel que no vaya disfrazado.

Y hasta aquí este viaje por las villas históricas de León, un conjunto de localidades rodeadas de bellos parajes naturales en las que reina la calma, se come como en pocas, y la historia sigue viva a cada paso. ¿Acaso se puede pedir más para una escapada slow?

Viajar a Turquía durante la pandemia de COVID-19

Viajar a Turquía durante la pandemia de COVID-19

Si te planteas viajar a Turquía en pandemia, aquí tienes una completa guía que responde a todas tus preguntas basada en la experiencia de mi último viaje en marzo del 2021. Requisitos de entrada, medidas adoptadas por las autoridades para visitar Turquía con seguridad a pesar del coronavirus, consejos a tener en cuenta durante tu estancia…

Vista de Estambul desde el Cuerno de Oro
Vista de Estambul desde el Cuerno de Oro

Guía para viajar a Turquía durante la pandemia de COVID-19

Es muy importante que tengas en cuenta que estas indicaciones son las que están vigentes a día de hoy. Dado que la situación actual provoca que las normativas cambien a menudo, te recomiendo encarecidamente que te informes del momento que vive Turquía antes de viajar. Puedes hacerlo en la web del Ministerio de Salud turco, en la página de la OMS, en este mapa de la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) que recoge las regulaciones vigentes para viajar a Turquía durante la pandemia de COVID-19, revisando las recomendaciones de viaje que ofrece el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y consultando con tu aerolínea.

¿Es seguro viajar a Turquía en pandemia?

Tras mi último viaje a Estambul y Edirne, he podido comprobar que Turquía está tomando todas las medidas necesarias para que se pueda viajar a este destino en época de pandemia. Y es que, desde el lanzamiento en junio de 2020 del Programa de Certificación de Turismo Seguro -uno de los primeros y más exitosos ejemplos del mundo en este campo-, el país ha seguido unas estrictas pautas de salud para frenar el avance de la COVID-19.

Viajar a Turquia en pandemia
Safe Tourism frente a Hagia Sophia (Estambul)

Seguridad en los aviones: mi experiencia volando con Turkish Airlines

Está demostrado que el riesgo de transmisión del coronavirus a bordo de un avión es muy bajo gracias al uso obligatorio de mascarillas en el aeropuerto, durante el embarque y en todo el vuelo, la medición de temperatura antes de abordar el avión y el filtrado del aire, entre otros.

Volar a Turquia con Turkish Airlines en pandemia
Volando a Turquía con Turkish Airlines

En el caso de Turkish Airlines, sus aviones han implementado estrictas medidas y protocolos de higiene para garantizar que sus vuelos sean seguros. Algunos ejemplos:

  • Mínimo contacto entre la tripulación y los pasajeros
  • Renovación del aire cada tres minutos con sistemas de filtrado HEPA (estándar para hospitales)
  • Desinfección completa de todos los puntos de contacto del avión después de cada vuelo (cinturones, asiento, pantallas, baños, ventanas, etc.)
  • Distribución de kits de higiene para los pasajeros
  • Servicio de catering con productos envasados y de un solo uso en vuelos de más de 2 horas
Volar a Turquia
El kit de higiene de Turkish Airlines incluye mascarilla, toallitas antisépticas y productos desinfectantes

Además, conscientes de lo que complicado que es planificar un viaje en estos días, la aerolínea de bandera de turca permite disfrutar de vuelos flexibles con cambios ilimitados de billetes hasta el 31 de diciembre de 2021.

Seguridad en los hoteles

El Ministerio de Cultura y Turismo ha vacunado a todos los empleados del sector turístico (staff de hoteles y restaurantes, guías, agencias de viaje, etc.), y hasta ahora se han certificado más de 8.000 instalaciones turísticas.

Un ejemplo es el Marmara Pera, el hotel en el que me alojé en Estambul, que cuenta con un dispositivo de medición de temperatura que se activa al acercar la mano antes de pasar el arco de seguridad.

Viajar a Turquia en pandemia de covid
Hotel Marmara Pera (Estambul)

Otras medidas que han implantado para hacer de este alojamiento un espacio seguro son:

  • Registro digital
  • Desinfección del equipaje en la entrada
  • Uso de aplicaciones digitales para contactar con los huéspedes
  • Desinfección antiviral de áreas comunes a diario por empleados que trabajan con equipos de protección personal
  • Unidades desinfectantes en cada planta
  • Limpieza del aire de las habitaciones con ozono
  • Albornoces y toallas en bolsas separadas
  • Retirada de materiales no esenciales
Marmara Hotel Pera. Viajar a Turquia en pandemia de covid
Medidas sanitarias adoptadas en el restaurante del Hotel Marmara Pera de Estambul
  • Bufé libre del desayuno servido por los camareros
  • Menú digital y códigos QR en el servicio de comidas y cenas a la carta
  • Distancia mínima de 1,5 metros entre mesas
  • Cubiertos empaquetados para uso individual

Seguridad en los restaurantes

Estas medidas se pueden extrapolar a todos los establecimientos certificados como es el caso de los restaurantes. Identificarlos es muy fácil: solo tienes que buscar la placa que los acredita como Safe Tourism para disfrutar de los deliciosos sabores turcos con tranquilidad.

Toma de temperatura. Viajar a Turquia en pandemia de covid.jpg
Toma de temperatura en el restaurante Pandeli de Estambul

¿Un ejemplo? En el restaurante Pandeli -un establecimiento centenario de cocina tradicional situado en el Bazar de las Especias que te recomiendo por su calidad y buen servicio-, se toma la temperatura antes de acceder al comedor, las mesas respetan la distancia de seguridad y se han reforzado las medidas higiénicas para conseguir un ambiente libre de gérmenes.

Requisitos de entrada para viajar a Estambul (actualizado)

Los ciudadanos españoles pueden entrar o salir de Estambul con pasaporte o DNI indistintamente siempre que ambos documentos tengan una validez mínima de 6 meses a partir de la fecha de entrada en Turquía.

Si usas el pasaporte, comprueba que tienes páginas libres y que en el control policial te estampen un sello en el que figure la fecha de entrada y la leyenda GIRIS (entrada en turco). Si tu estancia va a ser superior a 3 meses solo podrás utilizar el pasaporte para entrar en el país. Lo mismo ocurre si accedes a Turquía en tu propio coche o si la entrada se realiza desde Irán, Irak y Siria. (sudeste y este del país).

Requisitos para viajar a Turquía COVID-19 (actualizado)

En este momento (septiembre de 2021), no es necesario hacerte una PCR siempre y cuando presentes un certificado oficial de vacunación que indique que ya tienes la pauta completa o que has pasado la enfermedad en los 180 días previos a tu viaje. 

  • Ten en cuenta que estos requisitos para viajar a Estambul durante la pandemia pueden cambiar en cualquier momento. Lo mejor es que confirmes qué documentación tienes que aportar antes de viajar.

Toque de queda

De acuerdo con el último comunicado del Ministerio de Interior de Turquía, reflejado en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, los turistas que visitan el país están exentos del toque del queda.

Consejos para viajar a Turquía en pandemia de coronavirus

Es recomendable llegar a la terminal tres horas antes del vuelo, ya que las medidas de seguridad de los aeropuertos pueden requerir más tiempo de lo normal.

Como en cualquier viaje internacional, te recomiendo que antes de viajar te inscribas en el Registro de Viajeros del Ministerio de Asuntos Extranjeros, Unión Europea y Cooperación, para que puedan contactar contigo en caso de emergencia o necesidad. Puedes hacerlo a través de su web o descargándote su app (Registro de Viajeros MAUC) que proporciona información sobre seguridad y recomendaciones de viaje.

Mezquita de Selimiye. Edirne
Mezquita de Selimiye en Edirne (Patrimonio Mundial de la Humanidad)

Otra app muy interesante a tener en cuenta en los próximos meses es la IATA Travel Pass que permitirá almacenar, gestionar y verificar la documentación sanitaria requerida por los diferentes países para viajar (certificados de pruebas COVID-19 y en un futuro también vacunación).

Y, por supuesto, nunca viajes sin un buen seguro que cubra todas incidencias que puedas tener durante tu estancia.

Ya en el destino, recuerda usar siempre mascarilla, respetar la distancia de seguridad y aplicar medidas higiénicas como el lavado frecuente de manos.

Seguro de viaje para viajar a Turquía

Tu seguridad es lo primero, así que, si vas a viajar a Turquía o a cualquier otro destino extranjero, haz como yo y contrata un seguro de viajes con Chapka. Para estancias inferiores a 90 días, te recomiendo el Cap Trip Plus por su amplia cobertura COVID-19: gastos médicos derivados de la enfermedad, PCR prescrita por un profesional sanitario, prolongación de estancia, regreso anticipado… Además, si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.

Volver a España desde Turquía

Los pasajeros que lleguen a España por vía aérea o marítima ya no tienen que presentar el formulario de control sanitario que se les exigía antes para entrar en el país.

Aún así, los pasajeros de países que no pertenezcan a la Unión Europea o no tengan la consideración de países asociados Schengen, sí podrán ser sometidos a un control sanitario.

Avion de Turkish Airlines
Vuelo Estambul-Madrid

Y hasta aquí toda la información que he recopilado relativa a viajar a Turquía en pandemia. Si me preguntas si me sentí segura, solo diré que hace poco que regresé de Estambul y Edirne y ya estoy deseando volver porque aún me queda mucho país por conocer.

  • Si quieres hacerte una idea más clara de cómo fue mi viaje a Turquía, te invito a ver las historias destacadas de mi perfil de Instagram.

Más información: Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía

Qué ver en Teruel, el secreto mejor guardado de Aragón

Qué ver en Teruel, el secreto mejor guardado de Aragón

Teruel es una de las capitales de provincia más bonitas de España. Y no porque lo diga yo -hija de turolenses- sino porque todo aquel que se anima a visitarla coincide en que es un gran destino para una escapada en clave slow. Si quieres saber qué la hace única, súmate a este viaje virtual que concentra todos los atractivos que tienes que ver en Teruel.

Qué ver en Teruel

La capital del arte mudéjar, los restos del primer dinosaurio hallado en España, la patria de Isabel y Diego, su patrimonio modernista, el mayor pub temático de U2 del mundo… Por mucho que te sorprenda, Teruel es todo esto y mucho más. Porque existir, existe, y te aseguro que, si le das una oportunidad, acabarás enamorándote de ella. Algo normal, por otra parte, teniendo en cuenta que habrás conocido la Ciudad del Amor.

Jardin de los Botanicos
Jardín de los Botánicos

Pasear sin prisa por su precioso centro histórico saltando del medievo al modernismo, salvar viaductos y cruzar portales de la antigua muralla, descubrir qué se cuece en sus fogones, recorrerla a la luz de la luna… No hagas caso de las recomendaciones que dicen que brindarle un solo día es suficiente. Verla, la verás, pero solo de puntillas, como un mero lugar de paso. Y Teruel no lo merece. Al contrario, se impone disfrutarla a su propio ritmo. Solo así podrás impregnarte de la tranquilidad que se respira en esta pequeña ciudad, y conocer la nobleza de una gente que se enfrenta con orgullo al olvido y a las injusticias de la España vaciada.

Viaducto viejo o de Fernando Hué

Mi primera recomendación es que te adentres en el corazón de la ciudad cruzando el viaducto viejo que se construyó para facilitar la expansión urbanística de Teruel. Y no solo porque es una de las obras de ingeniería de principios del siglo XX más importantes de España, sino porque lo harás a pie, como un turolense más, disfrutando de su envergadura y del paisaje que lo rodea.

Viaducto Viejo
Vista del viaducto viejo desde el viaducto nuevo

Así llegarás a la Glorieta y desde allí, en solo siete minutos, a la plaza más famosa y concurrida de Teruel.

Plaza del Torico

Si Marrakech tiene la plaza Jemaa el-Fna, Dublín, Grafton Street, y Barcelona, la plaza Sant Jaume, Teruel tiene la plaza del Torico, donde todo empieza y acaba. Y sí, se llama así -aunque su nombre oficial sea plaza de Carlos Castel- porque el astado que corona la columna de la fuente que la preside es una pequeña escultura de bronce de no más de 50 centímetros.

Pero no te engañes, a pesar de sus humildes proporciones, su peso cultural e histórico es inconmensurable. Y es que verlo anclado en su pedestal nos traslada a la propia fundación de la ciudad con el toro como protagonista de diversas leyendas, a los combates más cruentos de la Guerra Civil, y a un presente mucho más amable en el que sigue presidiendo el día a día de los turolenses y sus fiestas más destacadas, en su papel de eterno símbolo de la ciudad.

Plaza del Torico. Que ver en Teruel
La plaza del Torico, santo y seña de Teruel

Todo ello en el centro geográfico del casco antiguo de Teruel. En una plaza trapezoidal que responde a los dictados del terreno, cuajada de soportales que dan abrigo a comercios, pastelerías, y terrazas perfectas para ver la vida pasar cuando el tiempo lo permite. ¿El mejor lugar para empezar a recorrer esta ciudad que conserva prácticamente intacta su estructura medieval? Sin duda.

Ruta modernista

Además de los aljibes que almacenaban el agua en el siglo XIV, en esta misma plaza podemos contemplar uno de los grandes atractivos de Teruel: su legado modernista. Un nuevo lenguaje arquitectónico que llegó a la ciudad a principios del siglo XX con Pablo Monguió.

Este arquitecto catalán encontró en la burguesía local de la época el mejor aliado para construir auténticas maravillas como la Casa Ferrán, La Madrileña o El Torico, inspirada en la Casa Lleó Morera que Lluís Domènech i Montaner diseñó en Barcelona.

Casas modernistas de Teruel
De izq. a dcha. La Madrileña, El Torico y Casa Ferrán
Casa Ferran. Teruel
Detalle de Casa Ferrán

Pero este nuevo movimiento de libertad y dinamismo no solo brilla alrededor del Torico. También se extiende por el resto del trazado urbano donde se cruzan al paso otros ejemplos como la Casa Bayo, la Casa Escriche, las Escuelas del Arrabal o la iglesia del Salvador en Villaspesa, que avalan la inclusión de Teruel en la Ruta Europea del Modernismo.

Qué ver en Teruel: Mausoleo de los Amantes

Si hay una historia que identifica a Teruel más allá de sus fronteras, es la de sus famosos amantes, Diego de Marcilla e Isabel de Segura, cuyo trágico destino se recrea fielmente cada año en las imprescindibles Bodas de Isabel. Una fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, en la que toda la ciudad regresa al siglo XIII para revivir los usos y costumbres del medievo.

Bodas de Isabel de Segura. Teruel
Escena de las exequias fúnebres de Diego y muerte de Isabel 

De hecho, su estela romántica sigue tan viva que una visita a Teruel no estaría completa sin visitar el Mausoleo de los Amantes donde reposan bajo unas delicadas esculturas de Juan de Ávalos cuyas manos, como su amor imposible, no llegan a tocarse.

Mausoleo de los Amantes. Que ver en Teruel
Mausoleo de los Amantes

Además de recorrer los espacios expositivos que profundizan en el contexto de la época, la entrada incluye la visita a la iglesia y a la Torre de San Pedro que nos sumergen de lleno en un arte único en España que te sorprenderá por su belleza: el mudéjar turolense.

Iglesia de San Pedro. Teruel
La iglesia de San Pedro es un templo de estilo gótico mudéjar decorado con pinturas murales

Descubre el mudéjar en Teruel

Declarada Patrimonio Humanidad en 1986 por su excepcional valor universal, la arquitectura mudéjar es la gran joya del patrimonio de Teruel. Un estilo nacido de la convivencia entre culturas que alcanza su máximo esplendor en esta capital aragonesa de la mano de los musulmanes que permanecieron aquí durante la Reconquista cristiana.

Torre de la Catedral de Teruel
Detalle de la torre de la Catedral

Ladrillo, madera, yeso y cerámica vidriada. Materiales pobres trabajados con refinamiento, que hacen enmudecer a la piedra y alzar la mirada, en forma de esbeltas torres que te guiarán por el casco histórico.

Torre de San Pedro

Una de ellas es la Torre de San Pedro, la más antigua de las torres mudéjares turolenses y la que sirvió de modelo a las posteriores. En ella podemos ver el elemento que mejor las caracteriza y que las hace únicas: un pasadizo abovedado en la base que permite el paso en una ciudad que en su día estaba delimitada por las murallas.

Torre de San Pedro. Teruel
San Pedro, la decana de las torres mudéjares de Teruel

Sus 25 metros de altura, su sobria decoración con frisos de esquinillas y arcos ciegos entrecruzados… Si tienes ocasión, sube hasta el cuerpo de campanas y accede al ándito que rodea la iglesia a la que está adosada por el exterior. Salvar los 74 escalones de su escalera de caracol tiene recompensa.

Torre y Catedral de Santa María de Mediavilla

Conduce ahora tus pasos hasta la encantadora plaza de la Catedral. Allí te espera la inconfundible silueta mudéjar de la antigua parroquia de Santa María de Mediavilla. La torre -que se diferencia de la de San Pedro por la linterna octogonal que la corona-, el cimborrio y la techumbre también ostentan el título de Patrimonio de la Humanidad.

Catedral de Teruel
Catedral de Teruel, una de las muestras más destacadas del mudéjar turolense

Precisamente, el artesonado de madera que cubre la nave central, decorado con motivos geométricos y figurativos que aluden al Teruel medieval, es una de las joyas más importantes de este este estilo que, sin duda, tienes que ver cuando visites Teruel.

Techumbre de la Catedral de Teruel
La techumbre de la Catedral se considera la capilla sixtina del arte mudéjar.

Una vez allí recuerda pasar bajo la torre para llegar a otro coqueto rincón: la recoleta plaza del Venerable Francés de Aranda, más conocida como plaza del Obispo.

Plaza del Venerable Francés de Aranda
Plaza del Obispo

Torre de San Martín

En apenas un par de minutos avanzamos un siglo en el tiempo para descubrir la riqueza decorativa de la Torre de San Martín que atraviesa la Cuesta de la Andaquilla dando paso al portal de Daroca y a la antigua morería.

Torre de San Martin
Torre de San Martín

Sus dos torres concéntricas, el verde y blanco de la cerámica, los lazos que forman estrellas de ocho puntas, las escaleras que llevan al campanario… Pura armonía almohade que recorta el cielo de Teruel en la plaza del Seminario, y que antaño vigilaba el acceso a la ciudad.

Torre de El Salvador

El broche de oro a esta ruta del mudéjar turolense lo pone la Torre de El Salvador que unía los portales de Guadalaviar y Zaragoza pasando por la plaza del Torico. Aunque su estructura es similar a la de San Martín, esta se eleva sobre una trabajada bóveda de crucería -y no de cañón apuntado-, y luce una profusa decoración de elementos de influencia islámica.

Torre de El Salvador. Que ver en Teruel
Torre de El Salvador

No dudes en entrar a visitarla porque en su interior alberga un didáctico centro de interpretación de la arquitectura mudéjar. Tampoco olvides subir hasta el último tramo. Tu cámara echará humo captando las magníficas vistas de la ciudad que se divisan desde el campanario.

Torre de El Salvador
Desde el campanario de la Torre de El Salvador podrás otear Teruel a vista de pájaro

Escalinata neomudéjar

Con cien años de vida a su espalda, la Escalinata de Teruel sigue dando la bienvenida a los viajeros que llegan a la ciudad en tren, y abrazando a los turolenses que se animan a subir sus 120 escalones.

Esta monumental obra del ingeniero José Torán es una carta abierta que resume, peldaño a peldaño, la identidad de la propia ciudad entre torreones, escudos, cerámicas vidriadas y farolas de forja.

Escalinata de Teruel
Detalle de la Escalinata, la obra más representativa del neomudéjar turolense

El rincón más fotografiado de este canto al neomudéjar turolense en el que no faltan aportes modernistas es, sin duda, el altorrelieve en piedra de los Amantes, que la despide antes de desembocar en el paseo del Óvalo.

Museo de Teruel

Otra opción muy recomendable para profundizar en el discurso artístico, tanto de la capital como de la provincia, es visitar el Museo de Teruel. Ubicado en un palacio renacentista de 1592, su colección permanente presenta un itinerario arqueológico y etnográfico que cubre más de 300.000 años de historia y cultura turolense, y también exhibe interesantes exposiciones temporales de arte contemporáneo (Plaza Fray Anselmo Polanco, 3).

Museo de Teruel
Museo de Teruel

Flanagan’s Temple U2

¿Sabías que el mayor templo del mundo dedicado a U2 no está en Dublín, sino en Teruel? Pues así es. Se llama Flanagan’s, es el único Official Irish Pub de la ciudad, y está situado en una casa señorial del siglo XVII. Fotografías, carteles de conciertos, vinilos, objetos de coleccionista… Un local en el que todo gira en torno a Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen, ideal para tomarte una pinta de Guinness o una copa (Ainsas, 2).

Pub Flanagan’s
Pub Flanagan’s

Qué ver en Teruel con niños: Dinópolis

Si quieres motivar a los más pequeños de la casa para viajar a Teruel, cuéntales que aquí les espera Dinópolis, un parque temático centrado en el fascinante mundo de los dinosaurios. El Museo Paleontológico -que exhibe la mayor cantidad de fósiles originales de dinosaurios gigantes de Europa-, espectáculos de animación como el T-Rex Show, recorridos temáticos como El Viaje en el Tiempo o El Último Minuto, simuladores en 4D, Tierra Magna con réplicas a tamaño natural de los grandes dinosaurios hallados en Teruel, las atracciones del Sauriopark… Todo un mundo de entretenimiento y divulgación. Compra tus entradas aquí y prepárate para viajar en el tiempo.

Dinopolis. Que visitar en Teruel
T-Rex Show

Pero el legado de los dinosaurios no acaba en esta sede central ubicada a las afueras de la ciudad. Hay siete centros más situados en otras localidades de la provincia como son Legendark (Galve), Inhóspitak (Peñarroya de Tastavins), Región Ambarina (Rubielos de Mora), Bosque Pétreo (Castellote), Mar Nummus (Albarracín), Titania (Riodeva) y Valcaria (Ariño), que albergan importantes hallazgos de relevancia internacional.

Museo Paleontoogico y Sauriopark. Dinopolis
Museo Paleontológico y Sauriopark

Arte, historia, murallas que encierran leyendas, dinosaurios, un centro histórico que merece ser recorrido, una contundente gastronomía… Así es Teruel, una ciudad a escala humana que se alza por encima de los novecientos metros de altitud cerca de la confluencia de los ríos Guadalaviar y Alfambra. Ahora que ya sabes qué ver en Teruel, ¿a qué esperas para descubrir el secreto mejor guardado de Aragón?

Consejo viajero: Si quieres conocer a fondo esta preciosa ciudad aragonesa, puedes contratar esta visita guiada por Teruel que está muy bien valorada por los viajeros.

Dónde y qué comer en Teruel

Hablar de la gastronomía turolense es hablar del jamón de Teruel, un manjar con Denominación de Origen Protegida que se cura con mimo en los secaderos de la sierra. Junto a esta indiscutible seña de identidad -sellada a fuego con la estrella mudéjar de ocho puntas- comparten mantel el cordero, las conservas, las verduras de temporada como el cardo y la borraja, las migas, los potajes, el bacalao, las sopas de ajo y la apreciada trufa negra. Por cierto, si alguien te anima a probar un regañao o unos suspiros de amante, ni lo dudes. No podrás decir que has pasado por Teruel sin catarlos.

Gastronomia de Teruel
Gastronomía turolense

Casas de comida tradicional, restaurantes de cocina fusión, bares de tapas, platos veggies… En Teruel encontrarás todo tipo de propuestas para complacer a tu paladar. ¿Algunas recomendaciones? Los pinchos desenfadados de La Barrica (Abadía, 5), la sabrosa creatividad de Héctor Aínsa al frente de la Gastrotaberna Locavore (Bartolomé Esteban, 10), los platos de temporada y la selección de vinos del Yain (Plaza de la Judería, 9), y las raciones y tapas del Gregory, un clásico del siempre animado paseo del Óvalo.

Dónde aparcar en Teruel

Si quieres aparcar gratis en el centro, lo mejor es dejar el coche en la explanada que hay justo al lado de la estación de tren. Desde allí solo tendrás que cruzar el Jardín de los Botánicos, subir por la Escalinata -o usar el ascensor- y ya estarás en pleno casco antiguo. Otras opciones, esta vez de pago, son las zonas azules y los parkings que hay en la plaza de la Glorieta, en la plaza de San Juan y en la estación de Autobuses (Ronda de Ambeles).

Si no te importa caminar, te aconsejo dejar el coche en la zona del Ensanche y acceder a la zona monumental cruzando a pie el viaducto viejo.           

Qué ver en la provincia de Teruel

Comarca Gúdar- Javalambre: el mayor productor mundial de trufa negra es un destino starlight cuajado de pueblos con encanto perfectos para huir del calor estival.

Qué ver en Matarraña, la comarca de Teruel que te enamorará: un recorrido por este sorprendente rincón de Teruel

Valderrobres, la preciosa capital del Matarraña: descubre por qué está considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

Valderrobres
Valderrobres

Albarracín: un sueño medieval de yeso rojizo, madera y forja, situado en el suroeste de la provincia de Teruel.

La fiesta de los Amantes de Teruel: una espectacular y sorprendente recreación medieval

Grutas de Cristal de Molinos: un universo subterráneo de formas imposibles que la naturaleza ha tejido lentamente en las entrañas del Maestrazgo turolense.

Mirambel, la joya del Maestrazgo turolense

Castillo de Peracense, la fortaleza roja de Teruel

Cantavieja, la capital del Maestrazgo turolense

Las Bodas de Isabel: un viaje al Teruel del siglo XII: cada mes de febrero Teruel revive la historia de sus famosos amantes con la celebración de Las Bodas de Isabel de Segura.

2020, el año en el que cambió el mundo, mi mundo

2020, el año en el que cambió el mundo, mi mundo

Nos las prometíamos muy felices aquella nochevieja de 2019. Arrancaba un nuevo año, el 2020, con la mochila llena de buenos propósitos. Teníamos por delante doce meses por estrenar que, en mi caso, llegarían cargados de nuevos viajes y retos profesionales. ¿Por qué no iba a ser así? Porque apareció un brote mortal llamado COVID-19.

Sin saber muy bien cómo, parpadeamos, y el mundo ya no era el mismo. Fue como si algo o alguien hubiera decidido confinarnos en una película apocalíptica de serie B, de esas que se programan para acompañar la siesta de los domingos.

Coronavirus

De repente, las fronteras pasaron de inabarcables a finitas, tanto como las cuatro paredes de casa. Se borraron las sonrisas tras las mascarillas, desaparecieron los abrazos, y nos vimos obligados a querernos de lejos.

Tras el shock inicial de sabernos en pandemia, llegó la gran bofetada, un puñetazo en el estómago provocado por los muertos y los contagios. Ucis colapsadas, sanitarios extenuados, cribados que decidían quién tendría una oportunidad, residencias desamparadas, falta de recursos y personal, políticos enrocados en el enfrentamiento, egos desmesurados incapaces de sumar, agradecimiento y crispación en los balcones…

A nivel individual, la mayoría hicimos lo posible por doblegar la maldita curva acatando las directrices que imponía la distópica situación: aislamiento, lavado de manos, uso de gel hidroalcohólico, distancia social, etc. Pero, ¿y la curva emocional? Para mantenerla a raya no había un manual de instrucciones, y cada uno tuvo que cruzar su particular desierto como buenamente pudo capeando entre olas que nos impedían ver el mar.

Las redes sociales se llenaron de cocinillas que dejaron los supermercados sin harina, de tiktokers eufóricos, de yoguis y de ingeniosos memes. Y, también, aunque mucho menos virales, de las voces de los que luchaban en primera línea. Gritos de auxilio que arañaban el corazón con el relato de la cruda realidad que vivían a diario: falta de equipos, agotamiento físico y mental, muertes en soledad y sin despedida…

En mi caso, este destierro de la vida que conocía y que tanto disfrutaba, me embarcó en una montaña rusa llena de loopings, caídas en picado, remontes y fuerzas g. La incredulidad y el desconcierto inicial dio paso a la rabia, a la frustración, y a otro tipo dolor -más cercano, pero igual de hiriente-, cuando las víctimas empezaron a tener nombre y apellidos.

Durante el confinamiento, el sentimiento de pérdida fue creciendo cada día a la par que aumentaba mi cansancio, mis miedos y mi desgana. Escribir sobre mis viajes dejó de tener sentido, como quitarme el pijama o encontrar razones para sonreír.

Vuelo cancelado

Mi agenda empezó a llenarse de tachones que derivaron a páginas en blanco. Muchas, demasiadas. Como los días, que se deslizaban por el calendario como un encefalograma plano en una vuelta a los orígenes más primitivos en lo que lo único importante era tener algo en la nevera.

No hice masa madre ni ganchillo. No abrí una cuenta en TikTok. Tampoco leí más de lo habitual. ¿Mi válvula de escape? Algo de yoga, el sofá y Netflix. En modo avestruz y a la espera de que pasase la tormenta.

Cada despertar era una tómbola. Una mañana me tocaba el boleto de la positividad, abría el ordenador y empezaba a teclear. Otra, el de la desidia. Y así sucesivamente. Baja, sube y baja más abajo. En cuestión de horas y saltando de preguntas locales a interrogantes universales, disertando sobre lo relativo y lo importante, sobre lejanía y proximidad, sobre silencios que no necesariamente significaban olvidos, y coleccionando horizontes en el cajón del mañana.

El porqué de esta pandemia

Yo tengo mi propia teoría. Tras infinidad de señales de alerta -cambio climático, deforestación, especies amenazas, deshielos, océanos convertidos en vertederos y suma y sigue-, la tierra nos ha lanzado un órdago: «si no me cuidas, desaparece«. Tan sencillo y complejo como suena.

Porque nosotros somos el mayor y más letal virus que campa sobre la Tierra. Y el coronavirus no es más que la crónica de una pandemia anunciada que este mundo hiperglobalizado no quiso ver, a pesar de que un gran número de las enfermedades infecciosas tienen origen zoonótico. O lo que es lo mismo, son enfermedades que se transmiten de los animales vertebrados a los humanos.

Confinamiento en el 2020

Y la situación actual, esta nueva normalidad que de normal no tiene nada, no es más que el resultado del impacto que hemos causado en la naturaleza, rompiendo el equilibrio ecológico del planeta en beneficio propio. Consumiendo sin mesura, generando plásticos y sin mirar más allá de nuestro ombligo. Porque homos seguimos siendo, ¿pero sapiens?

El futuro…

¿Servirá de algo este súbito toque de alarma? La esperanza está ahí, pero solo eso. Yo no confío demasiado en nosotros. Cómo hacerlo cuando las selvas de la Amazonía, vitales para regular el sistema climático global, están desapareciendo.

Cuando la migración no obtiene respuesta -hemos visto el puerto de Arguineguín lleno de vidas en situación precaria mientras el debate nacional se centraba en cuántos nos podíamos sentar en la misma mesa en Navidad. Cuando aumenta la xenofobia y el sálvese quien pueda. Cuando un barco lleno de hombres, mujeres y niños que escapan del hambre o de la guerra no encuentra un puerto donde desembarcar, cuando sigue habiendo personas estigmatizadas por su condición sexual y otras que no pueden tener una muerte digna. O cuando la investigación sigue siendo el mendigo de los presupuestos.

La pérdida -afectiva, laboral o de rumbo- ha sido el castigo, la mascarilla, el sambenito que nos difumina el rostro universalizando el delito cometido, y el cómo acabará esto, la incertidumbre que nos hemos ganado a pulso al no hacer nada o no lo suficiente para merecernos perdurar. Porque, en mi humilde opinión, el planeta, hastiado por tanto ataque y consciente de la injusticia social, ha hablado en forma de virus.

Covid19

Y el futuro… Poco o nada sabemos sobre cómo discurrirá el 2021. Algunos se aferran a la llegada de la esperada vacuna para augurar una renovada primavera o un verano menos atípico. Quién sabe. Lo único cierto es que no podemos dar nada por hecho, que estamos de paso y que la certeza de hoy puede ser la incertidumbre de mañana. Porque la vacuna salvará nuestro cuerpo, sí, pero ¿y nuestra forma de ser y actuar? ¿Seremos capaces de reconducir esta deriva o esperaremos impasibles la llegada de otro cataclismo?

Si has aguantado esta perorata, tal vez te preguntes qué me ha impulsado a pergeñarla. La respuesta: evitar el olvido y recordar como viví y sufrí el año en que cambió el mundo. El mío y el de todos.

Y, si te preguntas qué le pido al 2021, la respuesta es poder volver a abrazar a mis padres. Ese es el único gran viaje que realmente necesito que empiece. El resto ya vendrá, ¿no?

Comer en León: gastronomía típica y tapas, una deliciosa combinación

Comer en León: gastronomía típica y tapas, una deliciosa combinación

Si estás pensando en viajar a la capital leonesa y te preguntas qué comer en León y dónde, este tour gastronómico es para ti. Un delicioso viaje sensorial que recala en los platos más típicos de su apreciada gastronomía y que te descubre una de sus tradiciones más arraigadas: ir de tapas por el casco antiguo como mandan los cánones. ¿Listo para hincarle el diente a esta ciudad a través del paladar?

Cocido maragato
El famoso cocido maragato del restaurante Castrillo

León, territorio «foodie»

Patrimonio, cultura, interesantes propuestas de ocio y una gastronomía de raíces capaz de satisfacer al más gourmet de los viajeros. Ésta bien podría ser la carta de presentación de León, una capital que ya lleva tiempo situada en el pódium de las ciudades españolas en las que mejor se come gracias al legado de su recetario tradicional y al soplo de aire fresco que aporta la nueva cocina de autor. Y es que recorrerla en clave gastronómica, combinando turismo y fogones, es el tándem perfecto para una escapada definitivamente deliciosa.

Casa Botines, Leon
Gaudí sentado frente a la imponente Casa Botines © Museo Casa Botines Gaudí

La recompensa no puede ser más gratificante ya que podrás deleitarte con especialidades típicas como el cocido maragato que se toma en tres vuelcos (carnes, garbanzos y sopa de fideos), sus famosos embutidos -entre los que destaca la omnipresente cecina, la morcilla y el chorizo-, la sopa de truchas o el bacalao al ajoarriero.

De tapas por Leon capital

Pero León no solo se nutre de elaboraciones tradicionales. Su universo gastronómico también engloba innovadoras propuestas de la mano de restaurantes como el LAV, Cocinandos o el restaurante Pablo -estos dos últimos con 1 estrella Michelin- y, cómo no, un vasto abanico de bares en los degustar sus famosas tapas.

Un apunte más de obligado cumplimiento: para maridar estas viandas se impone acompañarlas con los excelentes vinos de la Denominación de Origen León y Bierzo.

Dónde comer en León: ¿restaurantes o una ruta de tapas?

Tras una larga jornada visitando los principales puntos de interés de la capital leonesa, habrá quien prefiera sentarse a la mesa en alguno de los restaurantes mejor valorados y más populares de la ciudad.

Otros, en cambio, preferirán comer o cenar saltando de bar en bar. Y, por último, los amigos del buen yantar combinarán ambas experiencias para llevarse un magnífico recuerdo gastronómico de su visita: las tapas de aperitivo y los contundentes manjares locales sobre el mantel. Porque, que nadie se engañe, a León se viene a comer mucho y bien.

Tapa de morcilla. Cafe Bar Rua 11
Tosta de morcilla con piñones tostados y compota de manzana. Café Bar Rúa 11

Ir de tapas en León: una experiencia tan imprescindible como apetitosa

Si decides ir de tapas, debes saber que en León es toda una tradición. Una indiscutible seña de identidad de esta ciudad que disfrutan los oriundos en cualquier ocasión, y que aplauden los viajeros que recalan en ella al comprobar la calidad de las mismas y que, además, los hosteleros las ofrecen de forma gratuita con cada consumición.   

Tapeando en Leon

Como suele ser habitual, las zonas de tapeo más frecuentadas de León están ubicadas en las calles de los barrios históricos, dentro de la muralla y a la sombra de más de 2.000 años de arte y cultura.

Es aquí donde encontrarás las clásicas tascas de toda la vida y los bares que han hecho del tapeo toda una experiencia gourmet. Y es que en León no solo podrás probar las típicas tapas de morcilla, de cecina, de chorizo, de patatas o de picadillo. También vanguardistas y cuidadas elaboraciones que a modo obras de arte en miniatura derrochan sabor y originalidad a partes iguales. Tapeo de calidad que combina recetas tradicionales e innovadores propuestas. ¿Se puede pedir más? Imposible. Ya lo dijo el mismísimo Ferran Adrià en su día: “la tapa es una manera de entender la vida, de vivir y compartir».

De tapas por el barrio Húmedo

A los pies de la imponente catedral de Santa María despliega sus alas el emblemático barrio Húmedo. Su historia, forjada por las distintas culturas que recalaron aquí -romanos, cristianos, judíos y musulmanes-, se hace patente en cada rincón de este sorprendente enjambre de callejuelas por el que desfila el Camino de Santiago, y destacadas muestras de su patrimonio como la Plaza Mayor, que conserva el único mercado medieval de la ciudad, el palacio de los Condes de Luna, la preciosa plaza del Grano, la Casa de las Carnicerías o la plaza de San Martín.

Catedral de Leon
La Catedral de León, icono del arte gótico europeo

Pero este popular barrio no solo conserva el sabor del antiguo León, también del presente ya que es una de las zonas de tapeo más buscadas de la capital. Prueba de ello es la multitud de tabernas que te tentarán a cada paso con su variada oferta de tapas.

Tapear en Leon

De tapas por el barrio Romántico

Muy cerca de aquí, al otro lado de la peatonal calle Ancha, discurre el barrio Romántico que nos propone otra seductora combinación de arte y tapeo. Para abrir el apetito, nada mejor que acercarse al conjunto monumental que componen la Casa Botines -uno de los tres únicos ejemplos de la arquitectura de Gaudí fuera de Cataluña-, el Palacio de los Guzmanes, y la cercana Colegiata de San Isidoro que custodia piezas únicas como el Cáliz de Doña Urraca y extraordinarias pinturas románicas.

Real Colegiata de San Isidoro de Leon
Real Colegiata de San Isidoro

Ahora sí, una vez alimentado el espíritu, toca complacer al paladar concatenando barras y tapas. Pronto comprobarás que en este barrio, como en el Húmedo, los locales tradicionales comparten espacio con modernos bares que ofertan tapas más elaboradas.

Dónde probar las mejores tapas de León

Como hace tiempo -demasiado para mi gusto- que no voy de tapas por León, he consultado a mis amigos leoneses para sugerirte estos establecimientos que hacen del tapeo un arte. Una tarea harto complicada teniendo en cuenta que León es la ciudad que tiene más bares por habitante de toda España. En cualquier caso, aunque obviamente no están todos los que son, sí son todos los que están, así que toma nota de los locales en los que ir de tapas siempre es un acierto.

Café Bar Rúa 11: este acogedor bar, que también funciona como vermutería y vinoteca, destaca por sus tapas de autor que combinan materias primas de calidad y una esmerada elaboración, y por sus tostas. Cecina de vaca, boletus con foie, croquetas de morcilla con piñones… Todo ello en un ambiente tranquilo y con un trato excelente (La Rúa, 11).

Comer en Leon
Cecina con manzana y almendras

El Rebote: si te gustan las croquetas, deberías dejarte caer por esta taberna del barrio Húmedo porque, además de generosas, las elaboran con rellenos tan originales como pizza, beicon con queso cheddar o jalapeños, sin olvidar sabores tradicionales como las croquetas de cecina o de morcilla (Plaza San Martín, 9).

La trastienda del 13: una grata sorpresa en pleno centro. Así es este restaurante de cocina de mercado que también elabora sofisticadas tapas. Un plus: comer en León con las privilegiadas vistas de la catedral que se contemplan desde su terraza (Calle Ancha, 1).

La trastienda del 13
La trastienda del 13

La Trébede: en el corazón del barrio Húmedo te espera una de las tapas más demandadas de la capital: el picadillo con patatas que sirven en esta tasca que demuestra que la experiencia siempre es un grado (Plaza Torres de Omaña).

Ezequiel: una generosa tapa de embutido artesano, garbanzos con callos o patatas guisadas con pulpo con cada consumición. ¿Necesitas más motivos para acercarte a uno de los restaurantes más apreciados por los leoneses? (Calle Ancha, 20).

Como habrás comprobado, comer en León es una experiencia para los sentidos y un motivo más para lanzarte a descubrir esta seductora ciudad que navega entre su ilustre pasado y su atractivo presente.

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Código ético: Aunque este artículo está escrito en colaboración con Turismo de Leóntodo el contenido ha sido creado de forma independiente y bajo mi propio criterio.

¡Ponme un León! Descubre los magníficos vinos de la Denominación de Origen León y cómo disfrutarlos

¡Ponme un León! Descubre los magníficos vinos de la Denominación de Origen León y cómo disfrutarlos

Gracias al buen hacer de los viticultores y a los reconocimientos que premian su calidad, los vinos de la Denominación de Origen León están cada vez más presentes en las barras y mesas de nuestra geografía, donde ya es habitual escuchar «ponme un León». Descubre por qué, sus variedades, cuándo consumirlos y cómo maridarlos para crear experiencias gastronómicas que dejan muy buen sabor de boca.

Denominación de Origen León: un universo de vinos con mucha personalidad

Tradición e innovación, una tierra generosa para el cultivo de la vid, una media de 2.700 horas de sol al año y una decidida apuesta por el enoturismo. Estas son algunas de las claves por las que los vinos amparados por la Denominación de Origen León son cada vez más apreciados por los consumidores y por los viajeros del vino. Y es que cada vez son más los enoturistas que se acercan a conocer los atractivos de su zona de producción que engloba el sur de la provincia de León y que integra también una parte de la provincia de Valladolid.

Vinos de la Denominacion de Origen Leon
Vinos de la Denominación de Origen León

Variedades de uva y tipos de vinos de la D.O. León

La principal particularidad de los vinos de la Denominación de Origen León es la variedad autóctona Prieto Picudo. La producción de esta uva tinta abarca el 70% de los viñedos y es la base con la que se elaboran excelentes vinos tintos y rosados, junto a otras variedades como Mencía o las complementarias Tempranillo y Garnacha Tinta.

Prieto Picudo
Prieto Picudo, la variedad tinta por excelencia de la D.O. León

Respecto a las uvas blancas, el 3% de la superficie cultivada corresponde a la variedad Albarín Blanco que se complementa con las también autorizadas Verdejo, Godello, Malvasía y Palomino. ¿El resultado? Vinos blancos con un gran potencial aromático -afrutados y florales, principalmente-, buena graduación alcohólica y acertada acidez.

¿Un vino? Ponme un León

No hace falta que seas un experto para disfrutar de la calidad y el sabor de los vinos de la Denominación de Origen León. Simplemente debes tener en cuenta estos consejos a la hora de consumirlos, en función de si se trata de un blanco, un rosado o un tinto.

En el caso de los blancos y rosados, el secreto es que te los sirvan fríos para disfrutar de todos sus matices aromáticos. Si los vas a tomar en casa, mételos dos horas antes en la nevera o media hora en el congelador. En cambio, si tu elección es un tinto, se debe tomar entre 14 y 18 grados. O, dicho de otro modo, a temperatura ambiente a no ser que haga mucho calor.

Respecto al dilema vaso o copa, ni lo dudes, la copa siempre es la mejor opción. Eso sí, no vale cualquier tipo de copa. Debe ser de cristal -liso, transparente e incoloro-, de cuerpo o cáliz ancho y de cuello estrecho. Así, todos los aromas se concentrarán en la boca de la copa y podrás apreciarlos mejor.

Vinos de Leon

También debes saber que el vino tiene un ciclo de vida y que llega un momento en el que se estropea incluso dentro de la botella. Toma nota de cuándo disfrutar los vinos de León:

  • Blancos y rosados: en el año o año y medio tras su elaboración.
  • Tintos jóvenes: durante los 2 años siguientes a su añada.
  • Tintos con estancia en barricas, crianzas, reservas y gran reservas: hasta cinco años después de su elaboración.

Ahora sí, con estas pautas en mente, ya puedes acercarte a la barra y pedir un León o disfrutarlo cómodamente en casa.

Cómo maridar los vinos de la Denominación de Origen León

El término maridaje -que deriva del francés marriage (matrimonio)- es el arte de combinar un determinado plato con el vino adecuado para que juntos creen una armonía gustativa que resulte agradable al paladar. El objetivo, por tanto, es que ni el vino ni la comida pierdan protagonismo, y que podamos apreciar las características de ambos.

Para conseguir un buen maridaje, antes de hacer tu elección deberías valorar la unión de los aromas (notas cítricas, frutales, flores…), sabores (dulce, salado, amargo, ácido y umami), y la estructura de la comida y el vino (cuerpo liviano, mediano o firme).

Maridaje con vinos de la Denominacion de Origen Leon
Vinos de la Denominación de Origen León y gastronomía: el maridaje perfecto

Expresado así, puede parecer que conseguir esta sinergia entre sabores solo está en manos de un experto sumiller. Nada más lejos de la realidad. Siguiendo unas reglas básicas, podrás combinar los vinos de la Denominación de Origen León con tus platos favoritos sin temor a equivocarte.

¿Qué platos combinan mejor con los vinos leoneses?

Aquí tienes unos ejemplos para conseguir un buen maridaje tomando como base algunos de los manjares más típicos de la gastronomía leonesa:

  • Carnes rojas, embutidos y guisos: un solomillo de vacuno, un plato de cecina o el clásico cocido maragato deben acompañarse con un vino tinto de cuerpo firme.
  • Carnes blancas: la mejor opción para acompañar el delicioso pollo a la leonesa es un vino de cuerpo mediano como un rosado.
  • Platos salados: trata de elegir un vino con una acidez muy rica y pronunciada.
  • Comida picante: escoge un vino tinto que sea potente y que tenga una rica acidez. Por ejemplo, un prieto picudo marida a la perfección con algo tan típico de la gastronomía leonesa como son las sopas de ajo o los quesos del páramo leonés.
  • Balance de acidez: la acidez de los vinos rebaja la sensación grasa o aceitosa de algunos alimentos. ¿Un ejemplo? Un vino espumoso combina muy bien con una sopa de trucha.
  • Postres: elige un vino que sea más dulce que el propio postre para que no pierda sus características.

En cualquier caso, recuerda que cada paladar es un mundo así que confía en tu experiencia y no olvides que lo que realmente importa es que los disfrutes y que recuerdes con una sonrisa los momentos en los que los compartiste.

Enoturismo en la D.O. León: de la vid a la copa

El enoturismo es un plan perfecto para descubrir los encantos del sur de la provincia de León. Su rico patrimonio, la diversidad de sus paisajes, su contundente gastronomía y, cómo no, la arraigada tradición vitivinícola de estos pagos que se traduce en interesantes experiencias centradas en la cultura del vino. Todo tipo de planes con el fruto de la vid como protagonista que algunas bodegas de la D.O. León nos ofrecen en forma de paquetes enoturísticos.

Enoturismo en la Denominacion de Origen Leon
Enoturismo en la Denominación de Origen León

Es el caso de las bodegas Belote, Gordonzello, Casis, Fuentes del Silencio, Julio Crespo, Leyenda del Páramo, Meóriga, Pardevalles, Solotero, VILE La Finca y Vitalis que abren sus puertas para dar a conocer sus viñedos, su historia y sus instalaciones, a través de recorridos que suelen empezar a pie de viña para conocer las características de las variedades autóctonas, continuar en la bodega y concluir con una cata.

Brindando en el viñedo
Brindando en el viñedo

Hablando de catas, si quieres profundizar en el universo del binomio vino-comida, lo mejor es que te apuntes a una cata maridada. Te aseguro que es una gran experiencia para los sentidos.

Como también lo es acercarse hasta Valdevimbre para comer en alguna de sus bodegas subterráneas y visitar el Centro de Interpretación del Vino, seguir disfrutando de la belleza de estas tierras en Gordoncillo que, por cierto, también cuenta con un Centro de Interpretación de la Viña y el Vino, o recalar en Valencia de Don Juan, sede del Consejo Regulador, para conocer su imponente castillo.

Centro de Interpretacion de la Viña y el Vino de Gordoncillo
Centro de Interpretación de la Viña y el Vino de Gordoncillo

Todo ello en una tierra que sigue los dictados de la vid, que se saborea en los vinos de la Denominación de Origen León, y que tiene en la difusión de su cultura el mejor aliado para combatir la despoblación generando empleo y turismo sostenible y de calidad.

¿Necesitas más motivos para viajar al sur de esta sorprendente provincia de Castilla y León? Yo te espero tomándome un León.

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Código ético: Aunque este artículo está patrocinado por Turismo de León, todo el contenido ha sido creado de forma independiente y bajo mi propio criterio.

Senda del Cervigón de Gijón:  una ruta de naturaleza y arte junto al mar

Senda del Cervigón de Gijón: una ruta de naturaleza y arte junto al mar

Una ruta costera para desconectar del asfalto y abrazar la siempre seductora naturaleza asturiana. Así es la Senda del Cervigón que recorre el litoral oriental de Gijón entre acantilados, playas y esculturas que nos obligan a detener el paso. Ponte calzado cómodo y no olvides la cámara porque este atractivo plan lo requiere.

Senda del Cervigon desde el mirador de la Providencia
Senda del Cervigón desde el mirador de la Providencia

La Senda del Cervigón: Gijón en verde y azul

La primera vez que visité Gijón, hace ya más de una década, la definí como una ciudad teñida de azul y verde. Bañada por ese Cantábrico que ha marcado su historia a lo largo de más de 5000 años y cubierta de praderías, pumaradas y carbayeras.

Senda del Cervigon. Gijon
Un alto en el camino en la Senda del Cervigón

Tras el flechazo inicial, siguieron muchos más reencuentros. Más citas con su escena cultural, su gastronomía y sus noches. Más motivos para enamorarme de la que hoy considero mi casa del norte.

Plaza Mayor de Gijon
Plaza Mayor de Gijón

En esta ocasión, ese Gijón urbano que tanto me presta es el punto de partida para mostraros la belleza de su entorno rural: un paisaje cien por cien por asturiano compuesto por casi 40 km de sendas. Peñafrancia, la Senda Fluvial del Piles, la Vía Verde de la Camocha, el Camino de Santiago en su etapa Gijón/Xixón-Avilés… Y la que hoy nos ocupa: la Senda del Cervigón. O lo que es lo mismo, cómo disfrutar de la naturaleza que dibuja la costa oriental de este concejo comprometido con el medioambiente y la sostenibilidad.

Ruta del Cervigon
Un tramo de la senda costera del Cervigón

Calentando motores: Cimavilla y el paseo del Muro

Aunque oficialmente la Senda del Cervigón parte de la rotonda del río Piles, yo te aconsejo que la inicies en el Cerro de Santa Catalina. Desde este punto, en lo alto de Cimavilla, si vuelves tu mirada hacia la derecha, contemplarás una vasta panorámica que te indica el camino a seguir. Además, el Elogio del Horizonte de Eduardo Chillida te servirá de referencia a la hora de emprender el camino de vuelta.

Gijon desde el Cerro de Santa Catalina
La bahía de Gijón desde el Cerro de Santa Catalina

Una vez dejes atrás la Iglesia de San Pedro y las Termas Romanas de Campo Valdés, empieza a caminar a la vera del mar recorriendo los casi tres kilómetros del paseo del Muro que flanquea la preciosa playa de San Lorenzo hasta alcanzar su extremo oriental.

Ahora sí, salva el puente del Piles, y prepárate para descubrir un abrupto paisaje poblado de acantilados, playas y miradores, apenas alterado por la mano del hombre.

El Parque de El Rinconín en clave artística

La subida al Parque de El Rinconín, primera parada destacada de esta ruta, nos muestra buena parte del patrimonio escultórico que alberga la Senda del Cervigón. 

La primera obra de arte la encontrarás un poco antes de llegar a la escalera 19 del paseo. Se trata de Sombras de Luz, una composición del escultor asturiano Fernando Alba, formada por cuatro planchas de acero que los gijoneses adoptaron en su día como Las Chaponas. Prueba a jugar con los círculos que las perforan y podrás obtener unos originales encuadres con Gijón de fondo.

Escultura Sombras de Luz en la Senda del Cervigon
La preciosa bahía de Gijón a través de la escultura ‘Sombras de Luz’

Una vez rebasada la playa de Los Mayanes, otra escultura pone de manifiesto que la cultura asturiana no está presente solo en los museos: La Madre del Emigrante de Ramón Muriedas. Esta obra, al igual que el Elogio del Horizonte, pasó del rechazo inicial a formar parte del imaginario colectivo de los gijoneses. Y no es de extrañar: su altura empodera a la madre de todos los que tuvieron que partir, y la expresión de su rostro de bronce sigue expresando ese sentimiento de pérdida medio siglo después de ser cincelada. Como su mano tendida, que ya extraña el tacto de la piel del que se marcha. ¿Mi escultura favorita? Sin duda.

Madre del Emigrante. Senda del Cervigon
La Madre del Emigrante’ mira al mar desde el Rinconín

La playa del Cervigón, un arenal petfriendly

A los pies de la también conocida como La Lloca´l Rinconín, se encuentra la playa del Cervigón que da nombre a esta senda. Este bonito arenal, que crece o mengua en función de la marea, es perfecto para practicar deportes como el surf, el bodyboard o el stand up paddle board. Además, es la única playa de Gijón que permite el acceso con perros todo el año.

Playa del Cervigon
Playa del Cervigón, más conocida como playa de El Rinconín

Por cierto, si tienes pensado conocer la ciudad con tu mascota, en la web oficial de Gijón tienes toda la información que necesitas: alojamientos dogfriendly, bares y restaurantes, espacios y zonas verdes…

Muy cerca de aquí, otra enorme escultura recorta el horizonte desde 1999, el año en que se inauguró la Senda del Cervigón. Su nombre, Solidaridad. Su estampa, una estructura de acero que simula una cadena con eslabones que no llegan a cerrarse.

Escultura Soledad. Senda del Cervigon
Eslabones de la ‘Soledad’ de Pepe Noja

Tras esta oda a la empatía y la libertad, la ruta continúa hasta llegar al Cantu los díes fuxios, un conjunto escultórico que los gijoneses disfrutan como lo que es, un apreciado balcón natural donde el estrés no tiene cabida. Siéntate en alguno de los cubos de mármol que lo componen y deja que tu mente sobrevuele el Cantábrico. Sin prisa, que por algo has decidido viajar a Gijón.

Cantu los díes fuxíos (Canto de los días huidos) de Adolfo Manzano

Casa de Rosario Acuña y playa de Peñarrubia

A partir de este momento, el paseo se torna camino enlosado y la subida se acentúa como premonición de lo que está por llegar: los acantilados más abruptos del concejo. En uno de ellos se alza la casa de Rosario Acuña, escritora, librepensadora y defensora de los derechos de la mujer. Nadie mejor que ella para plasmar la esencia de este lugar:

El cielo estaba azul, límpido; el mar enviaba a la tierra una brisa perfumada por albas frescas; algunas espumas leves contorneaban la punta del cabo de San Lorenzo, y grandes gaviotas blancas, y grandes y negros cuervos, matizaban el horizonte con rasgos de luz y de sombra. Todo era paz alrededor.»

Rosario Acuña
Casa de Rosario Acuña
Paseantes en la senda. Al fondo, la casa de Rosario Acuña

Paso a paso, llegarás a la playa de Peñarrubia, un pequeño arenal rodeado de altos acantilados y frecuentado por nudistas, y a la escultura Nunca Más, un espacio para la memoria que rinde homenaje a las víctimas asturianas del Holocausto.

Playa de Peñarrubia. Senda del Cervigon
Playa de Peñarrubia
Nunca mas
Nunca más, monumento a las víctimas del Holocausto

Un poco más adelante, con la vista apuntando ya al Cabo San Lorenzo, encontrarás un área recreativa que resulta perfecta para hacer una pausa a la sombra de la escultura Castillo de Salas de Joaquín Rubio Camín.

Area recreativa Joaquin Rubio Camin
Área recreativa Joaquin Rubio Camín

Parque del Cabo San Lorenzo y mirador de la Providencia

Llegados a este punto, toca emprender la subida al parque del Cabo San Lorenzo. Tanto si decides ascender por las escaleras o por una zigzagueante senda, la mejor recompensa te espera en el mirador de la Providencia. Y es que, desde esta atalaya que recrea la proa de un barco, las vistas son espectaculares. El camino recorrido hasta el momento, más esculturas como el Homenaje a Galileo Galilei XV o el Paisaje Germinador, que se asientan en estos antiguos terrenos militares hoy recuperados para el ocio, y más Cantábrico fundiéndose con el cielo.

Panoramica de Gijon desde el mirador de la Providencia
Panorámica de Gijón desde el mirador de la Providencia

Aunque la senda continúa bordeando el parque junto a los acantilados, te aconsejo que te desvíes tierra adentro -unos 10 minutos caminando- para visitar la pequeña capilla de la Providencia y ver, como reza la tonada, «qué morena y guapa yes» la virgen que aquí se venera.

Capilla de la Providencia. Senda del Cervigon de Gijon
Capilla de la Providencia, lugar de peregrinación y oración para muchos gijoneses

Serín, La Cagonera y Estaño: las playas más orientales de la Senda del Cervigón

De vuelta a la senda, la ruta prosigue en dirección a la Colina del Cuervo concatenando infinitas vistas de este litoral que juega con los acantilados. Como las que obtendrás si bajas hasta las playas de Serín y La Cagonera, dos pequeñas ensenadas que compensan su escaso arenal con una buena dosis de naturaleza. Ambas, además, son dos escenarios muy apreciados por los aficionados al parapente.

Bajada a la playa de Serin
¿Irlanda? No, la bajada a la playa de Serín

Y si lo que prefieres es una preciosa cala con parking, duchas y chiringuito, un poco más adelante encontrarás la playa de Estaño que, por sus dimensiones, resulta perfecta si viajas con niños.

Playa de Estaño. Senda del Cervigon
Playa de Estaño

La Ñora: el broche de arena de la Senda del Cervigón

El último tramo de la Senda del Cervigón requiere un poco de esfuerzo ya que conlleva salvar una fuerte pendiente que desemboca en un espectacular mirador desde el que se divisa la playa de la Ñora.

Escaleras de acceso a la playa de La Ñora

Este arenal dorado, que se abre al Cantábrico entre montañas y que marca el límite entre los concejos de Gijón y Villaviciosa, es el punto final de esta ruta costera que no te defraudará. Menos aún si, como yo, vives lejos del mar.

Playa de la Ñora. Senda del Cervigon
Playa de la Ñora

Para volver, puedes desandar el camino y seguir coleccionando rincones de postal, o bien enlazar con la Senda del Río Ñora que parte de la misma playa, y que discurre a través de un paisaje fluvial salpicado de saltos de aguas y pasarelas naturales.

Y hasta aquí este paseo por la hermosa Senda del Cervigón que bordea la costa este de Gijón. Un lujo para los sentidos que revela otra imagen de la villa de Jovellanos y una gran experiencia de senderismo en Asturias.

Información de la Senda del Cervigón y datos técnicos de la ruta

  • Distancia: 9,8 km.
  • Duración aproximada: 3 horas caminando y unos 74 minutos en bici.
  • Desnivel: 99 metros. Desnivel acumulado: 292 metros.
  • Tipo de firme: baldosas, enlosados de piedra y asfalto.
  • Dificultad: Baja.
  • Accesibilidad: Ruta accesible excepto el tramo de escaleras que discurre entre el mirador y la playa de La Ñora.

Sigue descubriendo Gijón y viajando por Asturias

Visitar Salobreña, el corazón de la Costa Tropical de Granada

Visitar Salobreña, el corazón de la Costa Tropical de Granada

Un microclima extraordinario fruto de su privilegiada ubicación, un casco antiguo que enamora, un litoral salpicado de playas y recónditas calas, y una gastronomía que tiene en la tierra y el mar la mejor de las despensas. ¿Necesitas más motivos para visitar Salobreña?  

Visitar Salobreña
La preciosa estampa de Salobreña invita a recorrerla con paso tranquilo

Viajar a Salobreña, un estupendo plan en cualquier época del año

Mar y montaña, un rico pasado que se resiste a caer en el olvido y toda la magia que uno espera de un pueblo andaluz. Así es Salobreña, santo y seña de la Costa Tropical y uno de los pueblos más bonitos de la costa granadina.

Casco antiguo de Salobreña
Casco antiguo de Salobreña

Y es que aquí la expresión «el entorno lo es todo» es más acertada que nunca. Para comprobarlo solo hay que fijarse en su magnífica estampa. La de un caserío blanco situado en lo alto de un impresionante peñasco coronado por el castillo, que contrasta con el verdor de los cultivos y con el azul del Mediterráneo que acaricia su litoral. Y, como telón de fondo, las altas cumbres de Sierra Nevada.

La Caleta, Salobreña
Pescador en La Caleta

¿La guinda del pastel? Un microclima subtropical que se traduce en 320 días de sol al año y una temperatura media de 20 °C gracias a su cercanía con el norte de África y al macizo montañoso que frena los vientos del norte. Esta es la receta que avala lo evidente: viajar a Salobreña es un estupendo plan en cualquier época del año. Así lo confirman los lugareños que ven cómo en pleno invierno los viajeros pueden esquiar y tomar el sol en la playa en un mismo día.

Vegas de Salobreña
Las exuberantes vegas de Salobreña

Qué visitar en Salobreña

El casco antiguo, un bálsamo para los sentidos

Angostas callejuelas, casas blancas engalanadas con flores, pasadizos, bóvedas, patios, portones, azulejos que recitan poesías… Este es el perfil del casco medieval de Salobreña, una delicia nazarí que huele a jazmín y azahar.

Calle de Salobreña
Salobreña y sus preciosas buganvillas

Que no te frenen las empinadas cuestas y escaleras que conducen al castillo. Es tal la fotogenia de sus rincones que te detendrás una y mil veces para tratar de capturar su belleza. Una esencia forjada a lo largo de los siglos por las diferentes culturas que la escogieron para establecerse como fenicios, griegos, romanos y árabes.

Casco antiguo. Salobreña
Salobreña, la blanca

Mi recomendación es que recorras este encantador laberinto sin rumbo fijo para dejar espacio a la sorpresa, a esa exclamación de asombro que aparece sin buscarla al girar una esquina. Así, sin pretenderlo, irán desfilando ante tus ojos sus principales atractivos en barrios como La Villa, el Brocal y el Albaycín que dejan clara su factura medieval.

Casco antiguo de Salobreña
Tras cruzar La Bóveda

Te hablo de coquetas plazas como la del antiguo Ayuntamiento, y de La Bóveda, un hermoso pasaje que se apoya en la antigua muralla y que conectaba el Albaycín con la antigua medina. Y, cómo no, de la iglesia mudéjar de Nuestra Señora del Rosario que se alzó sobre una mezquita musulmana y cuya puerta, decorada con azulejos árabes, es una de las imágenes más reconocibles de Salobreña.

Iglesia de Nuestra Señora del Rosario

Otro cautivador escenario es el Paseo de Las Flores que discurre entre zonas ajardinadas y vistas de escándalo. Precisamente aquí, en esta ladera situada bajo el castillo, una placa nos recuerda la leyenda de las tres princesas que Washington Irving inmortalizó en sus Cuentos de la Alhambra.

Paseo de Las Flores. Salobreña
Paseo de Las Flores y castillo de Salobreña

El castillo árabe, Salobreña a vista de pájaro

Tras una lenta subida entre casas encaladas que parecen emerger de la roca, llegamos al castillo. Aunque sus orígenes hay que buscarlos en el siglo X como fortaleza defensiva, alcanzó su mayor esplendor en la época nazarí, cuando los monarcas del Reino de Granada lo utilizaban como palacio de invierno. De hecho, sus baños son muy similares a los de la Alcazaba de La Alhambra.

Castillo de Salobreña
Castillo de Salobreña

Datos históricos al margen, el castillo es uno de los imprescindibles que sí o sí debes visitar en Salobreña. Y no solo para conocer cómo su apariencia ha ido mudando en el pasado. También es una increíble atalaya para contemplar el presente de la villa. Ese que se divisa desde sus torres y muros, de Sierra Nevada al mar, y que se vuelve mágico cuando el sol se esconde. ¿El mejor atardecer de Salobreña? Seguramente.

Atardecer desde el castillo de Salobreña
Atardecer -sin filtros- desde el castillo de Salobreña

La Caleta, sabor a azúcar y sal

Buena parte del encanto de Salobreña reside en La Caleta, un barrio de pescadores y trabajadores de la antigua fábrica de azúcar, hoy catalogada como Bien de Interés Cultural de Andalucía. La cercanía del mar, la blancura de las casas encajadas en la ladera, el silencio… Sería imperdonable visitar Salobreña sin callejear por esta tranquila barriada que mira al Mediterráneo.

La Caleta. Que ver en Salobreña
La Caleta
La Caleta.  Visitar Salobreña
Barcas de pesca en La Caleta

Consejos viajeros → Si quieres probar los dulces típicos de Salobreña, acude a la panadería artesanal Los Tolinos y pide una tarta de piononos (Ramblilla de La Caleta). Y si te gusta la cerámica artística, puedes visitar el taller de Emilio Alaminos (Casa de la Cultura de La Caleta). Recuerda que apoyar al comercio local es la mejor aportación que puedes hacer siempre que viajes.

Sus playas, un ‘must’ de Salobreña

Son muchos los que deciden visitar Salobreña por sus playas. No es de extrañar teniendo en cuenta que no suelen estar muy masificadas y que el clima en la Costa Tropical siempre juega a favor del viajero.

Descansar en una tumbona, comer junto al mar, pasear por entornos casi virginales, practicar deportes náuticos… Sea cual sea tu elección, en Salobreña encontrarás tu particular paraíso costero. ¿Mis favoritas?

Playa Punta del Rio. Visitar Salobreña
Playa Punta del Río

Punta del Río → Situada en la desembocadura del río Guadalfeo, esta playa es perfecta para iniciarte en el mundo del surf de la mano del centro de actividades náuticas 18 Nudos Surf Club, tomarte algo en su zona chill out y avistar aves. Dependiendo de la época del año, podrás ver especies como garzas reales, alcatraces, cormoranes y ruiseñores comunes.

La Guardia → Aguas tranquilas y arena oscura en un entorno único flanqueado por cañaverales que discurre entre el Peñón y la antigua azucarera. Si tienes oportunidad, da un paseo en paddle surf o en kayak por los acantilados de La Caleta con The Guardian Sea Club.

Playa de la Guardia. Salobreña
Paddle surf en la playa de La Guardia

El Caletón → Lo mío con esta cala de aguas cristalinas fue amor a primera vista. Pequeña, aislada, solitaria y rodeada de acantilados. ¿Se pude pedir más?

El Caleton. Salobreña
El Caletón, mi flechazo costero

De Salobreña al cielo: la ruta de los miradores

Si la fisonomía de Salobreña es una delicia visual con los pies en la arena, imagina cómo es verla desde las alturas. Podrás comprobarlo si te lanzas a recorrer los Miradores del Cielo, una ruta que se detiene en 9 miradores a cuál más hermoso. El más famoso, sin duda, es el dedicado a Enrique Morente, uno de los grandes renovadores del flamenco cuyo legado sigue vivo en este balcón que se alza sobre el tajo.

Mirador de Enrique Morente. Que visitar en Salobreña
«La libertad es el arte de vivir». Mirador de Enrique Morente

Pero esta no es la única atalaya del Albaycín, también está el Hoyo de la Frascunda y el mirador del Postigo. Este último antaño comunicaba la playa y el puerto con la villa, y nos ofrece una vasta panorámica que alcanza Sierra Nevada y el Pico Veleta, la cuarta cumbre más alta de España. El mirador del Paseo de la Iglesia, el del Gato y el del Paseo de las Flores, con sus zonas ajardinadas, son otras terrazas de esta ruta señalizada con códigos QR que también está disponible en la app cordobesa OK Located.

Consejo viajero → ¿Dónde dormir en Salobreña? Una buena opción es el Hotel Salobreña Suites. Está a 3 km del pueblo, pero esa distancia se compensa con creces con las fantásticas vistas que se divisan desde las habitaciones que dan al mar.

Senderismo en Salobreña

¿Más motivos para viajar a Salobreña? Disfrutar de su rico patrimonio natural que puedes descubrir a través de su red de senderos. Toma nota de alguno de ellos y lánzate a caminar en busca de los paisajes que la rodean:

Ruta de la Vega Baja de Salobreña y Motril → Prácticamente llana, esta ruta de 19 km discurre por caminos agrícolas y por el litoral que une la desembocadura del río Guadalfeo y el barrio de El Varadero de Motril.

Ruta de la Chirimoya → Adéntrate en la vega de Salobreña para ver de cerca las fincas en las que se cultivan sus apreciadas frutas tropicales.

Senda Mediterranea de Salobreña
Senda Mediterránea

Senda Mediterránea → Esta agradable ruta une el casco antiguo de Salobreña con el de Almuñécar sin apenas perder de vista el Mediterráneo. Si sus 14 km te parecen demasiada distancia a cubrir, puedes disfrutar de su paisaje de acantilados y especies endémicas recorriendo el tramo que va desde el hotel Salobreña Suites a La Caleta.

La gastronomía de Salobreña

Otra de las razones por las que vale la pena visitar Salobreña es por su gastronomía que se nutre de la huerta y el mar para complacer al más exquisito de los paladares. Y es que este rincón de Andalucía no solo destaca por deliciosas recetas del mar, como el pulpo seco, los espetos de sardinas o la zarzuela de marisco. También podrás probar excelentes frutas tropicales como mangos, papayas o aguacates que, gracias al mino de los agricultores de la zona, te trasladarán a paraísos como México, Cuba o Venezuela. Mención aparte merecen las chirimoyas que en su día llegaron de Ecuador y Perú, y que han dado lugar a una variedad autóctona de increíble sabor: Fino de Jete.

Frutas tropicales de Salobreña
Frutas tropicales de Salobreña

Finca ecológica Matagallares

Si quieres conocer sobre el terreno el origen y la forma de cultivo de estas frutas tropicales, te recomiendo visitar la Finca Ecológica Matagallares. Allí te espera su propietario, Juan Carlos Vinuesa, que desde el 2001 lleva a cabo una producción ecológica certificada. Consciente de que progreso y sostenibilidad han de ir de la mano, riega su hectárea con un sistema de goteo programado y localizado para que no se pierda ni una gota de agua, utiliza máquinas de biomasa y deja que la naturaleza y las gallinas que corren por su plantación hagan el resto.

Finca ecologica Matagallares. Que visitar en Salobreña
Finca ecológica Matagallares
Frutas tropicales de Salobreña

Un consejo más: concluye esta interesante visita agroturística con una degustación de sus productos porque esos sabores difícilmente los encontrarás fuera de la Costa Tropical de Granada.

Dónde comer cuando viajes a Salobreña: chiringuitos y restaurantes recomendados

A pesar de su pequeño tamaño, Salobreña cuenta con una variada oferta gastronómica basada en alimentos de temporada y de proximidad con tintes de las diversas civilizaciones que han pasado por ella a lo largo de los siglos.

Si te apetece comer a la vera del mar, tu destino es Casa Emilio, un chiringuito de toda la vida por donde desfilan contundentes zarzuelas, frituras de pescado, mariscos, pulpo a la Salobreña, paellas costeñas y, cómo no, la omnipresente ensalada tropical (Paseo Marítimo, 5. Abierto todo el año).

Casa Emilio. Salobreña
Casa Emilio, un clásico del Paseo Marítimo de Salobreña

Otra apuesta segura la encontrarás en el restaurante La Bahía que llena de sabor la playa del Peñón. Buen servicio, ingredientes locales y opciones vegetarianas, veganas y sin gluten. ¿Un bocado imprescindible? La ensalada Bahía: mango, queso de cabra, mezclum de lechugas, fresas, aguacate y helado de mango.

Restaurante La Bahia. Salobreña
La Bahía, el placer de comer o cenar junto al mar

Ya en el casco antiguo, se impone hacer un alto en el camino en la plaza del antiguo Ayuntamiento. En el número 10 está La Botica, un restaurante de cocina mediterránea en cuya carta no faltan recetas tradicionales como el atún rojo, el arroz caldoso o las almejas a la marinera. Si puedes, reserva mesa en su coqueto Sky Bar. Sus vistas serán el mejor condimento para una velada fantástica.

Y si buscas una cocina que fusione raíces y toques de vanguardia, acércate a conocer el proyecto gastronómico que el chef Francisco Izquierdo desarrolla en el restaurante Aráis. Sabores del mar que llegan de la cercana lonja de Motril, verduras y frutas de temporada, carnes de la sierra… Todo ello regado con una de las bodegas más completas de la Costa Tropical en la que destaca su propio ron: El Mondero.

Restaurante Arais. Salobreña
Restaurante Aráis, un auténtico paraíso foodie

Ir tapeo, un imprescindible de Salobreña

Otra de las cosas que sí os sí debes hacer cuando viajes a Salobreña es algo tan granadino como ir de tapas por el casco antiguo, La Caleta o la zona baja. El imprescindible El Cuesta, un bar de toda la vida donde probé el estupendo mosto Castillo de Salobreña- (Fuente C, 4), la fritura del Pesetas (Bóveda, 11), las elaboradas tapas del Antaño (Díaz del Moral), la fusión del Restobar Lolitalola (Guadalfeo, 3)… Y suma y sigue porque, como ya habrás imaginado, a Salobreña se viene a comer mucho y bien.

Tapear en Salobreña
El Cuesta y el Antaño, dos imprescindibles del tapeo salobreñero

Y hasta aquí este atractivo y variado listado de razones por las que deberías visitar Salobreña, un destino andaluz como mucho que ofrecer estación tras estación. ¿Ponemos rumbo al sur?

*Nota: Este artículo forma parte del blogtrip #ViveSalobreña organizado por la Oficina de Turismo de Salobreña. Como siempre que realizo este tipo de viajes, todas las opiniones vertidas son fruto de mi experiencia.